BBVA no quiere ni necesita elevar la oferta planteada a través de una OPA hostil para hacerse con el control de Banco Sabadell. Con esta contundencia se ha expresado el consejero delegado de la entidad vasca, Onur Genç, quien además ha situado la operación en el marco de una estrategia de su banco para apostar por el negocio de pymes, por encima de las ventajas que tendría en cuanto de ahorros de costes.

Como era de esperar, el abordaje al Sabadell ha acaparado la atención de la comparecencia del ejecutivo ante los medios con motivo de la presentación de los resultados semestrales de la entidad. 

Una batería de preguntas que Genç ha aprovechado para recalcar en diversas oportunidades los mensajes referidos a una eventual mejora de las condiciones de la oferta y el contexto de una operación que ha generado un notable rechazo inicial en diversos ámbitos socioeconómicos.

En este sentido, Genç ha recordado que la contraprestación que ya incluía la propuesta de fusión amistosa y que se ha mantenido en la OPA representa primas del 30% y hasta del 50% sobre el precio medio de Banco Sabadell, en función del periodo considerado previo a que trascendiera la operación. 

Una de las entradas de la sede de BBVA, en Madrid

"Es una prima superior a la de otras transacciones realizadas en el sector", ha recordado Genç, que también ha precisado que el cálculo también tiene en cuenta el potencial crecimiento de su competidor, por lo que las recientes revisiones al alza del Sabadell en cuanto al exceso de capital que prevé distribuir entre los accionistas

El número dos del banco que preside Carlos Torres también ha hecho hincapié en los detalles actualizados sobre la operación que anteriormente había expuesto a los analistas y que incluye la estimación de un alza del 27% en el beneficio por acción para los socios del Sabadell en 2026.

Ajuste de plantilla menor

"No son cálculos nuestros, es el consenso del mercado", ha matizado Genç, quien no ha entrado en demasiado detalle sobre la traducción en puestos de trabajo del ahorro de 300 millones de euros en gastos de personal que prevé BBVA. En cualquier caso, sí ha apuntado que "el ajuste será menor que en otros procesos de este tipo porque ambos bancos ya hemos realizado este esfuerzo anteriormente, a título individual".

Precisamente, uno de los vectores de las sinergias previstas está relacionado con la inversión en tecnología, a la que Genç también ha otorgado un papel relevante en la operación.

Aislado del caso Villarejo

"Sólo en España, las inversiones en tecnología alcanzan los 1.000 millones de euros. De esto va la operación. Los elevados costes que tenemos que asumir en esta área hace que sea razonable la fusión".

Situado directamente en la fase siguiente del proceso, el consejero delegado de BBVA ha precisado que "el escenario de OPA sin fusión es muy remoto, ni lo contemplamos". Y también ha querido desligar por completo la operación de la situación del banco en el llamado caso Villarejo, en el que el juez instructor ha solicitado su procesamiento como persona jurídica.

"No tiene ningún tipo de vinculación, son dos escenarios totalmente distintos y aislados el uno del otro", ha sentenciado.

Noticias relacionadas