Fachada de la sede de Telefónica

Fachada de la sede de Telefónica Europa Press

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El plan que busca recuperar el pulso de Telefónica en bolsa tras retroceder un 56% en la última década

La compañía no ha sido ajena al castigo sufrido por sus comparables europeas, lastradas por el exceso de regulación y un mercado atomizado que lastra las inversiones y ensancha la distancia con los gigantes de China y EEUU

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Telefónica presenta este martes un nuevo plan estratégico llamado a marcar un antes y un después en la ya centenaria historia de la operadora. De su acogida por los inversores y su posterior desarrollo depende que uno de los tradicionales referentes de la bolsa española reverdezca viejos laureles y vuelva a ser uno de los títulos que marque tendencia en el mercado. 

Hace tiempo que el valor no figura entre los cinco del Ibex 35 con mayor capitalización. En los últimos años ha llegado a desaparecer incluso del top ten. Aquella empresa que a comienzos de siglo estaba valorada en más de 100.000 millones de euros, contempla ahora cómo hasta cuatro cotizadas españolas sobrepasan esta barrera (Inditex, Santander, Iberdrola y el BBVA), mientras que su capitalización se sitúa en torno a los 25.000 millones. 

En la última década, el precio de los títulos de Telefónica ha retrocedido algo más de un 56%. Lejos de ser una excepción, la operadora ha replicado el comportamiento de la mayoría de sus comparables europeos.

El sector arrastra varios lustros de desconfianza por parte de los inversores, que han castigado al sector de las 'telecos' europeas por su falta de ambición, mientras la distancia con sus rivales de EEUU y China se hace cada vez mayor. 

No ha sido más próspera la historia bursátil de Vodafone en estos últimos diez años, en los que acumula descensos del 61%. Su rival BT Group se ha dejado cerca de dos tercios de su valor en este mismo periodo, en el que Telecom Italia se ha depreciado cerca de un 60%.

El precio de la acción de Telefónica, en las pantallas de la Bolsa de Madrid / EP

El precio de la acción de Telefónica, en las pantallas de la Bolsa de Madrid / EP

Telefónica ha sido una víctima más de un escenario anclado en el pasado, como es el de las telecomunicaciones en el ámbito de la Unión Europea. El foco en la proliferación de la competencia para favorecer al cliente final ha involucrado a los principales grupos del Viejo Continente en una carrera baldía por los ingresos, en detrimento de las inversiones en tecnología que sí han llevado a cabo las ‘telecos’ de EEUU y China. 

Mientras las empresas de referencia del sector en Europa perdían tiempo y recursos en reclamar un marco regulatorio que permitiera una adecuada consolidación que abriera las puertas a grandes inversiones, gigantes tecnológicos como Google, Apple o Amazon han desarrollado grandes negocios en el Viejo Continente a costa de las redes desarrolladas por las 'telecos' europeas. 

Dos realidades muy distintas

Las cifras hablan por sí solas. En EEUU compiten tres grandes operadoras de telecomunicaciones y unos 70 operadores virtuales para dar servicio a una población de 335 millones de habitantes. En el caso de China, cuatro operadores principales y menos de 20 virtuales están a disposición de los aproximadamente 1.400 millones de personas que habitan el gigante asiático. 

Dos realidades muy distintas de la que se da en la Unión Europea, donde hasta 34 compañías principales y en torno a 350 operadores virtuales se reparten los 460 millones de potenciales clientes que componen el mercado. Un escenario que se traduce en que los ingresos por cliente de cualquiera de las grandes empresas de EEUU triplica a los registrados por un comparable europeo.

Hemiciclo del Parlamento Europeo, en Bruselas

Hemiciclo del Parlamento Europeo, en Bruselas EUROPA PRESS

Con todo, el sector 'teleco' en Europa marcha a remolque del que se desarrolla en otros grandes bloques económicos del planeta, lo que ha derivado en un escenario de dependencia que no resulta atractivo para el mercado. 

Además, las operadoras europeas también se ven lastradas a la hora de ofrecer una retribución a sus accionistas adecuada para lograr un compromiso de permanencia a largo plazo como socio.

Telefónica ha experimentado una meritoria reacción bursátil en el último lustro, tras haber caído a mínimos como consecuencia del desplome de los mercados provocado por la pandemia. Un rebote en el entorno del 75% apoyado en la llegada de nuevos accionistas de referencia, como la saudí STC o el propio Estado español, a través de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales

Por su parte, Criteria Caixa aumentó su participación desde el entorno del 1,6% que mantenía hasta el 10% con el que cuenta a continuación. No obstante, transcurrido el efecto de estas compras, la acción ha vuelto a estancarse, a la espera de acontecimientos que marquen el futuro del sector. El plan estratégico será uno de los más determinantes.