Un profesor / Freepik

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Un profesor, sobre su sueldo en Cataluña: “Cobro alrededor de 2.000 euros, en el País Vasco o en Madrid ganan más”

El docente, que imparte clases en ciclos formativos de química, ha señalado que Cataluña se encuentra, "por desgracia", entre las comunidades autónomas que peor pagan a su personal en el sector de la educación

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El debate sobre la remuneración en el sector público, especialmente en la educación, se intensifica cuando se analizan las disparidades geográficas dentro del territorio español.

Un profesor de ciclos formativos de química en Cataluña ha puesto el foco en esta problemática, revelando que, pese a su dedicación, su salario se sitúa en una de las franjas más bajas a nivel nacional, una realidad que le lleva a considerarse mal pagado.

"Cobro alrededor de 2.000 euros, en el País Vasco o en Madrid ganan más", esta contundente declaración encapsula la frustración que sienten muchos profesionales de la enseñanza en Cataluña.

El docente, que imparte clases en ciclos formativos de química, ha señalado que Cataluña se encuentra, "por desgracia", entre las comunidades autónomas que peor pagan a su personal en el sector de la educación.

El profesional cobra "alrededor de 2000 euros". Para él, la comparación no es meramente una queja sobre su propia situación económica en abstracto, sino un ejercicio de justicia comparativa dentro de su mismo puesto de trabajo a nivel estatal.

El profesor explica claramente que su punto de referencia no son otras profesiones, sino "mi propio puesto en otras comunidades autónomas, no fuera de este país, que también, por ejemplo, en el País Vasco o en Madrid cobran bastante más que que aquí en Cataluña".

Se trata de una disparidad real la que hay en ciertos salarios públicos, ya que estos dependen de cada comunidad, de los complementos y de la especialidad. Lo que al igual que este joven hay muchos profesores que subrayan que se trata de una diferencia salarial significativa y esta repercute en factores como la calidad de vida y el atractivo de la profesión docente en la comunidad catalana.

Además, el profesional considera que “no” está bien pagado. Esta percepción de infravaloración se da en un contexto donde los educadores cumplen un papel fundamental en la formación de los futuros profesionales.

La formación: de la empresa al ciclo formativo

La experiencia profesional del profesor añade una capa de conocimiento práctico a su perspectiva sobre el sistema educativo. Él mismo pasó por una trayectoria que lo llevó del mundo universitario al corporativo, y finalmente a la enseñanza de ciclos formativos.

Tras finalizar la carrera, se incorporó a una empresa y, después de trabajar allí un tiempo, se dio cuenta de una carencia fundamental en su formación: "me di cuenta de que sobre el mundo laboral no tenía ni idea". Esta revelación personal alimenta su actual enfoque y su fuerte defensa de la Formación Profesional (FP).

Para aquellos que buscan una inserción laboral directa y práctica, el profesor afirma que "Si tú quieres trabajar un ciclo formativo es perfecto". Sin embargo, si el objetivo es ir más allá en el conocimiento teórico, el camino pasa por la carrera universitaria: "Si tú quieres ir un poco más allá de conocimiento, pues tienes que sacarte la carrera".

El coste de la disparidad

El profesor de ciclos formativos de química representa la voz de un sector esencial que, a pesar de su contribución directa a la economía y al desarrollo profesional, se siente relegado en términos de remuneración en Cataluña.

El hecho de cobrar "alrededor de 2000 euros", una cifra considerada insuficiente, especialmente al compararse con colegas que realizan exactamente el mismo trabajo en otras regiones del país como “el País Vasco o Madrid”, plantea serias dudas sobre la valoración que las administraciones autonómicas catalanas otorgan a sus docentes.