La OPA hostil que BBVA ha lanzado sobre Banco Sabadell vive este viernes uno de sus principales hitos, con la junta extraordinaria de la entidad con sede en Bilbao, una circunstancia que ha aprovechado el presidente del banco opado, Josep Oliu, para dirigirse públicamente a sus accionistas y, de paso, exigir implícitamente a su competidor que no escatime detalle alguno sobre los impactos de una eventual fusión, objetivo último de la operación.
En la misiva, publicada en español, catalán e inglés, Oliu recuerda a los socios de la entidad que preside que una vez que el folleto de la OPA sea aprobado por el supervisor, el consejo del Banco Sabadell deberá pronunciarse sobre la oferta a través de un informe, que servirá de referencia a los socios para tomar una decisión sobre si aceptar o no la propuesta del BBVA.
En este sentido, el veterano banquero considera que la entidad que preside Carlos Torres debe hacer públicos "de forma clara, transparente y completa todos aquellos elementos que puedan tener una implicación en el valor ofrecido", toda vez que la contraprestación que incluye la oferta se basa en un canje de títulos.
Entre los detalles que Oliu considera que el oferente no debe obviar destaca el de los impactos financieros de una eventual fusión; los de capital, derivados de las más que probables rupturas de acuerdos con terceros y ajustes de valoración de activos; y, especialmente, "las pérdidas de negocio estimadas, especialmente en el segmento de las pymes".
El de la pequeña y mediana empresa es, sin duda, uno de los principales activos del Sabadell y en el que tanto el banco como los diferentes actores del panorama socioeconómico y político que se han posicionado en contra de la operación han situado en el centro de sus inquietudes.
A Oliu no se le escapa los esfuerzos de comunicación que BBVA ha desarrollado en las últimas semanas para trasladar al mercado la idea de que, en el caso de que la operación llegue a buen puerto y se produzca finalmente la fusión, las pymes que sean clientes de Banco Sabadell no tienen nada que temer.
De ahí que haya hecho especial hincapié en este aspecto a la hora de dirigirse a sus accionistas, con quienes se comprometió a informarles del proceso de forma recurrente conforme se fueran produciendo los acontecimientos.
Oliu recuerda que la asamblea extraordinaria que celebrará BBVA no presupone el éxito de la oferta ni tampoco que los accionistas de Banco Sabadell deban tomar aún una decisión.
Al contrario, el presidente de la entidad objeto de la oferta hostil considera que la complejidad de la operación llevará este momento "a finales de 2024 o incluso en 2025".