El polo biofarmacéutico de Cataluña avanza hacia la industria: "Queremos ser el Boston de Europa"

Hay empresas, hay infraestructura y hay talento. Cataluña tiene los tres pilares esenciales para el crecimiento y la consolidación del polo biofarmacéutico que, en la actualidad, factura cerca de 7.800 millones de euros, equivalente al 2,7% del PIB autonómico, y da empleo a 21.200 personas, aun con retos mayúsculos por delante, como la agilidad administrativa o la captación de talento internacional para industrializar los procesos. 

Esas fueron las principales conclusiones de la jornada Cataluña como polo biofarmacéutico: política, inversión e innovación para liderar en salud, organizada por Foment del Treball este lunes, en la que discutieron tanto desde el ámbito institucional como empresarial las diferentes garantías que se deben dar para el crecimiento sostenible de una industria que acapara las miradas por distintas razones, como la calidad de empleo, los beneficios millonarios y la planificación que otorga en el campo sanitario, contando el 44% de las plantas de producción de medicamentos del país, además del 29% de la inversión en R+D del sector.

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Amplia red de investigación

"En Cataluña, queremos ser el Boston de Europa", afirmó Carles Campuzano, presidente de la Comisión de Salud del Parlament de Cataluña, durante su intervención en la primera mesa del evento, Quin ecosistema biosanitari volem a Catalunya? Atracció d'inversions i reptes des de la governança política. En las últimas décadas, el consenso político a la hora de apostar por la innovación y la investigación biosanitarias ha sido contundente, "independientemente de los colores políticos o situaciones de extrema complejidad". 

Más allá del procés o de casos que atraviesan todavía a la sociedad catalana, la planificación permitió articular centros de investigación y programas dispuestos a dar alas al sector, ya sea con la ejecución del programa público Icrea para dar empleo a los investigadores punteros, o la formalización en el 2006 de la fundación público-privada Biocat, con 41 centros de investigación, 21 hospitales universitarios, 12 universidades y 14 parques científicos y tecnológicos. 

A este universo que sigue en expansión, se añaden superestructuras, ya sea el Barcelona Supercomputing Center (BSC), el Centro Nacional de Análisis Genómica (CRG), el Sincrotrón Alba o el reciente estreno del hub internacional de AstraZeneca, con una inversión de 1.300 millones de euros en el territorio hasta 2027 y la capacidad de dar empleo, directo e indirecto, a unas 1.600 personas. 

De izq. a dcha., Montserrat Erra, representante de Almirall, Javier Malpesa, responsable de investigación clínica en Novartis, la directora médica de AstraZeneca, Ana Pérez, y Joan Petit, chief industrial operations officer de Esteve, durante la jornada Foment del Treball Barcelona

Industria

En la línea, Jaume Baró i Torres, secretario de Empresa y Competitividad, subrayó la fuerte influencia de Cataluña: "Estamos jugando en la Champions League, por lo que hay que mantener el liderazgo", más en un área relacionada con "el estado de bienestar" que debe estar unida a la transferencia de conocimiento en el sistema sanitario. "Queremos un país industrial, digital y sostenible", por lo que la capctación de inversiones a través de ACCIÓ se redobla con saltos cualitativos. 

Ante una esfera donde hay 3.000 empresas situadas en el sector Health, con 200 nuevas sociedades relacionadas con temas de salud y biotecnología, Marta Villanueva, regidora de Salud, Personas con Discapacidad y Estrategia contra la Soledad del Ayuntamiento de Barcelona, compartió su impresión: "Debemos acabar de consolidar la parte de producción industrial", es decir, hacerlo "aterrizar" para no perder los recursos, como a través de la implementación de una ventanilla única. 

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El sistema sanitario, con más objetivos

Pero, ¿en qué medida se beneficia el sistema sanitario de esta despliegue ingente de recursos? Antoni Plasència, director general de Investigación e Innovación en Salut, reactivó en junio la DGRIS tras tres años con el propósito de avanzar en terapias avanzadas, inteligencia artificial y acceso a los datos en materia de salud, y servir como puente para reforzar la colaboración entre los centros de investigación y los de atención sanitaria en ámbitos como las terapias avanzadas, la medicina personalizada o los biomarcadores.

En referencia al informe EITO, del Observatorio Europeo de Tecnologías de la Información, hay tres lanzas: "Alinear, actuar y acelerar", tres ejes para "consolidar" y "reforzar" la infraestructura estratégica que se ha creado hasta la fecha. La innovación empresarial y la planificación pública requieren de unos tiempos diferentes, remarcó, que no tienen por qué ser un impedimento. "Tendemos a olvidar que los sistemas públicos se crearon a partir de la II Guerra Mundial delante del desconcierto, el miedo y el riesgo de polarización, siendo ahora un elemento de cohesión social y económico". 

Modelo público-privado

El aumento de la esperanza de vida es un indicador clave de esta cohesión social, mientras que la salvaguarda del sistema recae en que su población esté sana, como sucedió en la pandemia de la covid, con tal de que no se frene abruptamente el tejido económico e industrial. Por tanto, el especialista insistió en que la generación de conocimiento pasa por los pacientes, ya que "no puede haber un sistema de salud sin investigación e innovación, y viceversa": dos vasos comunicantes interdependientes. 

"Necesitamos retener perfiles altamente especializados, en bioproducción, IA, y más capital, consolidado y de crecimiento, al igual que incentivos económicos", todo ello, manifestó, para también diversificar la industria farmacéutica, como puede ser en aras de la prevención a la hora de abordar cómo afectará a la salud de la ciudadanía tanto la crisis climática como la vuelta de otra posible pandemia. 

Punto al que Campuzano añadió lo siguiente: "El origen del éxito de nuestro modelo consiste en un modelo de salud robusto, con hospitales universitarios y trabajadores de altísimo nivel, aunque con un sistema muy tensionado". El gasto extra anual llega a los 3.000 millones, recalcó, acompañado de un nivel de insatisfacción bastante alto y una sensación de ineficacia a la hora de atender a los usuarios.

Con este panorama, el representante de ERC habló de la colaboración público-privada desde el punto de vista de "compartir horizontes y estrategias" para compensar los altibajos y que, desde el sector privado se logre ampliar la repercusión positiva de sus beneficios, al igual que desde el ámbito público se deben dar fórmulas y herramientas para lograr mayores contribuciones.

La industria habla

En último término, ese habría de ser el fin de las farmacéuticas que se asientan en Cataluña: mejorar la salud de todos y cada una de las personas que habitan el territorio. Una cuestión que compartieron los representantes de las grandes casas en la segunda mesa del encuentro, Catalunya en el mapa global de la innovació en salut. 

Montserrat Erra, miembro de Almirall, fue clara y contundente: "Necesitamos que las administraciones recozcan la innovación y un marco económico estable". Los planes de investigación de la industria pueden alargarse entre diez y 15 años, estableció, y pasar de la fase 0 a la etapa de la comercialización requiere de pruebas y errores que requieren de una inyección financiera potente para mantener la viabilidad de los proyectos. 

Ensayos clínicos y más inversión

Con la consolidación del hub que mantiene la compañía en Sant Feliu de Llobregat, se ofrece colaboraciones tanto con el CRG o el BSC, y con otras empresas para, justamente, contrarrestar los miedos en la inversión y "fomentar que la industria quiera invertir con nuevos proyectos, porque al final queremos ayudar a nuestros pacientes y curarlos".

En este sentido, hubo una llamada de atención hacia la planificación en movilidad, ya que las conexiones entre el área metropolitana de Barcelona y la localidad revertiría en una mayor captación y satisfacción de los trabajadores. 

En paralelo, Javier Malpesa, responsable de investigación clínica en Novartis, destacó el crecimiento asombroso de España en los últimos 25 años con respecto al desarrollo de ensayos clínicos: "Antes, solo podían acceder algunas personas privilegiadas, ahora es el país que más atrae y cualquier paciente se puede beneficiar". Por ello, Cataluña representa entre el 25-30% de la investigación clínica a nivel nacional.

Las líneas en las que actuar rápidamente son varias para mantener el nivel de excelencia, especificó: apostar por la profesionalización e investigación clínica, ya que hay más de 500 empleados en el hub de Barcelona; también, implicar a los profesionales sanitarios del ámbito hospitalario en los planes farmacéuticos; y descentralizar el modelo, con el fin de que "los ensayos clínicos se adapten a las necesidades de los pacientes", ya sea asistiéndolos a domicilio o monitorizar sus datos básicos.

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Prevención y desburocratización

El futuro ya está aquí y, como dijo la directora médica de AstraZeneca, Ana Pérez, "la IA y la digitalización trae una nueva forma de entender el manejo de las enfermedades y el flujo del paciente". La meta será trabajar en prevención y con un ecosistema cada vez más cambiante, adaptar las tecnologías a los usos domésticos para tener un impacto real, es decir, reducir costes, maximizar la agilidad administrativa y revertir en un mejor estado de salud. 

En el caso de la farmacéutica Esteve, Joan Petit, chief industrial operations officer, aclaró que los 1.000 empleos que hay en Cataluña, junto a los 1.600 colaboradores en todo el mundo, proporcionan un volumen de negocio de 500 millones al año. Un impacto económico que se logra con el interés manifiesto de la Generalitat, desde donde se imprimió el sello de proyecto estratégico a la propuesta de la planta de Celrà (Girona), con 110 millones de euros de inversión y 115 trabajadores en dos años. 

El president de Foment del Treball, Josep Sánchez Llibre, el conseller de Empresa y Trabajo, Miquel Sàmper, la presidenta de Farmaindustria, Fina Lladós, y el secretario de Empresa y Competitividad, Jaume Baró i Torres, en la jornada sobre el polo biofarmacéutico Foment del Treball Barcelona

"El reto para la administración es que la obtención de permisos se reduzcan a la mitad de tiempo", más allá de la catalogación que se les dé, insistió. A este reto se le sumaría otro: la modernización de las infraestructuras presentes en Cataluña, con tal de alcanzar la menor huella ambiental. Edificios sostenibles que permitan invertir en recursos energéticos e hídricos, además de gestión de residuos, para cumplir con los parámetros de la agenda verde y consolidar centros de trabajo eficientes.