Robe Iniesta y Albert Pla, una amistad a prueba de rock y subversión CRÓNICA GLOBAL
Robe Iniesta y Albert Pla, una amistad a prueba de rock y subversión
El cantante de Extremoduro llegó a convivir con el catalán en Valencia
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La muerte de Robe Iniesta, fundador y alma de Extremoduro, ha sacudido el mundo de la cultura. El líder de la banda se logró un hueco en el corazón de muchos españoles ya fuera por su música o por sus declaraciones.
El músico fue fuente de inspiración para muchos, también cantantes que, a simple vista, podrían parrecer alejados de su estilo. Uno de los más claros es Albert Pla. Entre ambos existió una conexión artística, vital y emocional que ayudó a moldear algunas de las obras más singulares del rock español.
A pesar de que Robe y Pla pertenecían a universos estéticos distintos, compartían un país subterráneo: el de los artistas que rehúyen la corrección, abrazan el margen y escriben desde lugares incómodos. Uno, desde la crudeza poética y el rock más visceral; el otro, desde la provocación desnuda, la ironía y el susurro desarmante.
A mediados de los noventa, esas dos fuerzas creativas se encontraron y reconocieron. Lo que podría haber sido una colaboración anecdótica se transformó en un vínculo sorprendentemente profundo.
Sus colaboraciones
El primer gran cruce llegó con Agila (1996), uno de los discos más celebrados de Extremoduro. En él, Albert Pla aparece como invitado en el tema ¡Qué sonrisa tan rara!, aportando una intervención hablada con su sello inconfundible, tan inquietante como magnética.
Un año más tarde, en 1997, la conexión se reforzó: Robe y miembros de Extremoduro participaron en el disco conceptual de Pla, Veintegenarios en Alburquerque, una obra inclasificable que mezclaba poesía, narrativa y experimentación sonora.
Un apartamento en Valencia
La relación entre ambos no se quedó en los estudios de grabación. Textos biográficos y crónicas culturales recuerdan que Pla e Iniesta convivieron una temporada en Port Saplaya, en la costa de Alboraya (Valencia).
Allí compartían piso y vida bohemia mientras trabajaban en proyectos musicales, componían, improvisaban y sobrevivían a una época de experimentación desbordada.
Último concierto en Cataluña
Aunque Robe Iniesta siempre mantuvo su arraigo extremeño, Cataluña ocupó un lugar relevante en su biografía musical. Barcelona fue una de las ciudades donde pasó más tiempo durante la época más convulsa de Extremoduro, y donde su obra fue acogida con devoción generacional.
No es casual que en 2024, en uno de sus conciertos más multitudinarios —más de 20.000 personas en el Parc del Fòrum—, Robe versionara “La sequía” de Albert Pla. Fue un guiño emocional a un viejo compañero de ruta y, visto hoy, un homenaje inesperado que adquiere un valor conmovedor.
Influencias cruzadas, respeto mutuo
Albert Pla figura entre los artistas que han reivindicado públicamente la importancia de Extremoduro. Para Pla, Robe era uno de los pocos músicos capaces de convertir el dolor en belleza sin artificio.
Para Robe, Pla representaba la libertad creativa absoluta, un artista imposible de encasillar, un hermano espiritual en la incomodidad. Ambos compartían una sensibilidad hacia los márgenes y un interés por personajes rotos, perdedores o salvajes, más cercanos a la poesía que a la industria musical.
A primera hora de la mañana, cuando se supo la noticia, Pla no había hecho declaraciones, pero en cualquier caso, la muerte de Robe Iniesta deja tocado no sólo al músico sino al rock español.