Jordi Gual (d), presidente de Caixabank, y Gonzalo Gortázar (i), consejero delegado, en la junta de accionistas que se ha celebrado en Valencia / EFE

Jordi Gual (d), presidente de Caixabank, y Gonzalo Gortázar (i), consejero delegado, en la junta de accionistas que se ha celebrado en Valencia / EFE

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Así fue la jugada de Caixabank para liquidar su ladrillo por 5.400 millones

En tres semanas recompra Servihabitat a TPG, vende sus activos inmobiliarios a Lone Star y participará en un 20% del beneficio de la nueva sociedad promotora que montará el fondo tejano

3 julio, 2018 00:00

Jugada a tres bandas la realizada por Caixabank, en apenas tres semanas, para sacar de su balance los casi 13.000 millones de euros de activos tóxicos inmobiliarios con que contaba el grupo financiero presidido por Jordi Gual hasta el pasado 31 de octubre de 2017. Recompra la filial Servihabitat a TPG, la vende, junto al resto de activos, a Lone Star, y se reserva participar con un 20% en una nueva sociedad promotora.

Cumple así la entidad con las exigencias del Banco Central Europeo para que los bancos se quiten de encima el lastre que supone mantener estos activos en el perímetro consolidado.

Cierre de la operación a principios de 2019

La operación no se cerrará completamente hasta principios de 2019 y no será hasta entonces cuando se sepa la cuantía definitiva del acuerdo que, con toda probabilidad, bajará de ese bruto de casi 13.000 millones brutos y 7.000 netos que se contemplan. Habrá pasado un año o algo más entre octubre de 2017 y la fecha en que finalmente se rubrique el acuerdo, por lo que esas cantidades se verán un tanto reducidas.

Será en ese momento cuando el fondo tejano Lone Star sabrá lo que deberá pagar a Caixabank para controlar el 80% de la sociedad inmobiliaria, de la que Building Center --filial del banco español-- participará con un 20%.

Unos 5.400 millones para Caixabank

Inicialmente, el valor de esa nueva compañía se sitúa en los 7.000 millones de euros, pero la salida de parte de los activos hasta el cierre definitivo de la operación provocará que ese valor se vea minorado. De esa manera, el fondo estadounidense abonaría a Caixabank una cantidad que estaría en torno a los 5.400 millones por el 80% de la nueva sociedad.

En principio, según fuentes próximas a la entidad financiera que dirige, como consejero delegado, Gonzalo Gortázar, las negociaciones entre Lone Star y Caixabank no incluían al servicer Serbihabitat en la operación.

Servihabitat, el añadido para cuadrar el acuerdo

Pero, entre las ganas del fondo TPG de desprenderse del 51% de esta sociedad --que había adquirido en septiembre de 2013-- y el impacto asumible de la recompra, llevaron a Caixabank a recuperar su filial. “Si no se hubiera hecho, el acuerdo con Lone Star se habría cerrado igualmente”, comentan las mismas fuentes.

Desde el punto de vista contable, los 176,5 millones pagados a TPG por recuperar ese 51% de Servihabitat supondrá para Caixabank un impacto negativo de 200 millones en sus cuentas al cierre de 2018

550 millones de ahorro de costes entre 2019 y 2021

A partir de aquí, todo serán beneficios para la entidad financiera. De unos 550 millones de ahorro de costes por menos carga impositiva entre los ejercicios 2019 y 2021.

Además, una vez sustanciada la operación, Caixabank se subirá, como cola de ratón, a otro nuevo player del nuevo boom inmobiliario que se vive en España. Será el segundo que impulsa el fondo tejano Lone Star tras el éxito obtenido con Neinor.

Lone Star busca repetir el éxito de Neinor

De la mano del argentino Juan Pepa, el fondo tejano saldaba una operación de manual en España, que le permitía obtener unas plusvalías de 350 millones  en apenas tres años.

Los que pasaron entre la compra, en 2015, de la cartera inmobiliaria de Kutxabank por 940 millones, la puesta en valor de los suelos adquiridos, la salida a bolsa de la nueva Neinor, en marzo de 2017, y la posterior venta del capital restante hasta desprenderse, enero de 2018, del último 12,5% de la inmobiliaria por 174 millones.

Entre 'Juanes' anda el juego

Para todo este proceso, Juan Pepa contó con su tocayo Juan Velayos, al que situó como consejero delegado de Neinor en marzo de 2015, cargo en el que se mantiene.

Velayos llegaba a la promotora avalado por su conocimiento del mercado inmobiliario español. Primera en la convulsa etapa en Renta Corporación, entre 2007 y 2012, y posteriormente como responsable del área inmobiliaria de la consultora PwC.