La contribución de las empresas que conforman el Ibex 35 a las arcas públicas a través del pago de impuestos alcanzó la cifra de 54.171 millones de euros en 2023, lo que supone un incremento del 3% en relación con la cantidad consignada el año anterior y equivale a algo más del 3,7% del Producto Interior Bruto (PIB) de España.
El estudio sobre la contribución tributaria total de la gran empresa, que elabora anualmente PwC, atribuye la subida a la implantación de nuevas figuras fiscales, especialmente las de índole medioambiental y también los impuestos especiales a los sectores financiero y energético, que las compañías afectadas abonaron por primera vez el pasado daño.
Más impuestos "soportados"
De hecho, en 2023 se ha producido un considerable aumento de la contribución de los que la metodología empleada por la consultora en el estudio denomina "impuestos soportados", aquéllos que suponen un coste efectivo para la empresa, a diferencia de los "recaudados", directamente relacionados con la actividad económica de la empresa (por ejemplo, las retenciones realizadas a los trabajadores a cuenta del IRPF).
En este sentido, la contribución por los soportados se elevó un 23%, hasta 20.067 millones de euros; mientras, los recaudados descendieron un 6%, para totalizar 34.104 millones.
La evolución tan desigual en ambas partidas ha provocado una significativa modificación en el peso que cada una tiene en la contribución tributaria total de las empresas del Ibex 35. Los soportados han pasado a suponer algo más del 37% del total, cuando en 2022 no llegaron al 31%.
Otra de las cifras que destacan del estudio es la referida a la participación de las arcas públicas como receptor del valor distribuido por las empresas. En concreto, Hacienda es, con gran diferencia, el principal benefactor, dado que 5,9 de cada 10 euros de valor distribuido va destinado al pago de impuestos.
Casi tres veces más que a dividendos
Una proporción que multiplica por 2,68 la correspondiente a la distribución de valor a los accionistas, es decir, a los dueños de las empresas, a través de los dividendos (a lo que se destina 2,2 de cada 10 euros).
A los trabajadores va a parar en forma de sueldos y retribuciones, un 18%, mientras que el punto porcentual restante corresponde a los financiadores y acreedores, a través del pago de intereses.
Además, el informe de PwC también constata que las empresas del Ibex destinan 47 de cada 100 euros de beneficios antes de impuestos al pago de impuestos soportados.