Jordi Gruart, experto en viviendas / CG

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Jordi Gruart, experto en vivienda, avisa tras rozar los 5.000 euros el m²: “Comprar un piso en Barcelona es imposible, solo si eres rico o lo heredas”

El agente explica que para un residente promedio, alguien que cuenta con su nómina y quizás con "algo ahorrado", simplemente no existe la opción de acceder al mercado

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Según el último informe de Idealista, el precio medio de la vivienda en Barcelona se situó en 4.989 euros/m² en septiembre de 2025. La cifra se mantiene estable respecto a agosto, pero acumula un avance trimestral del 1,4% y un fuerte incremento interanual del 9,4%.

En la ciudad de Barcelona, la preocupación por el acceso a la vivienda continúa siendo uno de los temas más sensibles para la ciudadanía. La combinación de precios elevados, una oferta limitada, la inestabilidad laboral y la creciente presión del turismo conforman un escenario que agrava la ya prolongada crisis habitacional en Cataluña.

Por otra parte, tanto el coste del alquiler como el de la compra de inmuebles siguen en ascenso y han alcanzado niveles récord, duplicándose en los últimos diez años. Este incremento sostenido se ha convertido en uno de los principales desafíos del mercado inmobiliario, dificultando cada vez más el acceso a una vivienda digna para amplios sectores de la población.

El mercado inmobiliario en Barcelona ha alcanzado un punto de inflexión crítico, según el análisis de expertos en vivienda. Jordi Gruart, en declaraciones contundentes, subraya que "Comprar piso en Barcelona [es] misión imposible, solo si eres rico o si heredas". Esta dura realidad pone de manifiesto la creciente brecha entre los precios de la vivienda y la capacidad adquisitiva de los residentes locales.

Gruart enfatiza que los precios están "por las nubes". Para un residente promedio, alguien que cuenta con su nómina y quizás con "algo ahorrado", simplemente no existe la opción de acceder al mercado. Este segmento de la población se encuentra sin "ni opción de alquilar ni de comprar".

No hay oferta

La principal causa de esta situación insostenible es la "muy poca oferta" de viviendas disponibles. Los pocos pisos que llegan al mercado son rápidamente absorbidos por dos grupos principales: "inversores extranjeros o quien hereda". Gruart detalla que "competir contra esto es imposible".

Un dato crucial que respalda la tesis de la inaccesibilidad es la alta proporción de transacciones que no requieren financiación bancaria. El experto señala que "Casi el 30% de las compraventas se hacen sin hipoteca". Este porcentaje indica que una parte significativa del mercado es manejada por capital que no depende de las condiciones crediticias estándar, dejando fuera a los compradores tradicionales.

A pesar de que algunos argumentan lo contrario, Gruart sostiene que los precios "siguen subiendo", a pesar de que "Dicen que no hay burbuja". La consecuencia directa de esta dinámica es la expulsión de los ciudadanos de la capital catalana. La gente de Barcelona "se tiene que ir fuera, fuera del centro o fuera de su ciudad".

Ante este escenario, el experto plantea una pregunta fundamental sobre la naturaleza del mercado: "¿Esto es un mercado libre o una trampa disfrazada?". La gestión política tampoco escapa a su crítica, pues observa que "los políticos, mientras tanto, poniendo palos en las ruedas".

Gruart también hace un llamado a la acción y a la reflexión para aquellos impactados por la crisis. Si bien el panorama es desalentador, insta a la comunidad a expresar su opinión si creen que la situación actual "no es normal". Además, ofrece su asesoramiento a aquellos propietarios que tienen dudas sobre qué hacer con sus pisos.

El mensaje final es claro: la crisis es profunda y afecta directamente la viabilidad de la vida en la ciudad para la mayoría de sus habitantes, salvo para la élite con recursos o patrimonio heredado.