
La cúpula de Indra, el día de la presentación de los resultados de 2024 / EP
Los fondos aceptan el desafío de Indra en el rearme europeo y le llevan en volandas a los 5.000 millones
El fabricante de sistemas de Defensa y tecnología comienza a poblar las carteras de grandes inversores institucionales, lo que multiplica exponencialmente su potencial en bolsa
Más información: Indra, disparada a máximos históricos tras el apoyo explícito de Bruselas a más gasto en Defensa
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"Estamos en el mejor momento de siempre, con viento de cola. Y estamos dispuestos a aprovecharlo". Así se expresó el presidente de Indra, Ángel Escribano, a la hora de presentar los resultados de la compañía en 2024, en referencia a las expectativas de negocio. Pero la afirmación se hubiera ajustado a la perfección si se hubiera referido exclusivamente al escenario bursátil.
El valor cotiza en zona de máximos históricos gracias al impulso que ha supuesto para el sector de Defensa, en términos generales, la postura de la Unión Europea de alinearse con la OTAN en el objetivo de elevar de forma notable el gasto en Defensa.
Más allá del elemento catalizador, Indra se ha disparado en las últimas semanas al haber empezado a entrar con inusitada fuerza en las carteras de grandes fondos e inversores institucionales, al calor de un potencial bursátil difícil de calibrar en estos momentos.
Una de las pruebas más evidentes de tal realidad ha sido el movimiento de los últimos días en torno al valor. El más significativo ha sido el de UBS, que reforzado sus posiciones en Indra hasta aproximarse al 5%, una cota inédita para la entidad suiza.

Un panel del Ibex 35, en el Palacio de la Bolsa
No obstante, más relevante que la proporción resulta que gran parte de esta posición está relacionada con instrumentos derivados destinados a la cobertura de carteras y cestas de fondos.
El detalle revela el interés que los clientes de entidades como la helvética tienen en cubrir el riesgo de la inversión en Indra. Y también, que esas inversiones comienzan a presentar un volumen más que respetable.
Destacado en 2025
El principal impacto de estas apuestas se ha reflejado en la trayectoria del fabricante de sistemas de Defensa y tecnología. A falta de dos sesiones para concluir el primer trimestre de 2025, Indra acumula una revalorización del 57,4% respecto al último cierre del ejercicio anterior.
Un rendimiento que le sitúa a la cabeza del Ibex 35 en lo que va de año, muy por delante de los valores del sector financiero, principales responsables de la tendencia alcista mostrada por los principales indicadores europeos.
El empuje de los fondos ha llevado a Indra a vislumbrar la cota de los 5.000 millones de euros de capitalización bursátil. Una dimensión prácticamente inconcebible apenas hace doce meses.
Por entonces, la compañía, aún bajo la presidencia de Marc Murtra, hoy número uno de Telefónica, acababa de presentar su plan estratégico a tres años. El mercado le dio una acogedora bienvenida, que situó el valor bursátil de Indra en el entorno de 3.000 millones de euros, inédito hasta entonces en la historia del grupo.
Máximos históricos
Los precios máximos marcados hace algunas jornadas llevaron la capitalización de la compañía al entorno de los 4.875 millones de euros. Tras una moderada corrección, Indra cerró este jueves valorada en 4.745 millones.
Cifras sintomáticas de que aquel logro de los 3.000 millones con aspecto de meta se ha quedado pequeño muy pronto. Una situación paralela a la del propio plan a tres años, de acuerdo con lo expresado por el actual presidente.
Escribano se ha mostrado satisfecho con la hoja de ruta de Indra pero considera que la compañía está en disposición de ir uno o varios pasos más adelante. Algo parecido a lo que sucede con el objetivo, a más largo plazo en este caso, de alcanzar la cota de 10.000 millones de euros de facturación en 2030.
El actual contexto y la marcha de la compañía ha llevado a Escribano a adelantar tal meta dos años.
Lejos de ser un valor de moda pasajera o "flor de un día" en la bolsa, el recorrido de Indra a más largo plazo avala la gestión de la empresa y su apuesta de atraer a su capital socios industriales como EM&E y SAPA Placencia.
Si Indra es el mejor valor del Ibex en 2025, con la perspectiva de tres años se sitúa en la segunda plaza, con un espectacular avance próximo al 170%. Su impulso tan sólo es superado por el Banco Sabadell, cuya revalorización en este periodo llega hasta el 250%.
A finales de 2020, en mitad del más que incierto panorama que había dejado por entonces la pandemia, la capitalización de Indra no llegaba a los 900 millones de euros. Desde entonces, las acciones se han disparado un 431%. Y las señales apuntan a que el cohete aun tiene espacio por recorrer.