Telefónica en su junta clave: Gobierno, La Caixa y Arabia Saudí definen su futuro

La junta de accionistas que Telefónica celebra este viernes será la primera toma de contacto para una inédita batalla por el control de la operadora, que se prevé larga y con un final incierto, y en cuya liza intervienen nada menos que dos Estados, el español y el saudí, y uno de los grupos financieros e industriales más potentes de toda Europa como es La Caixa. 

A la cita, de carácter ordinario, se llega después de que en los últimos meses el accionariado de la compañía que preside José María Álvarez-Pallete haya sufrido un cambio muy significativo. Las perspectivas apuntan a que cerca del 40% del capital va a estar en breve en manos de accionistas de referencia y, además, con diferentes intereses. 

Un escenario inédito

Un escenario nunca antes visto en Telefónica desde que culminó su proceso de privatización, a finales de la década de 1990 y que comenzó a plantearse a la vuelta del pasado verano, cuando la compañía Saudi Telecom (STC), controlada por uno de los fondos soberanos del Reino de Arabia Saudí, anunció su aterrizaje en la operadora española como primer socio, con la adquisición del 9,9%. 

La respuesta del Gobierno español no tardó en llegar. Pese a que en manos del Consejo de Ministros está otorgar la preceptiva autorización para que la teleco saudí sobrepase el 5% de Telefónica, dado el carácter altamente estratégico de la empresa, el Ejecutivo decidió volver a la compañía para garantizar el interés general y dar estabilidad al capital del grupo. 

El papel de SEPI y el grupo Caixa

El encargo a la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) de adquirir un 10% de Telefónica, un tercio del cual ya ha sido ejecutado, hizo responder a algunos de los restantes accionistas estables de la operadora. En especial, CriteriaCaixa, la sociedad de inversiones de La Caixa, que había elevado su presencia en el capital de Telefónica durante los últimos años hasta el entorno del 2,5% pero a un ritmo muy sostenido.

En los últimos días, en vísperas de la junta de Telefónica y tras retomar los mercados su actividad a la vuelta de los festivos de Semana Santa, el holding adquirió en apenas cuatro días un 2,3% adicional y elevó su peso por encima del 5%. La suma del paquete que controla su participada Caixabank da como resultado el 7,5% y sitúa al entorno de La Caixa, de forma provisional, como primer socio de la compañía antes de afrontar la asamblea.

La maniobra preventiva de Pallete

El orden del día de la junta no plantea cuestiones especialmente delicadas, al margen de la preceptiva renovación de los mandatos en el consejo que llegan a su vencimiento, y los rutinarios de aprobación de cuentas y dividendo, además del habitualmente controvertido en relación con las retribuciones del consejo.

De forma preventiva, Álvarez-Pallete allanó la renovación del órgano de gobierno a finales del pasado año, al lograr la renuncia anticipada de dos vocales independientes y su correspondiente reemplazo; de esta forma evitó un probable baile de sillas en el consejo para esta junta general. 

La sede de Criteria, el hólding de participadas del grupo La Caixa / CAIXA

Entrada de STC en el consejo

No obstante, ese movimiento va a terminar por producirse más tarde o más temprano, toda vez que el Gobierno ya ha manifestado públicamente su intención de que la SEPI esté representada en el órgano ejecutivo, mientras que se da por hecho que STC también lo solicitará.

Salvada por ahora esta circunstancia, el resto de cuestiones a tratar en la asamblea y las votaciones posteriores servirán para que los socios tomen posiciones y afloren las afinidades y diferencias entre ellos, para afrontar un ejercicio que se antoja uno de los más complicados de la historia reciente de la compañía que, precisamente, celebra su centenario este 2024.

BBVA y Blackrock, a la espera

Además de los accionistas que han acaparado todo el protagonismo en estos movimientos, también forman parte del núcleo estable de Telefónica el gigante estadounidense de la inversión Blackrock y BBVA, que incluso cuenta con consejero dominical en la operadora, en la figura de José María Abril, uno de los vicepresidentes.

Con participaciones próximas al 5% en ambos casos, de acuerdo con los registros de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), ambos socios han preferido quedar en un segundo plano. En el caso de la entidad financiera española, se ha limitado a asegurar, en boca de su presidente, Carlos Torres, que se encuentra cómoda con la participación.

Hasta ahora, sin "dueño"

Lo cierto es que su peso conjunto se aproxima al objetivo tanto de la SEPI como de STC, es decir, en el entorno del 10%, mientras que La Caixa controla el 7,5% por ahora, aunque no se descarta que proceda a ampliarlo. De modo que, aunque hayan adoptado un perfil bajo hasta el momento, también les llega la hora de pronunciarse.

La junta marcará el inicio de las hostilidades por el control de una empresa que, a pesar de su relevancia y su implicación directa en áreas tan críticas como Defensa, ciberseguridad y telecomunicaciones, no contaba como tal con la figura de un "dueño" o accionista de control. De golpe, se ha pasado al extremo opuesto.