Fotomontaje de Jordi Bagó, CEO de Serhs
Serhs logra 70 millones de la Generalitat en su momento más bajo
El grupo del Maresme, crecido al calor del nacionalismo catalán y después rescatado por el Estado, gana el servicio de restauración de los hospitales del ICS
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La empresa Serhs logra 70 millones de la Generalitat en su peor momento. El grupo impulsado por Ramón Bagó, que creció al calor del nacionalismo y terminó rescatado por el Estado, se acaba de adjudicar la licitación para gestionar casi la totalidad del servicio de restauración en los hospitales dependientes del Institut Català de la Salut (ICS).
Con este contrato, el grupo, que recientemente ultimaba un plan de reestructuración, se encargará de gestionar el servicio de cocina y cafetería de los siguientes centros: Hospital Universitari de Bellvitge (L'Hospitalet de Llobregat), Hospital de Viladecans, Hospital Joan XXIII (Tarragona), Hospital Verge de la Cinta (Tortosa) y Hospital Arnau de Vilanova (Lleida).
Dos fórmulas: en solitario y alianza con Clece
En este último centro, la compañía de la familia Bagó actúa en solitario, mientras que en el resto, Serhs trabajará de la mano con Clece. El único de los cuatro lotes que no ha ido a parar a las manos de Serhs es el relativo al servicio del Josep Trueta de Girona y el Institut Català d’Oncologia. En este caso, Coemco Restauración ofrecerá el servicio de comidas.
Imagen de archivo de un edificio del Hospital de Bellvitge
Por otra parte, en los ya citados centros hospitalarios, el Institut Català de la Salut también ha licitado, por un valor de 3,1 millones, el servicio de máquinas expendedoras. Un negocio que se lo repartirán Arbitrade, Beltrán Ramírez, Homatic y Distribuidores Automáticos Vending.
Reestructuración de la deuda
En clave de despachos, Serhs ha sido noticia en las últimas semanas por el estado de sus finanzas. La compañía se encuentra en pleno proceso de reestructuración de su deuda, que asciende a unos 110 millones de euros, con la banca acreedora y también con la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), que rescató al grupo con motivo de la pandemia.
El principal obstáculo en este proceso, que se ha prolongado durante varios meses, es la negativa de Caixabank. La entidad financiera no respalda la propuesta de Serhs para ampliar el plazo de los vencimientos.
Caixabank es el mayor acreedor de la compañía, con una deuda pendiente superior a los 19 millones de euros. Serhs también está en negociaciones con otras entidades, como el Santander, Banco Sabadell y el Institut Català de Finances.
En principio, la SEPI respalda el plan de reestructuración que el grupo pretende presentar ante la justicia para garantizar su continuidad. No obstante, la falta de consenso entre los acreedores podría dificultar la aprobación del acuerdo final.
Trayectoria política
Se da la circunstancia de que el fundador de Serhs nunca ocultó sus simpatías con el nacionalismo catalán gobernante. Incluso fue alcalde de Calella por Convergència, antes de asomarse en otros cometidos políticos, como el de director general de Turismo de la Generalitat.
La compañía, que nació para prestar servicios turísticos, creció con el paso de los años y añadió otras divisiones (distribución, comida y servicios), y se benefició de numerosos contratos públicos para cubrir el servicio de catering en escuelas, hospitales, prisiones y residencias, entre otros. Muchas de las adjudicaciones fueron a dedo, por ser contratos de menos de 12.000 euros.
Jordi Bagó, consejero delegado de Grup Serhs
El 'caso Bagó'
Pero, entonces, estalló el caso Bagó, en 2010, momento en el que trascendió que la patronal hospitalaria CSC concedía contratos a Serhs cuando Bagó la presidía. El asunto terminó en un reproche de la fiscalía y no fue a más.
Sin embargo, las polémicas de Bagó no terminaron ahí, pues, tiempo después, fue el único presidente de una gran compañía que se atrevió a decir que con la independencia le iría mejor.
Rescatado
La vida da muchas vueltas, y Serhs, ya en manos de su hijo Jordi Bagó, de ideología similar a la del padre (fallecido en 2018), se lanzó en brazos de la SEPI para salvar una empresa que, aun siendo todavía un gigante, no da los réditos de antaño.
Por si fuera poco, Bagó hijo aceptó, con posterioridad a esos hechos, un año de prisión por estafar a Novo Banco con el objetivo de ampliar una póliza de crédito.
