Malestar con Jaume Roures en Estados Unidos por su blanqueamiento de la corrupción de Mediapro , que el grupo admitió en un pacto con la Fiscalía en 2019. El entorno del caso Fifagate está en alerta por la nueva estrategia de defensa del directivo del audiovisual, que ha alertado de presiones del Ministerio Público y de que su exsocio, Gerard Romy, "no está condenado" pese a haberse fugado para evitar el juicio.
Lo han indicado fuentes cercanas al caso Fifagate en conversación con este medio, advirtiendo de la nueva interpretación que está haciendo Roures de su gestión en Mediapro, de donde ha sido apartado. El último episodio es una entrevista en el diario El Món en la que minimiza los pagos de sobornos a cambio de derechos televisivos.
"Mediapro pagó una multa de 21 millones"
En el contacto con los periodistas, Roures asegura que la Fiscalía cercó a Mediapro para que admitiera su culpa en la primera parte del caso Fifagate, pese a que la mala praxis la había cometido una "filial" estadounidense, a que los empleados fueron despedidos y a que se aplicó un estricto programa de compliance.
"El entrevistado se olvida de que Mediapro admitió su culpa y pagó 21 millones de euros de multa al admitir que había pagado ilegalmente para conseguir derechos televisivos", señalan las fuentes consultadas.
"El soborno fue vía Medialuso"
Desde el entorno del procedimiento recuerdan que el exsocio de Roures en el conglomerado, Gerard Romy, dirigía el área internacional del grupo cuando ocurrieron los hechos. Estos hechos fueron el pago de al menos un soborno a Jeff Webb, expresidente de la Concacaf, mediante Medialuso, "filial de Mediapro en Portugal".
"La mordida se pagó desde las cuentas de la empresa", insisten. Y se vehiculó por medio de un banco panameño.
"Romy no está condenado porque se fugó"
Asimismo, en la entrevista con el medio nacionalista, Jaume Roures defiende en dos ocasiones que Gerard Romy "no ha sido condenado por los hechos". Un argumento de difícil digestión en Estados Unidos. "Gerard Romy no ha sido condenado porque se ha fugado. No se ha presentado al juzgado en EEUU, y la Fiscalía le considera en paradero desconocido".
Eso sí, el inversor sigue haciendo negocios en España, donde no pende ninguna orden de detención contra él.
"Les aplicamos la ley antimafia"
Desde el entorno del Fifagate, en el que se investiga el presunto pago de sobornos a cambio de la compra de derechos televisivos, una fuente jurídica recuerda que el procedimiento "va más allá de las simples mordidas".
"A los imputados en este caso -Gerard Romy es uno de ellos- se les ha aplicado la RICO Act, la ley para enjuiciar a organizaciones mafiosas", detallan.
Sentencias periféricas
Cabe recordar que el Fifagate no está cerrado en Estados Unidos. Aunque la primera imputación la saldó Mediapro con los citados acuerdo con la Fiscalía y el pago de la multa, la Fiscalía emitió otro escrito de acusación ampliado.
En relación a esta nueva causa, ya ha habido directivos sentenciados y otros se han declarado culpables. Por su parte, Gerard Romy no ha comparecido en el caso.