El socio Del Rivero (exSacyr) apoya la OPA pero desautoriza al consejo de BBVA: "Que la lleve Oliu"

Luis del Rivero, expresidente de Sacyr y accionista de BBVA, ha cumplido con la costumbre de las últimas juntas del banco y ha intervenido en la asamblea extraordinaria de este viernes para manifestar su apoyo a la OPA hostil y posterior fusión con Banco Sabadell pero, al mismo tiempo, asestar un contundente golpe público a los actuales directivos de la entidad vasca, de los que no ha dudado en decir que no son los adecuados para llevar las riendas de la operación ni, en caso de éxito, de la entidad resultante.

Recurrentemente crítico por la implicación de BBVA en el 'caso Villarejo', ésta ha sido de nuevo el blanco de los reproches del empresario murciano, quien ha recordado en su intervención la reciente propuesta del magistrado de la Audiencia Nacional Manuel García Castellón de abrir juicio oral contra el banco, como persona jurídica; su expresidente Francisco González y su exconsejero delegado Ángel Cano; y otros anteriores altos ejecutivos.

"Ustedes han conseguido ser el primer banco en España para el que se abre un proceso judicial oral. Es evidente que no son los adecuados para llevar este asunto", ha señalado Del Rivero, en referencia al proceso de compra y posterior fusión de Banco Sabadell.

El empresario murciano ha valorado la operación, que ha calificado de "interesante" y se ha mostrado partidario de votar a favor de la ampliación de capital para poder llevar a cabo la oferta, a través de un canje de acciones.

"Pero una cosa es que se haga la OPA y otra, quién debe llevar este asunto", ha matizado Del Rivero para, a continuación, apuntar el nombre del presidente de Banco Sabadell, Josep Oliu, como el más apropiado para tomar las riendas. 

"La solución puede estar, en este caso, en la entidad opada, que sí tiene directivos más que cualificados para esta operación", ha afirmado. Tras desgranar con cierto detalle el curriculum académico y profesional de Oliu, ha concluido que "si se recurre a personas de su prestigio, el banco nuevo tendría las dos armas: la potencia financiera y la honorabilidad de los dirigentes".

Además, Del Rivero ha apuntado un tercer objetivo: "aprovechar la oportunidad para dar carpetazo par siempre a la 'era FG' y su viscoso recuerdo".