El empresario que denunció a la junta de Rosell hunde su empresa con un testaferro
- Antonio García Valdecasas lleva a la insolvencia a la firma que pedía 100 millones al Barça de la mano de un hombre de paja
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El empresario que denunció a la junta de Sandro Rosell en el FC Barcelona ha terminado hundiendo su empresa con un testaferro la frente. Antonio García Valdecasas ha llevado a concurso de acreedores a Muro Cortina Modular (MCM) Publicidad, la firma que demandó al Barça y le pidió 100 millones de euros por incumplimiento contractual, pero perdió.
Lo detalló este medio hace unas semanas, y lo han corroborado fuentes cercanas al procedimiento mercantil, avisando de que García Valdecasas, ahora vinculado a Andorra, no sólo ha entregado los libros de MCM Publicidad a los tribunales, sino que lo ha hecho de la mano de un hombre de paja de diversas empresas: José Emilio Suárez Sabater.
Suárez es el frontman de un abanico de sociedades, incluida Shirtum, que lanzó los non fungible tokens (NFT) de Ronaldinho, negocio ha sido demandado por copia y que lo será también penalmente en las próximas semanas.
Demanda millonaria al Barça
Esto es ahora. Pero es que hace una década, en 2014, García Valdecasas estaba en otra situación. El empresario, que es sobrino de Julia García Valdecasas, exdelegada del Gobierno en Cataluña con el PP, llevó al Barça a los tribunales. Por, según él, un incumplimiento de contrato.
El empresario alegó que había firmado un acuerdo con la junta del presidente Sandro Rosell (2010-2014) y que tanto éste como su sucesor, Josep Maria Bartomeu, lo habían incumplido. Por ello, les pidió la colosal cifra de 99,3 millones de euros.
La publicidad de la nueva Masía
¿Qué alegaban García Valdecasas y MCM Publicidad? Que los expresidentes azulgranas habían hecho oídos sordos a un pacto para colocar publicidad digital en la fachada del edificio de la nueva Masía en la Ciutat Esportiva Joan Gamper de Sant Joan Despí (Barcelona), construida en 2011. Aseguró que le prometieron traer a Banco Santander, Cacaolat o Red Bull, y el club se defendió alegando que el negocio era imposible de ejecutar y rentabilizar.
En base a ese agravio, el directivo llevó el club a los tribunales. Perdió una y otra vez. El abogado Mario Conde, que representaba a la empresa, comunicó [ver aquí] el primer palo judicial en su propio blog en 2015. El letrado -antes financiero condenado por el caso Banesto- elevó el caso a la Audiencia Provincial y el Tribunal Supremo, pero volvió a morder el polvo.
Por el camino, la demandante fue condenada a pagar 900.000 euros en costas.
Un 'hombre de paja'
Mientras acudía a la justicia, la empresa demandante de García Valdecasas hizo cambios. En 2019, pasó a ser representante Suárez Sabater con arreglo al artículo 143 del Reglamento del Registro Mercantil. Lo designó Grupo MCM, la matriz inmobiliaria, que quedó como administradora única.
Cabe recordar que el nuevo apoderado lo es también de Shirtum, la creadora de los polémicos NFT de Ronaldinho. Eso sí, el testaferro comunicó que "no conocía ni siquiera lo que era un NFT". Es, pues, un hombre de paja.
Andorra
Tenga relación o no, los dos catalanes que crearon sendos negocios, MCM y Shirtum, se criaron en Sant Cugat del Vallès (Barcelona) en el pasado y más recientemente se han encontrado en Andorra, donde El Triangle les bautizó como el clan de Sant Cugat. García-Valdecasas y el inmobiliario y emprendedor digital Manel Torras compadrean en el principado pirenaico -lo ilustra la foto adjunta- con, también, Nacho Soler, el fundador del fallido Cafè del Mar Port Fòrum en Sant Adrià de Besòs.
Eso sí, el hólding de García Valdecasas está domiciliado en uno de los coworkings de los Torras, en el sexto piso del Paseo de Gracia de Barcelona. Fue allí, también, de donde salieron los activos digitales del Gaúcho ahora denunciados.
Insolvencia
Esa cabecera de negocio sigue activa en España. Del grupo MCM que denunció al Barça, queda activa también MCM Renting, en la que García Valdecasas es aún administrador. Y basta. Porque otra filial, MCM Ingeniería fue extinguida en abril de este mismo año.
García Valdecasas parece haber tenido más actividad en Andorra, donde ha operado con su esposa The Lucky Company SL, ya extinguida, pero que en 2020 logró facturar 276.000 euros en mascarillas al gobierno andorrano, explicó Altaveu.