Pisos que se destinarán a alquiler social Diputación de Barcelona Barcelona
Las donaciones familiares se multiplican por la crisis del alquiler en Cataluña
“El 99% de los pisos con dos habitaciones superan los 1.000 euros en las ciudades más pobladas”, asegura el CEO de Trioteca, Ricard Garriga
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La crisis del alquiler obliga a los padres a rescatar a sus hijos. Independizarse siempre ha sido complejo, pero los precios disparados del alquiler están provocando una situación inédita. Solo el 15,2% de las personas menores de 30 años puede permitirse emanciparse, el peor dato desde que hay registros.
Las familias, sin soluciones a la vista, recurren a la ayuda económica directa. En ese escenario eligen la donación, según explica Ricard Garriga, director general de Trioteca. Este año se espera que estas donaciones lleguen a máximos, después de que el pasado año crecieran un 15% respecto al año anterior, alcanzando la cuota más alta de la serie histórica, según datos del Centro de Información Estadística de Notariado (CIEN).
Las familias, el último colchón
Estas formas de transmisión patrimonial aumentan también por las modificaciones fiscales en torno a las herencias, que invitan a muchas personas a adelantarlas en vida. También influye que, para la generación de los ‘baby boomers’, los nacidos entre 1946 y 1964, la riqueza estaba ligada a la propiedad y muchas familias tienen en su patrimonio más de una vivienda.
Garriga describe el escenario actual que lleva a las familias a realizar ese tipo de operaciones, a pesar de los trámites burocráticos y los impuestos que implica. “En Barcelona, el 99% de los pisos en alquiler de dos habitaciones o más en una de las plataformas inmobiliarias más reconocidas cuesta más de 1.000 euros. Las cifras hablan por sí solas”, añade.
14 años de trabajo para comprar
Según los últimos datos del Observatorio de Emancipación del Consejo de la Juventud de España del segundo semestre de 2024, el salario neto mensual de un joven en España es de 1.170,54 euros, por lo que deben destinar el 92% de su sueldo a pagar el alquiler si quieren vivir solos. Esto ha provocado que un tercio deba compartir piso para hacer frente a los gastos del hogar.
En caso de que un menor de 30 años quiera comprar una casa, deberá destinar, de media, cuatro años completos de su sueldo solo para cubrir la entrada. Y para afrontar la compra íntegra, hasta 14 años de su salario.
Tan solo el 26,4% de las personas jóvenes con trabajo vive fuera del hogar familiar. Es decir, tres de cada cuatro jóvenes con empleo no están emancipados. Estas cifras destapan una cruda realidad: el 30% de los jóvenes está en riesgo de pobreza o exclusión social debido a la problemática de la vivienda.
- ¿La emancipación juvenil en Cataluña está en mínimos históricos?
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Sí, lo está y lo seguirá estando si no varían las reglas del juego. Actualmente, en Barcelona es prácticamente imposible encontrar un piso en alquiler por debajo de los 1.000 euros. Con una búsqueda en uno de los portales más reconocidos de inmuebles, donde hay publicados más de 5.000 anuncios, solo 17 cumplen esa condición con dos habitaciones. Hace diez años, un piso entero costaba lo que ahora vale una habitación.
Si se hace la misma radiografía en Madrid, podemos ver que ocurre prácticamente lo mismo. De 11.000 pisos con dos habitaciones, solo 89 mantienen un precio por debajo de los 1.000 euros. Y las condiciones de esos pisos son muy deficientes en la mayoría de casos.
- En muchas ocasiones solo pueden alquilar una habitación…
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El precio medio de la habitación de estudiante alcanza ya en Barcelona los 600 euros al mes, con una subida del 10% anual, según un estudio reciente. Los precios están desorbitados.
- ¿Qué papel juegan las familias?
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Cada vez se hacen más donaciones para mejorar la situación de los hijos. La imposibilidad de asumir el alquiler provoca una fuerte presión económica y emocional, mientras que pagar la entrada de una vivienda equivale a cuatro años de salario. Los padres no quieren ver sufrir a sus hijos.
- ¿La compra también está creciendo en este contexto?
- Es cierto que es mucho mejor para los jóvenes pagar una hipoteca que un alquiler. En Trioteca estamos ofreciendo hipotecas con un interés del 2,21%, frente al 2,97% que fija como interés medio el INE. La bajada de los tipos de interés, sumada al alza del precio del alquiler, alimenta el efecto ‘FOMO’ (miedo a quedarse fuera de una oportunidad). Esa ansiedad empuja a muchos jóvenes a hipotecarse”. Este fenómeno ha disparado los contratos hipotecarios, que han aumentado un 23,7% en un año en nuestro caso.
- ¿Qué barreras específicas encuentran los jóvenes para acceder a una hipoteca?
- El impuesto de transmisiones patrimoniales (ITP) en Cataluña es del 10%. Quitar ese impuesto sería la única vía para desbloquear la problemática de la vivienda en Cataluña. No acabaría con el problema, pero sí permitiría que más jóvenes con ahorros accedieran a una vivienda en propiedad.
- En Cataluña, son muy beneficiosos los préstamos establecidos por el Govern a través del Institut Català de Finances que cubren hasta el 20% del inmueble con un interés al 0%. Además, no es necesario devolverlos hasta que se tiene la hipoteca pagada. Pero no es suficiente.
- ¿Qué otras soluciones se contemplan para cambiar este escenario?
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En nuestra opinión, las políticas de control de alquiler han distorsionado el mercado. Cuando se limita el precio, muchos propietarios retiran sus pisos del mercado. Eso reduce la oferta y encarece los precios. La solución sería proteger al propietario para que ponga más viviendas en el mercado: con más oferta, los precios se autorregularían.
Ampliar el parque de vivienda protegida es positivo, pero cuando se anuncia un piso de protección oficial tarda de media entre cinco y 10 años en estar construido el inmueble.
- ¿Estamos ante una “generación atrapada”?
- Sí. Aunque trabajan, muchos jóvenes no pueden emanciparse. El horizonte, por ahora, no muestra señales de cambio y amenaza con consolidar una generación atrapada en casa de sus padres.