El 'rey de las cárnicas' encarrila su último lío judicial en Cataluña
- Josep Ramisa, fundador de Esfosa y exsocio de Casa Tarradellas, sale casi indemne de un juicio de estafa defendido por Cristóbal Martell
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El rey de las cárnicas de Cataluña ha encarrilado el que será su último lío judicial. Josep Ramisa, fundador del gran matadero de la región, Esfosa, ha superado con nota un traspié en los tribunales que le ha causado una jaqueca en un momento en el que ya no está en el ojo público.
Ocurrió ayer en la Audiencia Provincial de Barcelona, donde Ramisa y su esposa se enfrentaban a un juicio por presunta estafa a un agricultor de Cercs (Barcelona) al que le compraron un terreno. El empresario, también expropietario de Cárnicas Toni Josep, salió casi ileso del lance, en el que le pedían tres años de prisión.
Eso sí, a la espera de sentencia, pues el juicio quedó visto mientras se aguarda la resolución.
Excedente de una venta
El pleito se centra en la compra de un terreno rústico en Cercs, que Ramisa adquirió por 30.000 euros en 2013 de un agricultor con problemas económicos por medio de una adquisición condicionada a una oferta mejor.
Poco tiempo después, el vendedor encontró a dos compradores mejores, y asegura que se los presentó al patrono cárnico. Pero que este frustró la venta, dejándole sin el porcentaje de comisión.
El 50% cada uno
Lo pactado era que si se hallaba a un nuevo comprador, Ramisa y el vendedor le colocarían la parcela. Y se quedarían con un 50% cada uno del excedente de la operación, esto es, todo lo que alcanzara por encima de los 30.000 euros.
Pero esta segunda venta no salió, por lo que el labrador, ahora conductor de bus, asegura que Ramisa le estafó.
Se restaron los gastos financieros
La defensa del directivo, pilotada por el prestigioso letrado Cristóbal Martell, abogado también de Dani Alves, ha desmontado la tesis. Ha dejado claro que Ramisa ofreció al vendedor la parte económica que le tocaba, salvo los gastos financieros y administrativos derivados de la operación.
Asimismo, ha podido dejar claro que la acusación no podría recuperar su pastilla de rústico, pues ya estaba vendida. La operación se canalizó por medio del abogado empresarial de Ramisa.
Antes de la prescripción
El agricultor denunciante dejó pasar el tiempo --no presentó litigio civil, cuando podía hacerlo-- y, antes del fin del plazo de prescripción, interpuso querella por estafa.
Ayer, en sede judicial, admitió sus problemas económicos y que se le restaron los gastos de la operación a su bonus, que Ramisa sí le ofreció, tal y como se estipulaba en el contrato.
Operación inmobiliaria
Lo que es más, durante la vista quedó claro que el vendedor perseguía una operación inmobiliaria en el terreno, pese a que estaba calificado de rústico y que, por lo tanto, no admitía ese uso.
Asimismo, ha trascendido que el activo no se declaró al fisco como se requería al heredarlo su familia.
Último lance del 'rey de las cárnicas'
El pequeño choque judicial quedó visto para sentencia. Es el último percance, aunque de muy pequeña entidad, de Josep Ramisa, el poderoso empresario que fundó Esfosa, y expropietario de Cárnicas Toni Josep, que llegó a facturar 150 millones antes de venderse al Grupo Costa en 2016, como explicó este medio.
Retiene Pernils Llémena, productor de jamón de alta calidad, con una facturación superior a los 12 millones de euros. La familia, a su vez, mantiene también la ganadera Santacreu Jutglar.
Conflicto en Esfosa y salida de Casa Tarradellas
El nombre de Ramisa copó titulares en 2016 en plena huelga en el matadero matriz, cuando le denunciaron por presuntas coacciones en el marco de la protesta laboral. Llegó a acudir a los juzgados en hasta tres ocasiones.
Finalmente, los procedimientos no fueron a mayores y, en su mayoría, terminaron en acuerdos con el comité de empresa.
Vertidos
En paralelo a ello, Ramisa fue condenado a una pena menor de prisión en 2015 por delito ambiental tras el vertido de medio millón de litros de purines al río en una macroexplotación de cerdos de Oristà. El sindicato Unió de Pagesos criticó entonces la laxitud de la sentencia.
Tras ello, fue investigado de nuevo por la fiscalía por quebrantamiento de condena por, otra vez, vertido de desechos contaminantes, esta vez en la masia Maspujols de Les Masies de Voltregà. Las pesquisas no llegaron a más.