Las 'sicavs' de Ricardo Bofill bajan un 2% en 2018
El arquitecto catalán tiene 26,8 millones de euros en dos sociedades de inversión
12 abril, 2019 00:00Las sociedades de inversión del arquitecto barcelonés Ricardo Bofill no han sufrido los fuertes deterioros experimentados por otras entidades del mismo género en 2018, sobre todo como consecuencia de un cuarto trimestre muy negativo.
El año pasado Bofill huyó de la renta variable, sometida a los albures de los altibajos del mercado bursátil, y se refugió en la seguridad de los bonos corporativos.
Sede en Madrid
El veterano arquitecto controla dos sicavs tituladas Kappa Sounion Cartera y Alfa Inversiones Bursátiles, ambas domiciliadas en Madrid. La primera está gestionada por Caixabank Asset Management y la segunda por BBVA.
El volumen de recursos administrados por el binomio se cifraba al cierre del último ejercicio en 26,8 millones de euros, es decir, un 2% por debajo de los fondos que lucían en 2017. Hace un par de años, las dos instituciones de ahorro contaban con 27,1 millones y en 2015, con 25,9 millones.
El perfil de riesgo de los dos vehículos inversores es medio-bajo, con un 3 sobre una escala de 7.
Títulos extranjeros
Los fondos de Kappa están colocados sobre todo en el exterior, salvo un millón de euros invertido principalmente en acciones de Caixabank. También posee pequeños paquetes de Acciona, Telefónica e Inditex.
Hace un año Kapa tenía 4,5 millones en setenta valores de primera fila de EEUU, Suiza, Alemania y Francia. Los vendió en su totalidad y dobló la apuesta en bonos corporativos de Intesa Sanpaolo, Bank of America, Morgan Stanley, Societe General, Lloyds, Goldman Sachs, Ford, AT&T, BBVA, Santander UK, RCI Banque y Unicredit. El dinero remansado en estos productos pasó de 4,9 a 8,1 millones. La única renta variable que mantenía al cierre de 2018 es Black GLB y Morgan Stanley, por importe de 3,4 millones. Los fondos disponibles en liquidez también han aumentado de forma considerable, de 415.000 euros a 1,5 millones.
En cuanto a Alfa Inversiones, Ricardo Bofill repitió la misma jugada que en Kappa. Enajenó toda la renta variable, acrecentó la tesorería de 358.000 euros a 1,5 millones, y reforzó sus posiciones en bonos corporativos, con una cartera de empresas prácticamente idéntica a la de Kappa.