Grífols ha dado a conocer sus resultados anuales, aún bajo los efectos de la fuerte crisis provocada por el informe de Gotham City y el ataque de los especuladores en bolsa. La compañía registró un beneficio neto de 59 millones de euros, condicionado por el proceso de ajuste de plantilla acordado la pasada primavera y un incremento a doble dígito tanto de las ventas (+11%) como del resultado operativo ajustado (Ebitda, +26%).
El productor de hemoderivados ha puesto especial énfasis en unas optimistas previsiones para 2024, que espera cerrar con una evolución también a doble dígito en el Ebitda, hasta alcanzar los 1.800 millones de euros (+22%), y una mejora de los ingresos del 7%.
Fuerte caída en bolsa
Sin embargo, las guías para el presente año no han sido suficientes para despejar las muchas dudas que el mercado mantiene en torno a la compañía. Las acciones de Grífols se dejan cerca de un 8%, tras las dos primeras horas de contratación y después de unos primeros primeros minutos con elevada volatilidad.
A la espera de la conferencia con analistas, que se celebrará antes del cierre de los mercados, los inversores deshacen posiciones en el valor, que había emprendido una notable escalada en las últimas semanas, alimentada precisamente por unas expectativas en torno a los resultados que no han terminado de cristalizar en argumentos suficientemente sólidos.
Mejoras en la gobernanza
Los beneficios de Grífols se han reducido más de un 71% respecto a 2022, aunque la empresa atribuye esta evolución a los costes de la mencionada reestructuración. Excluido ese efecto, la compañía estima que el resultado hubiera estado en línea con el del pasado año.
Consciente de la inquietud generada en el mercado por la publicación del documento de Gotham, el pasado 9 de enero, que ponía en cuestión aspectos relacionados con la gobernanza de la compañía, Grífols ha destacado en su comunicación a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) sus avances en materia de gobierno corporativo.
Entre otros aspectos, la farmacéutica destaca la separación entre la propiedad y la gestión, tras alejar a la familia fundadora y accionista de toda responsabilidad ejecutiva, y también de los cargos de presidente y consejero delegado, tras la incorporación de Nacho Abia para este último cargo, con efectos del próximo 1 de abril.
Grífols también señala que espera cerrar la venta a Haier del 20% de Shanghai RAAS a lo largo del primer semestre, lo que reduciría su ratio de apalancamiento deuda/Ebitda a 5,4 veces, y permitiría amortizar los vencimientos previstos para 2025 a mediados del presente año.
Repunta el suministro de plasma
"Hemos cumplido con todos nuestros compromisos en 2023, un año récord marcado por la sólida progresión de nuestros resultados operativos y financieros", ha señalado el presidente de la compañía, Thomas Glanzmann, en un comunicado en el que asegura que Grífols está preparada para crecer de forma rentable y sostenible a partir de 2024.
En 2023, los ingresos alcanzaron los 6.592 millones de euros, con un incremento del 10,9% a tipo de cambio constante, gracias al desempeño de Biopharma, división impulsada por el aumento del suministro de plasma y de la demanda subyacente de las principales proteínas, además de los incrementos de precios.
Recuperar el flujo de caja
Mientras, el flujo de caja operativo, excluyendo los gastos extraordinario, ha aumentado hasta los 351 millones de euros al cierre de 2023, que representa un incremento de 300 millones de euros en relación con el año anterior.
Por su parte, el flujo de caja libre ha sido de 120 millones de euros, generados principalmente en el segundo semestre gracias al impulso de los ingresos y a la mejora del resultado operativo.
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