Skís Rossignol crece un 5% y factura 34,5 millones
Los beneficios también aumentan y rebasan los 600.000 euros
2 marzo, 2018 00:00La compañía Skís Rossignol de España ha cerrado en 2017 un ejercicio satisfactorio. Todas las rúbricas del balance se movieron al alza y en algunos alcanzan magnitudes máximas en los 46 años de vida de la sociedad.
Las ventas pasan de 32,8 a 34,5 millones de euros. La práctica totalidad de los ingresos procede del mercado internacional. El flujo de caja rondó los 2,6 millones. El beneficio neto después de impuestos sube de 579.000 a 604.000 euros. La firma tiene 210 empleados.
Rossignol cuenta con una planta industrial en España, en concreto en el polígono industrial Santa María del municipio barcelonés de Artès.
La construyó a comienzos de los años setenta del siglo pasado, gracias a Laurent Boix Vives, gran patrón de la marca francesa, que era un enamorado de Cataluña. Artès también alberga la sede social para la península Ibérica. De momento no se ha movido fuera de Cataluña. La empresa está dirigida por Bruno Cercley.
De EEUU a Australia
El recinto industrial manufactura cada año medio millón de pares de esquíes. La producción de alpinos de la factoría equivale al 10% de todo el mercado mundial de dicho producto. Artès representa el 15% del volumen de negocio de Grupo Rossignol.
Skís Rossignol de España depende orgánicamente de la matriz francesa Rossignol. Ésta, a su vez, gira en la órbita del grupo estadounidense Quicksilver, especialista en planchas y ropa para la práctica de surf. Hace muy pocos días, Quicksilver ha tomado el control de la australiana Billabong por 248 millones de euros.