Grífols ha elevado unos 1.000 millones de euros la deuda neta al cierre de 2023 que apareció reflejada en sus cuentas tras realizar una serie de ajustes contables como respuesta al requerimiento que le solicitó la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) tras elaborar un informe que evidenciaba algunas carencias y disfunciones en sus estados contables.
Tras la nueva expresión de su endeudamiento neto, la cifra queda situada en 10.527 millones de euros, lo que sitúa la ratio deuda/Ebitda, empleada para calibrar el apalancamiento financiero, en 8,4 veces, frente a la cifra de 6,3 veces consignada originalmente por la empresa.
Cambios en el cálculo
La clave para esta actualización está en el método para calcular el beneficio bruto de explotación (Ebitda), del que Grífols ha procedido a excluir los alquileres de los edificios que albergan sus centros de donación de plasma como deuda.
Por otra parte, el productor de hemoderivados ha procedido a introducir en el cálculo los ajustes de 234 millones de euros por gastos no recurrentes y también los relacionados con ahorros de costes y mejoras operativas de los próximos doce meses.
Así, el Ebitda, de acuerdo con los parámetros definidos en su acuerdo con los bancos acreedores, alcanzó 1.484 millones al cierre de 2023, frente a la cifra de 1.251 millones que refleja el dato consolidado según pérdidas y ganancias.
Tras el notable desplome sufrido por el valor a comienzos de año como consecuencia de un informe del fondo especulador Gotham City que denunciaba, entre otros aspectos, presuntas malas praxis contables en Grífols, la CNMV solicitó información adicional a la compañía con la que elaboró un preceptivo escrito de conclusiones.
Tobogán en Wall Street
En él, el supervisor eximió a Grífols de reformular sus estados contables pero sí evidenció una serie de deficiencias, por lo que requirió a la compañía la información adicional que Grífols ha remitido este jueves, al cierre de los mercados en Europa.
En Wall Street, en cuyo mercado Nasdaq también cotiza, Grífols ha perdido en un primer momento casi todo el avance que había acumulado durante la sesión hasta conocerse la actualización de las cifras, algo más de un 2,5%, aunque posteriormente ha rebotado y se aproxima al cierre de la jornada con alzas en torno al punto y medio porcentual.
En el informe que publicó el pasado 9 de enero, que provocó un auténtico terremoto en la cotización del que aún no se ha recuperado Grífols, Gotham apuntaba que el apalancamiento real de la farmacéutica era casi el doble del reportado (es decir, por encima de 12 veces) y que sus acciones deberían valer cero.
Tras cerrar este jueves levemente por encima de la cota de 9 euros la sesión del Ibex 35, Grífols acumula aun un retroceso del 36,5% desde que se conoció el citado documento.
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