Enrique Rubio, expresidente del ICAC, coordinador del control de las cuentas de Renfe / CG

Enrique Rubio, expresidente del ICAC, coordinador del control de las cuentas de Renfe / CG

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Renfe ficha a Enrique Rubio, azote de las multinacionales de la auditoría

El expresidente del ICAC se incorpora a una filial de la compañía pública como consejero y encargado de coordinar el control de las cuentas

29 julio, 2020 00:00

Fichaje de lujo para Renfe. La compañía pública incorporará al que, hasta febrero, fuera presidente del Instituto de Contabilidad y Auditoría de Cuentas (ICAC), Enrique Rubio, cuya trayectoria al frente del organismo supervisor se convirtió en un tormento para las grandes del sector, las denominadas big four, a las que impuso elevadas multas por casos tan relevantes como los de Bankia, Banco Popular o AENA, entre otros.

En principio, Rubio aterriza en Renfe para ocupar un puesto en el consejo de administración de su filial de Fabricación y Mantenimiento. Su principal misión en esta división será situarse al frente de la comisión de auditoría, que en los últimos meses contaba con un responsable provisional a la espera de que la compañía encontrara un perfil adecuado para desempeñar esta función.

Un directivo histórico

La espera ha traído como consecuencia que Renfe vaya a contar con el penúltimo de los responsables del organismo adscrito al Ministerio de Economía (actualmente denominado de Asuntos Económicos y Agenda Digital) encargado de supervisar todo lo referido a la censura y auditoría de cuentas en España, especialmente de las compañías cotizadas, y con uno de los grandes referentes del sector precisamente por su experiencia como presidente del ICAC.

Rubio, un histórico del organismo, al que llegó a comienzos de 2001 como jefe del área de Control Técnico, asumió la presidencia en noviembre de 2016, tras la constitución del segundo Gobierno que lideró Mariano Rajoy, en el que el titular de la cartera de Economía era Luis de Guindos, actualmente vicepresidente del Banco Central Europeo (BCE).

Multas inéditas

Frente a lo que suele ser habitual, Rubio sobrevivió a un cambio de color del Gobierno cuando a mediados de 2018 aterrizó en la Moncloa Pedro Sánchez, tras el triunfo de la moción de censura contra Rajoy.

No fue precisamente por la falta de insistencia de las grandes del sector a la hora de cuestionar su papel al frente del ICAC. Durante el mandato de Rubio, el organismo resolvió expedientes con sanciones inéditas por lo elevado de la cuantía.

La recusación de PwC

Entre ellos destacó la que impuso a PwC por sus trabajos de auditoría de las cuentas de AENA en 2015, el año de su salida a bolsa, por la presunta comisión de tres graves infracciones relacionadas con la falta de independencia. El castigo económico ascendía a 10,5 millones de euros.

Bajo la presidencia de Rubio, PwC también fue multada por las auditorías de Banco Popular en los años 2012 y 2016, un proceso que generó un considerable revuelo debido a la conexión con el proceso que derivó en la posterior liquidación de la entidad financiera. En este caso, PwC llegó a recusar a Rubio al entender que existía un conflicto de intereses por su pertenencia al máximo órgano de gobierno del FROB, que fue el organismo que determinó la resolución de Banco Popular.

Relevo con el nuevo Gobierno

Deloitte fue protagonista de otra de las grandes sanciones del ICAC bajo la presidencia de Rubio, en este caso por sus trabajos para Bankia.

El nuevo Gobierno, constituido en los primeros días del presente año, cortó por lo sano con el clima de tensión que se vivía entre las grandes auditoras y su regulador. En la cascada de ceses y nombramientos que suelen suceder al inicio de una nueva legislatura se incluyó el relevo de Enrique Rubio al frente del ICAC por el actual presidente, Santiago Durán, a mediados de febrero.

Coordinación

Rubio volverá al primer plano tras ser reclutado por Renfe para su filial. Fabricación y Mantenimiento es una de la cuatro unidades en las que está dividida el grupo Renfe (junto a Viajeros, Alquiler y Mercancías), aunque desde el punto de vista de la auditoría es una de las más complejas debido a su participación, habitualmente como socio minoritario, en numerosas sociedades que comparte con grandes fabricantes del sector.

No obstante, no se descarta que Rubio acabe ejerciendo una labor de coordinación de auditoría de todas las divisiones de la compañía pública.