El bache en el mercado inmobiliario ya se ha trasladado al parque residencial de segunda mano, donde empiezan a observarse caídas de precio, pero no en la vivienda de obra nueva, que no deja de subir de precio. Entre los principales motivos de este encarecimiento están la escasez de pisos, pues se construye poco; la falta de materiales, que se han encarecido desde que empezó la guerra de Ucrania; y también el incremento de los costes de personal.
"La mano de obra está subiendo en el sector de la construcción", indica Montse Pujol, consejera delegada del grupo PMP. "El operario especializado de formación profesional u oficios está desapareciendo y se jubila. Falta mucha mano de obra y pagamos más por un electricista que quizá por un ingeniero", alerta la ejecutiva inmobiliaria.
"Cambio en el mundo laboral"
"Yo vengo de formación profesional, soy maestro industrial y profesor oficial, podría ser lampista, electricista, carpintero, estudiar y todo, y ganaría a veces más que haciendo ingeniero; de hecho, soy ingeniero técnico, perito y también soy ingeniero superior, y te aseguro que me monto una lampistería, y ganas más", coincide Gerard Duelo, presidente del Consejo General de COAPI de España. Un "problema" que atribuye al "cambio del mundo laboral".
"Eso es un problema de que todo el mundo ha dicho: yo, a los hijos, les voy a pagar la universidad", analiza el empresario inmobiliario, que incide en el "problema de enfoque", ya que considera que "hay que potenciar la imagen de la formación profesional". "Pero dicho esto, por la razón que sea, efectivamente, suben los costes, sube la mano de obra", señala.
"El precio no bajará"
Duelo añade como factor a tener en cuenta que "el país crece", un crecimiento que se está reduciendo condicionado por la inflación y los tipos de interés dictados por el BCE. Ambos índices han subido y, en consecuencia, "baja la tasa de crecimiento". "Mientras crezca [la economía] y la tasa de paro, o sea, de trabajo, se mantenga, los precios van subiendo, por lo tanto, todo sube y sube", explica el representante de los agentes inmobiliarios.
Por su parte, Pujol subraya que, si bien se venden cada vez menos viviendas por el enfriamiento del mercado hipotecario, el volumen de cada operación ha subido. No ocurre en la segunda mano, donde habrá "un ajuste de precios", pero sí que se elevan los precios de la obra nueva: "Se esperaba que el precio de la vivienda bajase y no ha pasado ni pasará por tres razones: la guerra de Ucrania y la inflación de las materias primas, la mano de obra, y las normativas que durante todos estos años se han vuelto más estrictas y exigentes en el tema estructural, del aislamiento térmico y acústico", remacha.
Retrasos de dos años
Francesc Quintana, consejero delegado de Vivendex, añade que se ha vuelto "difícil" proyectar obra nueva y que se tiene que hacer "a muy largo plazo", ya que está "muy limitado por la normativa urbanística". "La Administración está alargando el plazo de las licencias", lamenta el socio de la inmobiliaria, que cifra este periodo en de ocho a 12 meses.
Luego llega la construcción, que se alarga durante un año o incluso año y medio, dependiendo del proyecto, con unas condiciones de financiación que los bancos han endurecido no sólo para los particulares, sino también para las promotoras. Dada la incertidumbre actual con respecto a las leyes y a la macroeconomía, es prácticamente imposible prever a dos años vista las circunstancias en las que se llevará a cabo dicha obra.