De izq. a derecha: Josep Taberneto, director del Instituto Oncológico del Vall d'Hebrón y Lluís Torner fundador y exdirector del Instituto de Ciencias Fotónicas (ICFO)

De izq. a derecha: Josep Taberneto, director del Instituto Oncológico del Vall d'Hebrón y Lluís Torner fundador y exdirector del Instituto de Ciencias Fotónicas (ICFO) Crónica Global

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Los investigadores del 'caso Cellex' sospechan que Tabernero y Torner conocían el desvío del patrimonio de Pere Mir

Los agentes de la Unidad Antiblanqueo detallan en su informe que las donaciones que recibieron ambos científicos "no se justifican realmente por los fines sociales de la fundación"

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El goteo constante de información sobre la presunta trama de descapitalización de las Fundaciones Cellex y Mir Puig sitúa al doctor Josep Tabernero en una posición cada vez más comprometida.

Si bien los agentes de la Unidad Central contra el Blanqueo de Capitales de los Mossos d'Esquadra señalan a Jordi Segarra como el cerebro de la operación de expolio, el papel secundario que ha intentado proyectar el jefe del Instituto de Oncología del Vall d'Hebrón está evolucionando a una implicación notablemente delicada.  

Según la documentación a la que ha tenido acceso Crónica Global, tanto Tabernero como Lluís Torner --fundador y exdirector del Instituto de Ciencias Fotónicas (ICFO) de Cataluña-- tenían pleno conocimiento de que Jordi Segarra, el principal heredero del legado de Pere Mir, estaba desviando el dinero del fallecido mecenas.

Parte del informe al que ha tenido acceso Crónica Global

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Lluís Torner lo sabía 

Estas sospechas han quedado reflejadas en el informe que la policía catalana elabora en el marco de la investigación que instruye el Juzgado de Instrucción núm. 12 de Barcelona.

En dicho informe también se detalla que las donaciones recibidas por Lluís Torner y Josep Tabernero por parte de sociedades vinculadas a Cellex y Pere Mir “no se justifican realmente por los fines sociales de la fundación”, sino por la “relación personal y de confianza” que ambos mantenían con Segarra.

Además, el vínculo entre Segarra y Torner habría sido determinante para que este último fuera nombrado apoderado de diversas sociedades a las que Pere Mir transfirió su patrimonio.

El informe señala que esta posición privilegiada dentro del entramado empresarial de las fundaciones Cellex y Mir Puig “le podría haber hecho conocedor del destino que Segarra estaba dando a unos activos que, según la voluntad de Pere Mir, debían haber terminado en la Fundación Cellex”.

Parte del informe al que ha tenido acceso Crónica Global

Parte del informe al que ha tenido acceso Crónica Global Crónica Global

Hasta 16 operaciones fraudulentas

Cabe recordar que, actualmente, la jueza de instrucción 12 de Barcelona, Myriam Linage, investiga hasta 16 operaciones presuntamente fraudulentas que habrían ocasionado un perjuicio económico de al menos 6,2 millones de euros

Las irregularidades bajo investigación van más allá de las donaciones inmobiliarias, como la lujosa vivienda que Josep Tabernero recibió en la exclusiva urbanización La Pleta, en Baqueira-Beret. El caso también incluye transferencias a cuentas personales, incrementos salariales injustificados, donaciones de joyas y la concesión de pensiones vitalicias a familiares del empresario fallecido. 

Todo apunta a un patrón sistemático de desvío de fondos desde el núcleo empresarial de las fundaciones hacia personas físicas del entorno de Pere Mir. Concretamente, las personas que se quedaron al frente del patronato después de su muerte en 2017: Jordi Segarra, Josep Tabernero, Juan Francisco Capellas y Lluís Torner.

Tabernera era más que el médico 

En el caso de Tabernero, recientemente este medio también pudo saber que los mismos investigadores de la Unidad Central contra el Blanqueo de Capitales han concluido que su rol no se limitaba al de médico y amigo personal del empresario. El oncólogo también participaba, junto con Segarra, en reuniones donde se tomaban decisiones relevantes sobre la gestión del patrimonio empresarial de Mir.

De hecho, el informe revela que Tabernero era consciente de determinadas “particularidades de la gestión” que excedían sus funciones médicas. Es más, en varios documentos intervenidos durante los registros consta que “el albacea a cargo de las operaciones ordinarias será Jorge Segarra Pijuan o, en su defecto, D. Josep Tabernero”.

Una reunión en Londres

En este sentido, según la documentación a la que ha tenido acceso esta redacción, Tabernero participó con los otros dos albaceas testamentarios --Jordi Segarra y Juan Francisco Capellas-- en una reunión con el director de Banco Sabadell de Londres en la que se acordó tramitar la autorización de Tabernero para operar con la cuenta de la Fundación Privada Cellex.

Estos hechos refuerzan la sospecha de que Tabernero no solo era conocedor, sino también presunto partícipe de los movimientos irregulares ocultos tras la fachada filantrópica de las entidades fundadas por Pere Mir.

Datos de la reunión en Banco Sabadell de Londres

Datos de la reunión en Banco Sabadell de Londres Crónica Global

La denuncia que lo destapó todo

La denuncia que destapó el caso fue presentada por Àngel Surroca, antiguo colaborador de Mir en Derivados Forestales. Surroca ya había alertado sobre la opaca transformación de la fundación desde la llegada de Segarra, algo que dejó plasmado en su libro De la fusta a la fusta. La historia del grupo Derivados Forestales (1942-2006), antes de acudir a la vía penal.

A raíz de esa denuncia, la jueza Linage adoptó las primeras medidas cautelares: destituyó al patronato conjunto y ordenó la detención de los tres albaceas —Segarra, Tabernero y Juan Francisco Capellas— quienes quedaron en libertad pocas horas después, pero continúan siendo investigados por presuntos delitos de administración desleal y apropiación indebida.

En paralelo, la instructora ordenó al Departamento de Justicia de la Generalitat, a través del Servicio de Supervisión y Protectorado de Fundaciones, que asumiera el control de las fundaciones Cellex y Mir Puig.

En este contexto, fue designado como administrador judicial Alberto Martínez Lacambra, director general del centro tecnológico del Notariado, quien ultima ahora un informe económico que será clave para determinar el alcance real del desfalco.