
Vista aérea del Club de Mar de Sitges
La Justicia paraliza de forma cautelarísima el derribo del Club de Mar de Sitges
El Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) permite al histórico conjunto deportivo esquivar por ahora su demolición, prevista para el lunes 2 de junio
Más información: El Gobierno asedia al Club de Mar de Sitges e intenta cortarle la luz diez días antes del derribo
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El Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) ha dictado la suspensión temporal del derribo del Club de Mar de Sitges. De esta manera, el histórico conjunto deportivo esquiva su demolición --prevista para el lunes 2 de junio-- a manos de la Dirección de Costas de Cataluña, mientras no se resuelva el fondo del asunto.
La sección tercera de la Sala de lo Contenciosa Administrativa ha admitido las medidas que el club exigía en su recurso, según un auto al que ha tenido acceso este medio. Los magistrados han acordado "suspender de forma cautelarísima la ejecución de todas las medidas previstas", que pasan por la "recuperación y demolición" de las instalaciones.
Especial urgencia
Estos han atendido a la "especial urgencia" de la cuestión, al faltar "tan solo cuatro días hábiles para la fecha señalada". En este sentido, reconocen que la resolución llegaría más tarde y que la demolición "podría ser un hecho consumado" entonces.
Esto comportaría, asimismo, "consecuencias gravosas e irreversibles" para el Club de Mar, "con escasas o nulas posibilidades de restitución o reposición".

Fachada del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) en Barcelona Europa Press
"Pasividad administrativa"
Además, el auto supone un cierto tirón de orejas a la administración al cargo del caso, en este caso, la Demarcación de Costas de Cataluña, que depende del Ministerio de Transición Ecológica.
Los jueces reconocen la "pasividad administrativa" en el asunto "durante bastantes años". Y es por eso que, en contraposición al perjuicio que la demolición podría suponer para el club, descartan que su suspensión cautelar provoque "un perjuicio relevante o insoportable para los intereses" del Gobierno.

Sara Aagesen, ministra de Transición Ecológica y Reto Demográfico
Ahora, las partes --también Fiscalía-- tienen tres días para presentar alegaciones y tratar de convencer a la sala de que levante, mantenga o modifique la medida cautelar. Contra esta, no cabe recurso alguno.
Satisfacción parcial en el club
Fuentes del club celebran la "batalla ganada", aunque reconocen que aún no pueden cantar victoria. Es por ello que prometen "seguir las acciones judiciales acometidas". Por su parte, la delegación del Gobierno expresa su respeto a la medida cautelar y aseguran actuar con "coherencia" frente a las decisiones judiciales.
La oficina del delegado Carlos Prieto confía en que los tribunales le den la "razón" cuando resuelvan el fondo del asunto porque "se está haciendo un uso privativo sin título administrativo de un espacio público". Recuerda también el litigio se remonta a tres décadas atrás y que el proyecto del Ministerio es "recuperar espacio para todos los vecinos de Sitges" y mejorar la "accesibilidad" y el "atractivo" del paseo.
También recuerdan la necesidad de "hacer más resistente la costa" ante episodios como el temporal Nelson: "No queremos que este sea el futuro año tras año en todo el litoral".
Tres décadas atrás
La Dirección de Costas mantiene su cruzada por una Orden Ministerial de 1994. Esta veta las instalaciones costeras que superen los 300 metros cuadrados en dominio público con una licencia máxima de 30 años. El Tribunal Supremo la ratificó en 2003 y el propio TSJC se manifestó asegurando que nada impide el derribo.
Es en este contexto que el Gobierno pretende "recuperar espacios de dominio público que fueron ocupados de manera incompatible a la normativa vigente". Con esta y otras actuaciones, su intención es "ganar 10.000 metros cuadrados más de playa" en el municipio costero.

El Gobierno asedia al Club de Mar de Sitges e intenta cortarles la luz diez días antes de lo anunciado
Icónico lugar de reunión
El Club de Mar Sitges es una histórica institución deportiva que sirve de espacio de reunión para la élite del Estado en Cataluña. En sus terrazas veranean altos mandos de todos los niveles, entre los que se encuentran jueces, políticos y abogados de reputado prestigio.
Sus instalaciones tienen 100 años de antigüedad y están catalogadas como bien cultural de interés local. Su piscina es la primera que se construyó en el municipio, en 1934, y fue inaugurada por el presidente de la Segunda República Manuel Azaña.
El centro también es punto de encuentro para familias y vecinos. Acoge y participa en innumerables eventos sociales y deportivos durante todo el año, como La nit de l'esport, los casals de verano y las clases de patín de vela, un singular catamarán de origen catalán muy arraigado al club.