
El actor catalán Jordi Sanchez Barcelona
Jordi Sánchez, más allá de Lopes y Recio: "Hacer una segunda parte de 'Plats Bruts' sería como repetir bachillerato"
El actor catalán cambia de registro para ser el malo de 'La luz de Aisha', una coproducción entre España, Alemania y Singapur
Noticias relacionadas
El actor catalán Jordi Sánchez es de esos actores que, a pesar de todo su curriculum, para muchos es o el Lopes de Plats Bruts o el Antonio Recio de La que se avecina. Como mucho los dos. Pero en realidad ha hecho decenas de personajes más, ha escrito un par de libros y casi una decena de obras de teatro. Y, ahora, se mete a doblador.
No lo ha hecho mucho en su vida, solo tres veces. La última para poner la voz a Muthadi, el malo malísimo de La luz de Aisha.
La película, una coproducción entre España, Alemania y Singapur dirigida por la cineasta iraní Shadi Adib, narra la historia de una niña a la que le impiden dedicarse a lo que le gusta por su género, pero que acaba recuperando el libro más preciado para su pueblo que fue robado por Muthadi y sus aliados.
Aprovechando el próximo estreno del film el próximo 11 de abril, Crónica Global entrevista al actor catalán para hablar de esta poco explorada faceta suya como actor de doblaje y de su faceta como intérprete de papeles icónicos y como dramaturgo. Y sí, también de Plats Bruts.

Jordi Sanchez Barcelona
- Se trata de su tercer doblaje de una película de animación. ¿Le gusta?
- Me lo paso muy bien doblando. Hay gente que no. Hay gente que lo sufre mucho. Yo empecé doblando Plats bruts, doblé 72 episodios. Empezamos doblándonos a nosotros mismos y aprendimos muchísimo doblando, tanto que al final doblábamos solos, con el técnico, sin director de doblaje. Luego también lo hice en L’un per l’altre, 42 capitulos. Empecé doblándome a mí mismo, pero he doblado muy poco. Creo que nunca he doblado a otros actores. Me he doblado al catalán y al castellano.
- Luego ya doblé a Gargamel en Los Pitufos y me lo pasé bomba, porque el tipo que lo doblaba era un actor shakespeariano Y ya he doblado al monstruo Bu, cuyo actor original era Jackie Chan. Normalmente tienes una referencia, pero con Jackie Chan y con La luz de Aisha no recuerdo tener referencias.
- En esta última peli, además vuelve a hacer de villano, aunque cause cierta gracia. ¿Le han encasillado mucho en este papel?
- No, cuando doblo, hago otros personajes que no son villanos. Sí es cierto que me ha tocado hacer el rey de los villanos en el ámbito infantil, que es Gargamel, y este ni siquiera es simpático. Este es una mala persona, solo tiene un objetivo: quedarse con el trono y ya está.
- ¿Es fan de la animación?
- Sí. No veo mucha animación adulta, pero me gusta.
- En cualquier caso, no para. Tiene cinco películas por estrenar ya.
- Bueno, pero hay pelis donde haces un personaje potente y otras donde haces personajes secundarios. Pero sí, vienen cositas.

Muthadi, el malo de 'La luz de Aisha' FILMAX
- Una de ellas es 'Fronteras', de Judith Colell, un drama total. ¿Tenía ganas de hacer un papel así?
- A ver, somos actores. A mí me gusta hacer comedia, pero a los actores siempre nos pasa igual. Yo hago mucha comedia, tengo ganas de hacer drama, y los que hacen drama, tienen muchas ganas de hacer comedia.
- Con la peli de Judith Colell, no hay comedia por ningún lado. Es una peli sobre la Guerra Civil. Con personajes judíos, puteados. No tiene nada de comedia.
- Un regreso al cine catalán, cuando está en su apogeo. ¿Cómo lo ve usted?
- Con Casa en flames y El 47, está cogiendo un vuelo que ya tocaba. Creo que la gente de fuera de Cataluña se está acostumbrando a que pueda hacerse cine español en otras lenguas que no sean el castellano. Ya lo tienen más asumido. Y van a ver Casa en flames aunque esté subtitulada, no pasa nada. Está muy bien.
- Y, además de la cinta de Colell, el año que viene haré otra peli catalana, pero no puedo decirlo todavía porque aún no he firmado.
- Usted que se mueve por Madrid, ¿tiene ganas de volver y hacer cositas por aquí?
- A ver, yo vivo en el tren. Vivo en Barcelona y subo y bajo a Madrid, pero hago mucho tren. Pero sí, hacía mucho que no trabajaba aquí…
- Por eso digo.
- Sí, hacía mucho que no dormía en mi casa e iba y volvía. Aunque la peli de Judith Colell, fue en Sort, pero me hacía ilusión. Y además de la que acabo de hacer, he estado rodando una temporada en Valencia, en catalán. A mí me encanta rodar aquí. ¡Hombre, ya lo creo!

El actor Jordi Sanchez y la directora Shadi Adib durante la presentación de la película 'La luz de Aisha' Barcelona
- Y usted que empezó con Plats Bruts hace más de 25 años y sigue ahora con las series. ¿Diría que han cambiado mucho las dinámicas a la hora de hacer y rodarlas?
- Bueno, Plats bruts y L’un per l’altre eran dos series que hicimos en TV3, las creábamos nosotros y nos las hacíamos a medida. Ambas eran sitcoms y eran durillas de rodar, porque los lunes ensayábamos con los actores, los martes entraban las cámaras y el jueves se grababa. Es una dinámica entre teatro y tele. He hecho dos y ya tengo bastante. (Sonríe).
- A mí me gusta mucho matizar a la hora de hacer planos, poder cortar, retomar… Con las sitcoms trabajas con público y hay mucha más presión para los actores. Me acuerdo que venían algunos invitados, sentían la presión y se ponían muy nerviosos. Era gente de teatro de toda la vida y decían “¿en dos días había como vamos hacer todo esto? ¿Y con público?”. Luego, si te equivocabas, tenías que dialogar con el público, recordarles que tenían que volver a reír. A mí me gusta mucho matizar a la hora de hacer planos, poder cortar, retomar… Con las sitcoms trabajas con público y hay mucha más presión para los actores. Me acuerdo que venían algunos invitados, sentían la presión y se ponían muy nerviosos. Era gente de teatro de toda la vida y decían “¿en dos días había como vamos hacer todo esto? ¿Y con público?”. Luego, si te equivocabas, tenías que dialogar con el público, recordarles que tenían que volver a reír.
- Bueno, pero venía del teatro.
- Sí, pero a la hora de hacer teatro me gusta hacer teatro, y a la hora de hacer cine me gusta estar sin público. Y eso de la sitcom me costó. Costó, pero claro, con cien y pico capítulos… al final le pillé el truco.
- ¿Y como vive la cosa generacional de que unos lo relacionen con el Lopes de 'Plats Bruts' y otros con el Antonio Recio de 'La que se avecina'?
- Bueno, Plats bruts aun hay gente que la mira, porque no han parado de reponerla. Y hay niños que la han visto cuando no habían ni nacido cuando la acabamos.

Jordi Sanchez Barcelona
- ¿Qué tienen ambas series que, con sus diferencias, siguen enganchando?
- No sé, pero nos costó mucho colocar Plats bruts, al principio TV3 no la quería. Ibamos subiendo y bajando con Joel Joan. Nos decían que no lo veían claro que “ya veremos”, porque saliamos del teatro… Y arrancamos y fue bien.
- Son esas cosas que pasan, y que no tienes ni idea de por qué pasan, porque si lo supieras repetirías la fórmula.
- Creo que Plats Bruts gusta mucho por la relación de los dos personajes del piso y las historias que contábamos. Todo partía de nosotros mismos. Éramos hiperjóvenes y teníamos mil historias que contar. Y, mira, nos salió bien.
- Y abrió camino a otras series.
- Bueno, fuimos los primeros. Nosotros éramos muy fans de Friends, Frasier, Seinfeld y todo eso. Nos pusimos con ello, y nos costó, porque TV3 tampoco veía claro eso de tener público por las tardes, llevar autobuses arriba y abajo, darles merienda… todo eso no era necesario, decían. Pero sí, abrimos camino. Fuimos los primeros.
- Luego se hizo así durante mucho tiempo hasta que se dejó de hacer, porque no era rentable económicamente. Eran capítulos de media hora, tenías que meter dos bloques de publicidad. Los americanos metían hasta cuatro o cinco. Y empezaron a hacer productos largos.
- ¿Y Recio, Qué tiene?
- Pues tampoco lo entiendo bien. A la gente le gusta, disfruta de los personajes…
- ¿Le ha cogido cariño?
- A ver, me lo paso muy bien haciendo la serie, haciendo del villano con todos los defectos humanos concentrados en un solo tío. Tiene todo: es homófobo, xenófobo, facha…

Jordi Sanchez Barcelona
- Y aun así genera simpatía. ¿Da respeto que haya gente que…?
- Es un personaje de ficción que representa personas reales. A mí me daría respeto si yo fuera así. Tendría un problema grave conmigo mismo. Pero tú estás representando una figura que existe en la sociedad, hay mucha gente así. Hay espectadores que me dicen: "Mi padre, mi tío, mi vecino es igual que ese”. Y piensas: “Ostras, pues lo siento2.
- Son figuras que deben existir mientras existan esas personas. La ficción se apoya en la realidad y usa la ficción para explicar la realidad. Hombre, si hiciéramos apología de esa gente… Pero es todo lo contrario. A Recio le dan palos por todos lados, porque precisamente, como personaje, es un bombón, y como persona, es un saldo.
- ¿Se va más con pies de plomo ahora a la hora de construir este tipo de personajes? ¿Se debe perderles el miedo y recuperar esa libertad para poner esos personajes en escena, aunque existan?
- No puedes hacer personajes políticamente correctos porque las personas no son políticamente correctas. Igual que haces asesinos —que no son personas políticamente correctas— o haces pederastas o delincuentes, tienes que poder hacer homófobos, porque esa gente existe. Por desgracia, existen. Pero es así.
- Tu los representas y los guionistas les dan caña por todos lados.
- En Plats bruts, por ejemplo, ya había un personaje gay. Ramon siempre se metía con él, pero nosotros, como guionistas, hacíamos que el personaje de Pau Durà le diera caña por todos lados y lo dejara mal constantemente. Se trata de eso. Una cosa es ser Bruno Ganz y hacer de Hitler, y otra es hacer apología del nazismo. Las obras de ficción tienen que existir. Lo que no has de ser es un maleducado y un faltón, pero los personajes de ficción deben tener defectos, porque si no, no puedes hacer ficción. Si no, matas la ficción.

Jordi Sanchez Barcelona
- ¿Y qué piensas de los críticos con la serie? Porque hablan de humor casposo.
- Pero cada vez lo dicen menos. Y la mira para ver qué critica. Yo no comparto eso. A mi la serie me hace reír. Ellos tienen una capacidad de generar escenas… Mi mujer en la serie, Berta, se ha liado con todos los vecinos y vecinas del edificio. Tiene un punto transgresor que es muy divertido.
- Yo he hecho cosas malas. A veces me han llegado guiones y pienso: "¿Cómo digo esto sin quedar mal?". O sea, ¿cómo hago gracia con esto? Y, en cambio, estos tíos son terriblemente graciosos creando personajes. Además, ¡estamos haciendo farsa! No estamos haciendo personajes naturalistas ni realistas. Estamos haciendo un cómic.
- Habla de personajes que le llegan. ¿Le llegan muchos guiones?
- No tantos.
- Bueno, ¿cuántas películas haces al año? Entre o tres, más la serie, mínimo. No debe ser fácil decidir.
- Y a veces dices que sí, confías en el director y no lo ves. Y luego ha salido muy bien y piensas: "vaya visión de mierda que tienes".
- ¿Y teatro?
- Lo que estoy haciendo ahora es escribir. Yo escribo. Siempre he escrito.

Jordi Sanchez Barcelona
- ¿Es para abrirse a otras obras y hacer y hablar de temas que le interesan?
- Yo he trabajo de las dos cosas. Lo que pasa que la gente tampoco lo sabe, porque el personaje, el que se ve de cara a la galería, es el actor. Pero yo siempre he seguido escribiendo. He hecho cosas para Mérida y he escrito mucho en Madrid.
- He escrito una docena de obras más o menos. La primera fue Krámpack y la última, Asesinos todos, que ha estado funcionando en España, girando durante un par de años.
- Luego, escribí un guion de una peli que se llama Alimañas, que estrenamos hace un par de años. Y ahora estamos escribiendo otra con mi compañero de escritura de toda la vida. Porque me lo paso muy bien escribiendo, me gusta mucho.
- ¿Y no tienes le pica el gusanillo de volver a subir al escenario del teatro?
- No. Primero, porque físicamente me resulta complicado. Porque si me quedo haciendo teatro en Madrid, no puedo volver a casa. Me quedo sin familia. Y si hago teatro aquí en Barcelona, no puedo hacer los trabajos de Madrid.
- El teatro te obliga a estar en un sitio, un tiempo. Y si estás en el tren, no puedes.
- Lo que sí hago es escribir. No he dejado de escribir teatro ni de estrenar teatro.
- Pero en Madrid, en Barcelona, apenas.
- Ahora estamos con hablando de hacer una obra aquí. Pero lo último que hice fue hace seis o siete años, Avui no sopem, con Banacolocha.

Jordi Sanchez Barcelona
- ¿Y por qué tan poco?
- Porque va así. Hay más dinero también allí. Además, escribo mucho teatro por encargo. Me llaman de Mérida por ejemplo. Pero también escribo para mí. Cosas mías que me gusta escribir y publicar. Eso no da dinero, pero da placer.
- Por último, ¿cuántas veces le han dicho que querían que regresara Plats Bruts o hacer un Plats Bruts 2 o El reencuentro?
- Muchas, pero no tiene ningún sentido. Sería como repetir bachillerato. A estas alturas de la vida es muy raro. Aparte, no es fácil. Primero, porque esto lo empezamos nosotros, que fuimos quienes inventamos la serie, pero luego llegaron los guionistas. Y hay que reunir a los mismos.
- Yo he visto la primera temporada de la versión nueva de Frasier y me ha horrorizado. La segunda ya no. No eran los mismos guionistas.
- Por tanto, deberíamos tener los mismos guionistas y poner de acuerdo a los actores. Con esto ya sería bastante, pero no es fácil. Son muchas personas. Y repetir cosas que ya has hecho, con la de cosas nuevas que se pueden hacer… No está contemplado.