Álvaro Valiente, fotógrafo: “Ver el amanecer desde el Montseny es una experiencia que todo el mundo debería vivir”

Álvaro Valiente nació en Salamanca. Estudió Ingeniería informática. Y comenzó a trabajar como programador. Sin embargo, pronto se dio cuenta de que no era lo que le llenaba, así que, a pesar de contar con un buen sueldo y poder teletrabajar, lo dejó todo por su principal afición: la fotografía. “Ver el amanecer en el Turó de l’Home, en el Montseny, es una experiencia que todo el mundo debería vivir; amanece en el mar, es precioso”, explica a Crónica Global desde Los Ángeles, donde reside desde hace dos meses.

La pasión por la fotografía comenzó como pasatiempo en su época de estudiante. Se compró una cámara y, cuando encontraba algún rato, apretaba el disparador por Salamanca. Al concluir la carrera, se mudó a Barcelona, donde coincidió con su mejor amigo, también interesado en el mundo de los carretes, y empezaron a fotografiar rincones “por pasión”. “Barcelona es muy fotogénica; pasearte por la ciudad al atardecer, el Born, la playa, las luces y sombras en los edificios… es muy bonito, es precioso”, recuerda de su segunda casa.

No es oro todo lo que reluce

En esa época comenzó también a viajar por el mundo con su novia –hoy mujer–, con la que ha visitado unos 25 países. Se compró una cámara mejor. Y empezó a hacer fotos y a subirlas a las redes sociales. Es autodidacta. “Tenía mucha repercusión, me empezaba a seguir gente y te lo empiezas a creer; el tiempo libre pasé a dedicárselo a la fotografía: fines de semana, vacaciones planeadas”, explica. Así, le llegaron algunos trabajos para marcas como Zara Home y Estrella Galicia –tras una década en Barcelona, estuvieron tres años en A Coruña–.

“Ahí ya sabía que me quería dedicar a la foto, me hacía muy feliz, y algo en mi interior me decía que tenía que intentar perseguir el sueño”, aunque en ese momento solo le reportaba un extra. Y se lanzó. “Yo creía en mí, creía que el trabajo era bueno y fui a por todas”, explica. No obstante, reconoce que “Instagram te abre muchas puertas, pero no da dinero directamente”. Además, expone que detrás de lo que el público o los seguidores ven “hay mucho trabajo”, no siempre gratificante.

No al alcohol y al tabaco

Valiente afirma que los paisajes le dieron más repercusión que cualquier otro tipo de fotografía, aunque también hace foto de producto, comercial, interiorismo, arquitectura, vídeo…: “La fotografía de paisaje me hace muy feliz, estar a solas en la naturaleza, levantarte al amanecer, ver atardecer, retratar el mundo desde mi punto de vista…”. Eso sí, tiene claro a qué le diría que no: a trabajar para marcas de alcohol, tabaco, cosas que atenten contra los animales y asuntos políticos.

Por el contrario, ¿qué es lo más bonito que ha fotografiado? “Namibia, sin duda; es un país mágico. Es de los países menos poblados del mundo, pero es mágico, la luz en el desierto no la voy a olvidar jamás”. ¿Y qué hace con todo el material? Valiente escribe artículos para mostrar las fotografías, algunas las imprime, las sube a las redes sociales… y, en el futuro, le gustaría publicar un libro.