Toque de atención de la Autoridad Fiscal Independiente (Airef) a la Generalitat de Cataluña acerca de los desequilibrios en las cuentas públicas. El organismo alerta del riesgo de incumplimiento de la regla de gasto en 2024, como en la mayoría del resto de Comunidades Autónomas en España aunque, en el caso catalán, hace hincapié en el escaso impacto en los ingresos de las nuevas medidas impositivas, que han convertido al territorio en un auténtico infierno fiscal.
En los últimos tiempos, diversos organismos y servicios de estudios han situado a Cataluña como la Administración regional que cuenta con más impuestos propios, con una cifra próxima a 20 gravámenes. Esta situación que contrasta con la de otros territorios que también se cuentan entre los que más aportan al PIB de España, como la Comunidad de Madrid, Euskadi o Andalucía.
Déficit público del 0,4%
Sin embargo, el incremento de los impuestos propios está teniendo un efecto prácticamente insignificante en las cuentas públicas, cuyo equilibrio está lejos de ser una realidad, dado que el cumplimiento de la regla de gasto está en serio riesgo también durante el presente año.
En su reciente informe sobre la ejecución presupuestaria, deuda pública y regla de gasto de las Comunidades Autónomas, la Airef apunta a un déficit público del 0,4% del PIB en 2024, un desequilibrio aún mayor que el estimado en el documento publicado anteriormente, a raíz de la aprobación de los presupuestos de la Generalitat.
Una situación que podría ser corregida si la Generalitat cumpliera con la regla de gasto e incrementara esta partida computable un 2,6%, tal y como refleja el límite individual correspondiente al presente ejercicio.
Sin embargo, salvo vuelco inesperado del escenario, esta circunstancia no se producirá. El análisis de los últimos datos lleva a la Autoridad Fiscal a prever un incremento del gasto computable a la regla de gasto superior al 6%, una proporción demasiado elevada, aunque corrija a la baja la registrada en 2023 (+8%).
Más de fondos europeos
A pesar de ser menos pesimistas, las propias previsiones de la Generalitat también se alejan de forma notable del citado límite. Se sitúan en el 5,5%. Es decir, en cualquiera de los dos casos, los cálculos apuntan a un ritmo de incremento de gasto de más del doble al que conduciría al equilibrio presupuestario o, al menos, a un escenario muy próximo a él.
Por el lado de los ingresos, la Airef destaca la menor aportación del sistema de transferencias de otras Administraciones. Esta realidad se compensa de forma parcial con los ingresos procedentes de los fondos Next Generation, que gracias a su ejecución superan las estimaciones iniciales.
Sin embargo, el organismo que preside Cristina Herrero también se fija en el impacto de otras medidas para elevar los ingresos y llama la atención sobre el hecho de que "las medidas tributarias adoptadas por la Comunidad apenas tienen impacto en los ingresos de la Comunidad de 2024".
Modificaciones de los gravámenes
En concreto, la Airef estima este impacto en apenas 10 millones de euros adicionales, provenientes de determinadas modificaciones sobre la tasa turística, sucesiones y el impuesto que grava las viviendas vacías.
Muy distinto es el panorama en el capítulo de gastos, especialmente en lo que se refiere al personal. La Airef calcula un incremento sobre lo inicialmente previsto para 2024 de 340 millones, principalmente por las nuevas medidas que afectan al Instituto Catalán de la Salud (ICS) y al personal de los servicios penitenciarios.
A largo plazo, las últimas medidas adoptadas por la Generalitat en este apartado presupuestario supondrán un incremento del gasto asociado a estas partidas de 1.200 millones de euros hasta 2028, lo que equivale a un 0,6% del PIB de la Comunidad Autónoma.
Negociaciones
Con el debate de la financiación autonómica abierto en canal, en el contexto de las negociaciones para la investidura de Salvador Illa como presidente de la Generalitat, los números revelan que el más que agresivo incremento de la presión fiscal en el territorio ha sido notablemente ineficiente a la hora equilibrar las cuentas públicas.
La progresiva subida de los impuestos ha generado un profundo malestar en la ciudadanía y también entre los empresarios, que interpretan la condición de Cataluña como la Comunidad Autónoma con más impuestos propios como un factor que desincentiva la llegada de nuevas inversiones.
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