La constructora Ingenova se desmorona
Además de esta empresa leonesa que desemboca en la suspensión de pagos, también se ha hundido la curtidora Tradelda
25 marzo, 2020 00:00La compañía Ingenova Norte ha presentado un concurso voluntario ante el Juzgado de Primera Instancia número 8 de León, que también entiende en los asuntos mercantiles.
El auto del juez Pablo Arraiza Jiménez ordena la intervención de las facultades de gestión y las entrega al administrador concursal Guillermo Bueno Revuelta.
Ingenova es una firma constructora y de ingeniería, que también aborda la decoración de interiores. Una de sus especialidades es la insonorización acústica de locales y edificios.
Facturación a la baja
La empresa trabaja en obras de franquicias, locales comerciales, oficinas, apartamentos turísticos, supermercados y viviendas. Tiene delegaciones en Madrid, Ferrol y Valladolid.
Ingenova está dirigida por Jorge Mariño Boix e Iván Rubio González.
Las ventas de la entidad cayeron de 8,7 a 7 millones en 2018, últimas cuentas conocidas. El resultado, que en 2017 arrojó 93.000 euros de ganancia, se trocó en un severo quebranto de 1 millón. Tamaño boquete agotó los escasos recursos propios y dejó el patrimonio en 1 millón negativo.
Reconocimiento internacional
Curiosamente, en 2018 Ingenova apareció en la lista de las mil compañías europeas de mayor crecimiento que publica cada año el afamado diario británico Financial Times.
Ingenova fue fundada en 2010. Un lustro después incurrió en los primeros impagos. Semejante circunstancia se repitió en todos los años siguientes, hasta terminar en la presente declaración formal del concurso de acreedores.
La curtidora Tradelda, en quiebra
Otra firma que ha entrado en fallido es Tradelda. Lo tramita el Juzgado Mercantil número 2 de Alicante. Las deudas suman unos 5 millones, frente a un activo de 7 millones. El administrador concursal es Miota & Alonso Asociados, que ha designado a Luis Fernando Alonso Saura.
Tradelda tiene su cuartel general en el polígono industrial Finca Lacy, de Elda. Se dedica a la producción y comercialización de pieles porcinas de alta calidad, que luego son utilizadas como forro por la industria del calzado.
La firma gira 7 millones anuales, aunque contabiliza pérdidas consecutivas desde 2017.
Poco antes de llevar sus libros contables al juzgado, el consejo presentó la renuncia. Estaba formado por José Tomás Sierras Casáñez, más Mónica, Antonio Manuel y José Tomás Sierras Gutiérrez. Desde entonces la empresa está administrada por el primero de ellos, que además es el patriarca de la saga.