La 'teleco' Wings destrozó la sede que le hizo el arquitecto Óscar Tusquets en Barcelona

Lo han detallado fuentes cercanas al desalojo de la compañía tras avanzar Crónica Global que Wings se ha marchado de la Ciudad Condal en extrañas circunstancias. Esas circunstancias no fueron otras que una colosal crisis empresarial que la llevó a quedarse de okupa en su palacete del elegante pasaje Permanyer y a defraudar los suministros de este activo.

Ahora, los propietarios han conseguido recuperar la propiedad, una villa de más de un millón de euros, y la han realquilado a un colegio internacional de español.

"Lo habían destrozado todo"

Estas voces cercanas a los dueños lamentan que Wings "atravesó una dramática crisis durante la pandemia del coronavirus" y esa situación se notó en la sede.

La sede central de Wings Mobile en Barcelona, ahora una escuela de idiomas CG

"Dejaron de pagar el alquiler y los dueños tuvieron que iniciar un proceso judicial de desahucio. Se atrincheraron en la villa", agregan.

Los suministros, arrancados

La situación fue a peor. "Impagaron también los suministros. La luz y el agua. Pero no se quedaron ahí. Arrancaron los contadores. Incluso el aparato del aire acondicionado", detallan las voces conocedoras de la situación.

Eso sí, los directivos de Wings sabían y querían quedarse en la torre: "Pasaban de vez en cuando en moto a recoger el correo y se marchaban. Cuando les echaron, se llevaron todo".

"Entró el nuevo inquilino y estaba todo arrasado"

Cuando finalmente los propietarios sacaron a la teleco, "estaban tan escarmentados que no querían a nadie". Hasta que se acercó a ellos la escuela de idiomas interesada por el chalé, pues opera su sede en otro número del pasaje.

"Les pidieron todo tipo de solvencia, porque estaban escarmentados de los inquilinos anteriores", desvelan. Finalmente, pasaron el corte y pudieron entrar en la propiedad: "El espectáculo era dantesco: estaba todo arrasado, no había ni contadores ni aparato de aire acondicionado: lo habían arrancado de cuajo".

Triste final para una asistente al MWC

De este modo, terminó la singladura en Barcelona de una empresa que llegó a asistir a la feria MWC como plataforma de una nueva innovación de tecnología "híbrida". Al frente de la empresa estaba el ingeniero italiano Antonio Milio, que la hizo crecer hasta ganar cuota de mercado en Sudamérica.

Pero, finalmente, la minorista ha tenido que bregar con acusaciones de "fraude" o "estafa", algo que niegan publicaciones especializadas del sector. Lo que es seguro es que su gestión terminó en el "destrozo" de un chalé victoriano que había reformado el celebrado arquitecto Óscar Tusquets.

En manos de un consultor catalán

Una fuente cercana recuerda que tras salir expulsada del Eixample, Wings se recolocó en un coworking de Turó Park, y lo hizo fraudulentamente, pues no pagó la cuota de alquiler: solo celebró allí un acto y se domicilió allí sin permiso.

Antonio Milio, fundador y CEO de WIngs Mobile Cedida

Más recientemente, Wings, la teleco que hizo agujero en Sudamérica, ha terminado, según el Registro Mercantil, en el porfolio del consultor catalán de empresas Raúl Lloveras Marcos, que no ha contestado a las preguntas de este medio.