"La inversión inmobiliaria ha caído un 50% en Estados Unidos y Europa". Con este alarmante dato ha sintetizado Ana Estrada, responsable de gestión patrimonial inmobiliaria de Goldman Sachs, la incertidumbre que vive el sector. En su conferencia en el salón inmobiliario The District de Barcelona, la directiva ha precisado que en España la caída en la llegada de capital ha sido un poco inferior en comparación con los mercados mencionados.
La ejecutiva del banco de inversión estadounidense ha atribuido este descenso al hecho de que los grandes inversores internacionales se han quedado al margen a la espera de ver cómo evolucionan los datos macroeconómicos. En consecuencia, los grandes fondos que quedan en el mercado son fundamentalmente oportunistas --aquellos que buscan oportunidades especulativas de mayor riesgo pero más rentables--, lo que puede comportar variaciones más drásticas en los precios.
Rápido ajuste de precios
Estrada también ha asegurado que el ajuste de precios será más rápido que en 2008, ya que "la principal diferencia con el anterior ciclo" es que hay menos endeudamiento, pero el coste de la financiación se ha encarecido. Ha detallado que el coste del capital alcanza el 7,5% en algunas operaciones de inversión inmobiliaria, lo cual las dificulta.
La directiva ha recordado que en el anterior ciclo, tras el pinchazo del boom inmobiliario, no fue hasta 2012 o 2013 cuando llegaron las primeras inversiones de grandes fondos estadounidenses a España en busca de activos baratos. "Tardó casi cinco años, esta vez el ajuste será mucho más rápido", ha zanjado.
Oficinas vacías
Asimismo, Estrada ha apuntado que hay 2.000 millones de dólares de deuda para financiar operaciones inmobiliarias que vencen en los próximos tres años, por lo que se están a punto de ejecutar muchas refinanciaciones y en muchos casos los acreedores forzarán ventas de activos en vez de prorrogar los plazos.
Según la responsable de Goldman Sachs, algunos activos logísticos y residenciales seguirán subiendo de precio por encima de la inflación porque tienen fundamentales fuertes y poca oferta, pero en otros tipos de propiedades, como las oficinas, ocurrirá lo contrario. En este sentido, ha señalado que en Estados Unidos hay una desocupación generalizada de edificios de oficinas, con caídas de valor importantes en algunos casos.
Edificios verdes y más caros
También ha augurado una polarización de este tipo de activos, ya que solo los edificios sostenibles serán susceptibles de recibir capital de grandes inversores. Además, hay mucha demanda de este tipo de instalaciones y faltan edificios, por lo que el precio se encarecerá.
Ha añadido que las empresas inquilinas están dispuestas a pagar un 10% más por el alquiler. Por la falta de demanda, será necesario construir más edificios sostenibles: "El coste de construir estos edificios es más alto, pero definitivamente no un 10% más alto", ha concluido Estrada.