La Copa América de vela de Barcelona, que se celebrará a partir del 22 de agosto, ha reforzado su equipo de seguridad con nota. La carrera de regatas ha incorporado como responsable global de protección a Manel Rubio, el que fuera director de seguridad del FC Barcelona entre 2006 y 2011 y que, por lo tanto, ayudó al presidente Joan Laporta --en su primera etapa-- a expulsar a los Boixos Nois del Camp Nou.
Rubio se presentó oficialmente en sociedad ayer en un acto cerrado en la sede de la Autoridad Portuaria de Barcelona (APB) en el World Trade Center. Aunque él se ausentó por una causa de fuerza mayor, su equipo explicó el proyecto de protección de la America's Cup, un evento colosal que verán 1.500 millones de personas en todo el mundo.
Rubio trabajará para ACE, que es la empresa organizadora del evento. Le flanqueará otra bregadísima profesional, Jennifer Morales, hasta ahora directora de Seguridad del CCIB-Fòrum, entre otros directivos.
Seguridad 'catalana'
Esta seguridad catalana de la Copa América, que la organiza el Emirates Team New Zealand, se presentó en un acto de la Asociación de Directores de Seguridad Integral (ADSI) ayer.
Los responsables de protección de la carrera deslizaron pocos detalles de cómo blindarán el torneo, por necesidades de, precisamente, seguridad. Eso sí, destacaron que todos los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado y vigilantes se coordinarán para evitar incidentes.
El MOC y el CeCor en tierra
¿Cómo trabajarán? Rubio, Morales y los otros directivos --la organización calcula que tendrá unos 200 empleados en su momento cumbre-- se concentrarán en el Main Operations Centre (MOC), situado en el World Trade Center, detrás del Hotel Eurostars Grand Marina.
Allí se aglutinará la cúpula del Emirates, con su CEO, Grant Dalton, a la cabeza; los equipos de telecomunicaciones y videovigilancia, los enlaces con los cuerpos policiales y el enlace con el Centro de Coordinación (CeCor).
En efecto, el CeCor será el corazón público de la Copa América, como avanzó este medio. Se situará en el Moll de Barcelona, junto a la base del Emirates. "Está casi terminado", y lo dirigirán los Mossos d'Esquadra. Tendrá la última palabra en tierra.
El MOC y Guardia Civil en el mar
En el mar, y como informó Crónica Global, mandará solo la Guardia Civil, con arreglo a sus competencias exclusivas. Pese a que hubo "tensiones" entre ambos cuerpos, el instituto armado, de la mano del flamante nuevo coronel de la Comandancia de Barcelona, Daniel Baena, tendrá la última palabra en la lámina de agua.
Eso sí, contará con la ayuda del Water Operations Control (WOC), también regido por el organizador, que ordenará los barcos que se acerquen a ver el campo de regatas. Que serán entre 700 y 1.000, según los cálculos.
Fragmentación de 'fan zones' y párkings
Todo este andamiaje de seguridad servirá para que los seis equipos participantes se disputen la Copa de las Cien Guineas con tranquilidad. Y que miles de aficionados sigan la carrera desde tierra. Lo harán desde varias fan zones, fragmentadas. La más grande será la del Moll de la Fusta, con capacidad para 9.000 personas y un sistema de control de masas pionero por volumen de personas.
Pero también se prevé distribuir público en el Port Olímpic y la playa del Bogatell, en mini fan zones con un aforo máximo de 2.000 personas. Más la hospitality y la zona vip del Puerto Olímpico, claro, que regirá Vilaplana, filial de la multinacional Eurest.
Tierra: fácil; mar: difícil
En una discreta explicación con ADSI, el equipo de seguridad de la Copa América y otros responsables, como Bernat Baró, jefe de seguridad de la Autoridad Portuaria de Barcelona, y Francisco Pérez, de Barcelona de Serveis Municipals (B:SM), admitieron que provoca más problemas controlar el mar que la tierra, pues se calcula que entre los mil yates "habrá cinco de los diez más ricos de la lista Forbes". Y todos, claro, querrán primeros planos y navegar a placer en un espacio apiñado de naves.
Pero al frente habrá alguien bregado. Manel Rubio dirigió la seguridad del Barça hasta 2011 y, antes y después, el Anillo Olímpico de Barcelona. Hasta el año pasado, fue director de Operaciones de SP4, el mayor contratista municipal de seguridad. Durante su etapa en el Barça, los Boixos Nois le amenazaron y pusieron en la diana.
Pero consiguió expulsar al grupo criminal del estadio en coordinación con el exmosso Elías Frade. Fue uno de los primeros éxitos de una colosal carrera reconocida en todo el sector.