El consejo de administración del Puerto de Barcelona ha iniciado el procedimiento para completar la construcción del muelle Adossat, espacio que acogerá la futura terminal de ferris. Con una inversión de 60,8 millones de euros y una ejecución de cuatro años, el proyecto contempla tres nuevos espacios, uno anexo al canal principal con 12 metros de calado y dos más de 8,5 metros de calado, y la nueva terminal contará con cuatro puntos de amarre y las respectivas rampas para la carga y descarga de vehículos.

Además del muro y la cementación del muelle, también incluye la superestructura y el equipamiento portuario, y la licitación prevé un presupuesto de 60,8 millones de euros y el plazo de ejecución es de cuatro años y tres meses. El anuncio llega pocos días después de que el Puerto haya dado a conocer el balance del primer semestre. Un período en el cual se han registrado 1,4 millones de cruceristas, una cifra que representa un incremento de un 6,2% con el mismo período del 2023. 

El equipamiento justifica estos resultados, en parte, por el cierre de otros mercados afectados por conflictos bélicos como el de Israel y Palestina. El 83% de las embarcaciones reciben la condición de puerto base y el porcentaje restante va asociado al movimiento de tránsito.

Después de cerrar el año pasado con un destacado aumento de nuevos vehículos, a causa de la llegada de los vehículos eléctricos de Asia, ahora este segmento se reduce un 5,5% hasta las 388.291 unidades. La corrección queda compensada, de alguna forma, con el crecimiento, de un 14%, de las exportaciones a América. “Nuestro objetivo es pasar de barcos de grandes dimensiones a cruceros premium, que son los generadores de un alto valor añadido en la ciudad”, apunta el presidente del Puerto, Lluís Salvadó.

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