La ministra de Economía y vicepresidenta del Gobierno, Nadia Calviño / EP

La ministra de Economía y vicepresidenta del Gobierno, Nadia Calviño / EP

Business

El Gobierno da el beneplácito a la fusión entre Caixabank y Bankia

El Frob asegura que analiza siempre las condiciones del mercado para proteger el interés público

4 septiembre, 2020 00:51

El tsunami que ha provocado la noticia de fusión entre Caixabank y Bankia ha dejado, en la misma noche que se confirmaba la operación, las primeras reacciones. Fuentes del Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital indican que “el Frob está permanentemente analizando las condiciones con el fin de proteger el interés público de la participación de en Bankia”. 

El Ministerio de Economía asegura que dicho organismo analiza “con completa objetividad desde la perspectiva de generación de valor y optimización de su capacidad de recuperación de ayudas”. 

Recuperar las ayudas 

Las mismas fuentes inciden en que el Gobierno tiene una prioridad en relación con Bankia: proteger el interés general de los ciudadanos españoles, “maximizar el valor de la participación pública y reforzar la estabilidad financiera del país. Estos son los principios que guiarán cualquier decisión en este ámbito”.

De concretarse esta operación, la posible privatización de Bankia permitiría recuperar al Estado los cerca de 24.000 millones de euros que se utilizaron para su rescate en la compra de acciones. Dichos títulos han ido perdiendo valor con el paso de los años debido a la difícil situación que atraviesa el sector.

La Generalitat, sin capacidad de decisión

La Generalitat también ha querido valorar dicha fusión y el nuevo conseller de Empresa y Conocimiento de la Generalitat, Ramon Tremosa, ha afirmado este jueves que, si finalmente se fusionan Caixabank y Bankia, querrá saber cómo queda realmente la representación de cada parte, teniendo en cuenta que considera muy potente a la entidad catalana --ahora con sede en Valencia--, mientras que la madrileña es "un banco rescatado".

Estas palabras, no obstante, carecen de todo sentido puesto que la Generalitat es un mero espectador más, ya que no tiene competencia alguna sobre esta posible fusión que podría dar lugar al mayor banco de España.