La histórica firma Espinaler, fabricante de conservas, salsas y vermut, facturó 25 millones
La casa barcelonesa, con 128 años de historia, amasa beneficios y reparte un dividendo de 700.000 euros
15 febrero, 2024 00:00La conocida marca Espinaler, de Vilassar de Mar, sigue creciendo a paso de carga, cuando van transcurridos 128 años desde su fundación en 1896. La tendencia alcista se mantiene desde hace muchos lustros. Pero se aceleró a partir del año 2000, cuando sus gestores decidieron dar un paso al frente y extendieron las actividades al resto de España.
Resultados y dividendos
La sociedad elabora conservas de pescado, marisco y vegetales, así como vermut, patatas fritas, aceitunas, cava y una afamada salsa para condimentar sus productos del mar y las patatas.
En 2022, las ventas subieron de 24,7 a 25 millones. Este guarismo multiplica por cuatro los ingresos que la empresa registraba un decenio atrás.
Espinaler siguió anclada con firmeza en la senda de la rentabilidad, aunque sus beneficios experimentaron una flexión y pasaron de 0,7 a 0,6 millones.
La junta de socios acordó incrementar el dividendo de 0,5 a 0,7 millones, cifra esta última algo superior a las ganancias del ejercicio.
ESPINALER EN CIFRAS (en millones de euros)
Año | Ventas | Beneficio |
2022 | 25 | 0,66 |
2021 | 24,7 | 0,70 |
2020 | 20,2 | 0,53 |
2019 | 18 | 0,38 |
2018 | 17 | 0,07 |
2017 | 15,9 | 0,26 |
2016 | 14,7 | 0,44 |
Dueños
Tres son los propietarios de Espinaler, a saber, las mercantiles Tapias del Valle, Mikitaps y Polbisan, que son titulares del 76%, 12% y 12%. Sus dueños respectivos son Miquel Tapias Roldós (administrador único de Espinaler), más sus hijos Miquel y David Tapias López. Los dos últimos son tataranietos del pionero y quinta generación de la familia al frente del negocio alimentario.
Patrimonio
Tras el desembolso del dividendo, los fondos propios quedan fijados en 5,5 millones. Las deudas bancarias suman 3,5 millones.
La compañía emplea a 85 trabajadores.
Trayectoria secular
La historia de la casa arranca en 1896, cuando Miquel Riera Prat se traslada desde una masía de Argentona a Vilassar y abre una modesta taberna. A comienzos del siglo XX consiguió licencia para inaugurar un estanco, que supuso un fuerte impulso económico.
Al margen de los negocios alimentarios, la compañía posee una filial al 100% titulada Espinaler Patrimonio, que se dedica a la tenencia de los bienes raíces del grupo familiar.