Matthew C. Klein insta a no subestimar a la Unión Europea (UE) ante Estados Unidos y China. Coautor junto a Michael Pettis de Las guerras comerciales son guerras de clase (Capitán Swing), Klein destaca el gran papel de Europa en los acontecimientos mundiales de los últimos 30 años. De hecho, los autores dedican una gran parte del libro a la caída del comunismo, la reunificación de Alemania y las dos primeras décadas del euro. “Europa, y no China, fue el mayor contribuyente a los desequilibrios globales en vísperas de la pandemia”, asegura Klein a preguntas de Crónica Global.
Considera que España “ha manejado relativamente bien la reciente crisis energética” y “tiene mucho potencial para ser un importante generador y exportador de energía verde al resto de Europa”.
Klein y Pettis explican que la guerra comercial es, a menudo, presentada como un conflicto entre países. Pero no lo es. “Es principalmente un conflicto entre banqueros y propietarios de activos financieros, en un bando, y familias corrientes en el otro. Entre los muy ricos y todos los demás. El resultado ”perverso” de todo ello es que la globalización y una creciente desigualdad se refuerzan mutuamente. “Las empresas usan la competición internacional como una excusa para presionar a favor de menores salarios, regulaciones medioambientales y de seguridad más débiles, regímenes fiscales preferenciales y transferencias regresivas”, denuncian en su libro.
Imperialismo financiero
¿Pueden los gobiernos combatir esta especie de imperialismo financiero? “Sí. Los gobiernos de las principales economías con superávit podrían modificar los impuestos, el gasto y las regulaciones para reducir la desigualdad y transferir más ingresos de las élites a la gente común”, explica Klein. “Hay muchas reformas prácticas que los gobiernos en China, Alemania (y Europa en general) y en otros lugares podrían hacer para mejorar el nivel de vida de su gente y también el del resto del mundo, como explicamos en el libro. Las limitaciones internacionales sobre los flujos financieros especulativos también podrían ayudar, aunque esas medidas también podrían tener costes”.
Los autores abordan el liderazgo de Estados Unidos y China, pero también la posición de Europa entre estos dos gigantes. “No subestimes el tamaño o la importancia de la UE. Si bien los países europeos individuales pueden ser relativamente pequeños, la economía europea combinada es enorme. Los acontecimientos en Europa han jugado un papel importante en los acontecimientos mundiales de los últimos 30 años, razón por la cual dedicamos tanto espacio en el libro a la caída del comunismo, la reunificación de Alemania y las dos primeras décadas del euro. De hecho, Europa fue el mayor contribuyente a los desequilibrios globales en vísperas de la pandemia, no China”, afirma el coautor de Las guerras comerciales…
Política fiscal federal
Klein y Pettis abogan por una política fiscal federal en Europa, una de las grandes asignaturas pendientes de la UE. “Han habido algunos movimientos esperanzadores hacia una integración y un federalismo más profundos en respuesta a la pandemia y la guerra. Europa introdujo el reaseguro común de desempleo (SURE) y el programa Next Generation. Hubo intentos de poner topes en los precios de la energía el año pasado y es posible que terminemos viendo más esfuerzos para promover la defensa europea común. Dicho esto, el progreso ha sido lento y solo parece ocurrir en respuesta a crisis extremas”. ¿A qué se debe esta resistencia? “No tengo una explicación para esto, pero el nacionalismo y el chovinismo (los mismos sentimientos que contribuyeron al Brexit) pueden desempeñar un papel”, dice Klein.
Ante este panorama pospandémico, y en plena guerra en Ucrania, ¿en qué situación está España? “El pueblo español ha afrontado muchos desafíos en los últimos 15 años. La economía aún no se había recuperado de la crisis financiera mundial cuando llegó la pandemia, aunque hubo mejoras significativas en la productividad y la reducción de la deuda. Entonces, el virus golpeó especialmente a España. Sin embargo, España ha manejado relativamente bien la reciente crisis energética, y creo que España tiene mucho potencial para ser un importante generador y exportador de energía verde al resto de Europa”, subraya Matthew C. Klein.