Instalación lumínica de Javier Riera

Instalación lumínica de Javier Riera PEP HERRERO

Creación

Museo Frederic Marès, el legado de un apasionado coleccionista

Además de su magnífica y variopinta colección permanente, el centro barcelonés da una nueva vida a su fondo de esculturas en sus propuestas expositivas temporales

10 diciembre, 2023 00:00

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La mayoría de transeúntes que caminan a diario por las calles de la capital catalana desconocen que muchas de las esculturas que decoran sus vías y plazas son obra del escultor y coleccionista Frederic Marès (Portbou, 1893-Barcelona, 1991). De hecho, hoy por hoy, sigue siendo el escultor con más obra pública de Barcelona.

Tanto es así que existe una “Barcelona de Frederic Marès”, una ruta que recorre los espacios donde se puede contemplar su trabajo como por ejemplo las esculturas Barcelona y Emporion (1928) de la plaza de Catalunya; el conjunto escultórico Niños cabalgando sobre peces (1928), ubicado en la confluencia de la Gran Vía de les Corts Catalanes con rambla de Catalunya; el monumento a Francesc Soler i Rovirosa situado también en la Gran Vía o los relieves decorativos de los edificios La Unión y el Fénix en el paseo de Gràcia y de la antigua sede del Banco Bilbao Vizcaya de plaza de Catalunya.

La exposición reúne obras antiguas y contemporáneas con las emociones atemporales como eje temático

La exposición reúne obras antiguas y contemporáneas con las emociones atemporales como eje temático PEP HERRERO

Un itinerario que parte y finaliza en su propio museo, el lugar donde vivió y donde tenía su estudio. Un edificio histórico, que formó parte del antiguo Palacio Real Mayor, sede de los condes de Barcelona y reyes de la Corona de Aragón durante la Edad Media, emplazado en el corazón del barrio Gòtic barcelonés.

Chocolatinas y una colección de colecciones

La pulsión coleccionista de Frederic Marès comenzó a gestarse durante su infancia. Él mismo cuenta en sus memorias que, siendo un niño de apenas 4 o 5 años, guardaba los chocolatines de maravillosos envoltorios que su madre le daba para merendar. Así fue hasta que un día el sol las derritió y su madre lo encontró gritando en su habitación, conmocionado por haber perdido su preciada colección.

Aquel desafortunado incidente no mermó su innata pasión por atesorar todo tipo de bellos objetos, “por crear series, por ordenar de alguna manera el mundo”, explica a Crónica Global Salvador García Arnillas, director del Museo Frederic Marès. Al contrario. Durante toda su vida recolectó una gran variedad de objetos con los que poco a poco fue creando su extraordinario gabinete de coleccionista, lo que él vino a llamar museo sentimental, germen de uno de los museos de coleccionista más interesantes del país.

Imagen de uno de los ámbitos de Emociones en el Museo Frederic Marès

Imagen de uno de los ámbitos de Emociones en el Museo Frederic Marès PEP HERRERO

Además de este “museo sentimental”, compuesto por cerca de 50.000 pequeños objetos de la vida cotidiana del siglo XIX entre los que encontramos abanicos, armas, relojes, sellos, libros, documentos, soldaditos de plomo, muñecas, juegos de mesa, recortables, pipas, colecciones de forja, de cerámica o referentes a la vida femenina, el escultor catalán reunió una espléndida colección de escultura hispánica (desde época antigua hasta finales del siglo XIX) que junto a gran parte de su propia obra escultórica constituyen los magníficos fondos del Museo Frederic Marès, una institución que forma parte del patrimonio de la ciudad de Barcelona.

El escultor que compraba escultura

“Todo coleccionista, al final, se reconoce en las colecciones de los otros y, sean del tipo que sean, hay una pulsión, una pasión que los lleva a conseguir esos objetos”, sostiene García. Marès no es una rara avis en el fascinante mundo de las colecciones, en un principio privadas, que pasan a ser de disfrute público. En Madrid, por ejemplo, existen el Museo Lázaro Galdiano y el Cerralbo y en Cataluña, el Museo del Cau Ferrat de Sitges y el Abelló en Mollet del Vallès. Pero lo que le distingue de otros proyectos similares y de otros coleccionistas es su debilidad por la escultura.

“Al final, su pasión era el coleccionismo, pero en la escultura se unían los dos. Tenía ese ojo de escultor que sabe reconocer las tallas”, comenta. El propio artista decía: “Hago escultura para comprar escultura”.

Emociones. Imágenes y gestos del pasado y del presnte, la nueva exposición temporal

Emociones. Imágenes y gestos del pasado y del presnte, la nueva exposición temporal PEP HERRERO

Las emociones como inspiración

El pasado 30 de noviembre, el museo de la plaza Sant Iu inauguró Emociones. Imágenes y gestos del pasado y del presente, la nueva exposición temporal que se podrá visitar hasta el 26 de mayo de 2024. Comisariada por Victoria Cirlot, medievalista y catedrática de filología románica de la UPF, la muestra plantea un recorrido por las emociones atemporales, desde la tristeza a la alegría, con obras del siglo XII al XVI del propio museo y otras contemporáneas firmadas por Lucio Fontana, Javier Riera, Antoni Tàpies y Bill Viola. Un diálogo, entre el pasado y el presente, escenificado en un espacio provisional habilitado por el diseñador Ignasi Bonjoch ya que el museo se encuentra inmerso en una serie de reformas para adaptarlo a las nuevas necesidades.

La exposición entronca con la línea de exposiciones temporales que tienen como objetivo llegar a más gente haciendo una nueva aproximación a sus colecciones. “Es importante rejuvenecer el público, intentar que los jóvenes, más allá de que reconozcan, o no, o estén interesados, o no, en la escultura, que en nuestro caso es religiosa, puedan acercarse al arte del pasado con formulaciones, con planteamientos que les interpelen”, concluye Salvador García. Una sugerente, original y didáctica forma de otorgar una nueva vida al arte antiguo enfrentándolo, en otro tiempo, con el arte contemporáneo.

El museo Marès atesora una gran colección de escultura antigua

El museo Marès atesora una gran colección de escultura antigua PEP HERRERO