La Escuela Suiza de Barcelona factura 8,5 millones de euros y prepara una renovación millonaria de sus instalaciones

La robustez de su balance le ha permitido acometer una ambiciosa reforma de sus equipamientos de la Plaza Molina. La entidad ha comenzado unas obras que prevén derribar el edificio Brusi, el patio y el polideportivo; y levantar un nuevo bloque que acoja más y mejores instalaciones. Todo ello incrementará un 20% la superficie total de la escuela, duplicará el espacio deportivo y creará 180 nuevos metros cuadrados de vegetación.

Beneficios año tras año

Para ejecutar la reforma, el balance no ha sufrido grandes sobresaltos. El colegio acumula excedentes por valor de cuatro millones en los últimos años. El único curso con números rojos fue el correspondiente a 2014-2015, saldado con un pequeño déficit de 14.000 euros. Dichos beneficios, sumados a la dotación fundacional de un millón, generan unos fondos propios de cinco millones.

De la partida de ingresos, 4,6 millones corresponden a la enseñanza regulada. Las actividades extraescolares contribuyen con 700.000 euros. El comedor, los libros y el material escolar, con 900.000 euros.

Gobierno y empresarios suizos, con el colegio

Las cuentas están regadas con abundante dinero suizo, tanto del Gobierno de la Confederación, que aporta más de dos millones anuales, como de las grandes corporaciones helvéticas afincadas en Barcelona. Entre éstas figuran la aseguradora Zúrich, el banco Credit Suisse (en proceso de absorción por el coloso de su país UBS) y la farmacéutica Novartis. Algunos destacados miembros de estas compañías también forman parte del Patronato de la Fundación.

La mayor parte de los activos de la Escuela Suiza son bienes inmobiliarios, que tienen un valor superior a los cinco millones, y entre los que se encuentra una vivienda que tiene arrendada al director de la escuela (por 2.450 euros mensuales) y un local comercial alquilado al Club Suizo. También contabiliza una tesorería de dos millones.

Junto al histórico Club Suizo

Con 93 personas en plantilla, la Escuela destina 2,4 millones a los sueldos de sus profesionales. Las otras grandes partidas de gasto son cuatro millones en aprovisionamientos y un millón en “otros gastos de explotación”, entre los que se incluyen, por ejemplo, el transporte, las primas o los servicios bancarios. La sociedad está presidida por Cristina de Seras, con Marc Meister como segunda espada. El resto de vocales son Pedro Maqueda, Nathalie Kühlmann, Etienne Sorgos y Camilo Cuyás.

Adherido a la escuela se encuentra el restaurante Club Suizo, en la calle Alfons XII, donde organizan actividades y se reúnen miembros de la comunidad helvética gracias a la Sociedad Suiza de Barcelona, que también tiene sede en el local.