La Generalitat ha anunciado un plan por el que habilitará una "desalinizadora flotante" en el Puerto de Barcelona y 12 nuevas desalinizadoras móviles que operarán al norte de la Costa Brava. Con este plan, cuyo coste alcanza los 100 millones de euros y entrará en pleno funcionamiento en otoño, entierra definitivamente el traslado de agua en barcos y da un nuevo portazo al minitrasvase del Ebro.
Ambas medidas permitirán "garantizar el consumo de agua de boca aunque no llueva y la sequía se agrave aún más". Lo han asegurado la portavoz Patrícia Plaja y el conseller de Acción Climática, David Mascort, este jueves, en plena precampaña por las elecciones catalanas del 12M y coincidiendo con la polémica por la apertura de piscinas privadas como "refugios climáticos".
La desalinizadora de Barcelona entrará en funcionamiento en octubre
La nueva infraestructura que se colocará en un buque en el Puerto de Barcelona entrará en funcionamiento en octubre, siempre según las previsiones del Ejecutivo catalán. Calcula que será entonces cuando la comunidad entre en la segunda fase de la emergencia "si no llueve más", un escenario en el que se pedirán más restricciones.
Esta permitirá depurar 14 hectómetros cúbicos de agua al año, lo que supone el 6% de toda el agua que consume la capital y su área metropolitana. Funcionará durante cinco años; para el año 2029, la Generalitat prevé que se haya llevado a cabo la ampliación de la desalinizadora de la Tordera y se haya construido la del Foix.
"Con ese agua, junto con otras obras de agua regenerada, ya tendremos suficiente y por eso la compramos por cinco años y la venderemos, pero si necesitáramos más, nos la quedaremos", ha previsto Mascort.
Portazo al agua transportada en barcos y al 'minitrasvase' del Ebro
En la práctica, el plan se traducirá en la instalación de una desalinizadora "como cualquier otra", pero colocada sobre una barcaza, ha descrito. "Esta es una solución más económica, sostenible y estable y aportará el 50% más de agua que el traslado en barcos", han valorado tanto la portavoz Plaja como el conseller.
Durante la rueda de prensa celebrada este jueves, el titular de Acción Climática también ha justificado la tardanza de su equipo en anunciar y poner en marcha el plan. "Llevamos prácticamente seis meses trabajando en ello, contactando con empresas y proveedores que puedan fabricar esta desalinizadora, que no hay tantos", ha manifestado.
Así las cosas, el anuncio supone un nuevo portazo de ERC al minitrasvase del Ebro, planteado por colegios de ingenieros y rechazado por entidades de las Terres de l'Ebre y expertos medioambientales.
Dispositivos móviles en la Costa Brava
El mismo plan incluye 12 desalinizadoras móviles que serán instaladas al norte de la Costa Brava para dar cubrir el 35% del consumo de los 13 municipios de Girona que se encuentran ya en la fase 2 de la emergencia por sequía y que dependen de la cuenca del Fluvià Muga.
Cuatro de ellas se colocarán en Roses, otras cuatro en las instalaciones del ETAP Empuriabrava y otras cuatro en la playa del mismo municipio para captar agua del mar. Algunas entrarán en funcionamiento entre junio y julio, y el resto después de verano. Su coste será asumido a medias por la Agència Catalana de l'Aigua (ACA) y el Consorci d'Aigües Costa Brava.
A este respecto, Mascort ha defendido que "las desalinizadoras móviles no son para los meses de julio a agosto, sino para todo el año". "Nos quedamos sin agua, así que o encontrábamos una solución o estaba en riesgo a partir de septiembre el agua de boca de los vecinos de Portbou a Empuriabrava", ha concluido.