Grifols adelanta la salida de su presidente, Thomas Glanzmann, de sus funciones ejecutivas
La compañía catalana de hemoderivados cede al consejero delegado, Nacho Abia, los plenos poderes
23 septiembre, 2024 09:22Comienza el baile de sillas en el consejo de administración de Grífols. El órgano de gobierno de la compañía ha decidido acelerar la cesión de todas las funciones ejecutivas a su consejero delegado, Nacho Abia, en detrimento de su presidente, Thomas Glanzmann. Un proceso que estaba programado para el próximo año pero que se ha visto precipitado por la excepcional situación que vive el productor de hemoderivados.
En plenas negociaciones entre la familia fundadora y el fondo Brookfield para el lanzamiento de una eventual OPA por el 100% del capital, un grupo de fondos accionistas anunció a finales de la pasada semana su intención de solicitar un puesto en el consejo, en virtud del capital que aúnan con sus respectivas participaciones, que se aproxima al 8%.
Conocidos por su intenso activismo, la intención declarada de los fondos es mejorar el gobierno corporativo de la compañía. Algo en lo que entraría la actual situación de Grífols, con un presidente que mantenía hasta ahora la categoría de ejecutivo pese a que llevaba desde hace siete meses en situación de salida.
Precisamente, Grífols ha indicado en la comunicación de esta medida a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) que la decisión responde a la intención de que Glanzmann se centre desde ahora "únicamente en las responsabilidades del consejo".
Vigilancia
Glanzmann, quien fue designado presidente ejecutivo en febrero de 2023, "dedicará sus esfuerzos exclusivamente a presidir el consejo, con el fin de seguir fortaleciendo el gobierno corporativo de la sociedad, estableciendo una clara división entre el consejo y la gestión ordinaria de Grifols", asegura el comunicado remitido al supervisor.
Casualidad o no, el movimiento coincide con el paso dado por los fondos, basado en la intención de poder ejercer una labor de vigilancia de la actual situación de la compañía. En las últimas semanas han surgido diversos rumores sobre los contactos entre los Grífols, Brookfield y potenciales interesados en actuar como financiadores de la operación, que han generado cierta incertidumbre en el mercado.
También han sido numerosas las cábalas sobre las condiciones de la eventual oferta y el posible trato diferente dado a las dos clases de acciones que cotizan tanto en la bolsa española como en Wall Street, donde invierten los fondos que han decidido tomar cartas en el asunto y empezar a ganar peso en la toma de decisiones.
No obstante, Grífols enmarca de forma oficial la decisión de su órgano de gobierno en "La rápida y efectiva transición de Nacho Abia como consejero delegado ha llevado al consejo de administración a adelantar la decisión".
Víctima de Gotham
Abia será así el único miembro del consejo con funciones ejecutivas en la sociedad y pondrá el foco en "el crecimiento del negocio, la reducción de la deuda y las mejoras continuas en el flujo de caja libre".
La decisión de ceder los plenos poderes ejecutivos al consejero delegado fue anunciada en febrero de este año por el propio Glanzmann. En plena tormenta por la crisis derivada de la publicación del informe de Gotham City, el directivo comunicó en una conferencia con analistas una decisión que estaba destinada a la mejora de la gobernanza de Grífols, uno de los puntos en los que el fondo bajista que atacó a la cotizada fue más crítico.
Compás de espera
Por entonces, Abia ni siquiera se había incorporado de forma efectiva al consejo, algo que se produjo al inicio del segundo trimestre. A partir del anuncio de Glanzmann se precipitaron los acontecimientos, con la salida de los miembros de la familia fundadora de todos los cargos ejecutivos que ocupaban y otros cambios, como el relevo de Alfredo Arroyo en la dirección financiera.
En el citado informe, Gotham cargó contra Glanzmann y puso en duda su independencia debido a su larga relación establecida con los Grífols durante su presencia en el consejo, que se extendía durante más de una década.
Por ahora, el futuro de Grífols está pendiente del cierre de la 'due diligence' que Brookfield está llevando a cabo, tras ser autorizado por el consejo, con el fin de determinar el lanzamiento de la OPA y, en tal caso, las condiciones de la misma.