¿El secreto para las fábricas de bebidas? La valoración química
Es una técnica analítica utilizada para determinar la cantidad de una sustancia en una muestra a través de una reacción química controlada
8 septiembre, 2023 14:33Noticias relacionadas
Una de las cosas más agradables a la hora de viajar es poder disfrutar de sabores que nos resultan familiares incluso si estamos lejos de casa. Descubrir la gastronomía local siempre es una delicia, pero, a veces, pasar muchas semanas en un país exótico puede hacernos sentir un tanto desconectados de nuestra propia tierra. Por eso resulta tan grato encontrar una cerveza española en Latinoamérica o en Asia, abrir la lata, y disfrutar de un sabor que nos es familiar.
Esta magia de la uniformidad en los sabores es el resultado de toda una serie de procesos muy elaborados en las fábricas de cerveza de nuestras empresas nacionales, y, de hecho, es común en los fabricantes de bebidas de todo el mundo. ¿Cómo hace la Coca-Cola para tener el mismo sabor en todas partes? ¿Cómo hace Heineken para mantener su calidad en cualquier país? El secreto está en un mecanismo de medición de alta precisión: la valoración química.
¿Qué es la valoración química?
La valoración química es una técnica analítica utilizada para determinar la cantidad de una sustancia en una muestra a través de una reacción química controlada. La valoración se utiliza tanto en análisis cualitativos, para identificar la presencia de una sustancia específica, como en análisis cuantitativos, para medir con precisión la cantidad de la sustancia en cuestión. Por eso es tan importante a la hora de elaborar bebidas con sabores de alta precisión.
Esta técnica es aplicable en diversos campos, como la industria farmacéutica, la química industrial y el análisis de muestras ambientales, y es una técnica estrella en la industria cervecera. A través de la valoración química, es posible obtener datos confiables sobre la concentración y pureza de sustancias, lo que desempeña un papel fundamental en el control de calidad y en la toma de decisiones en numerosos sectores industriales y científicos.
Un proceso esencial en la fabricación de bebidas
Resulta claro cómo la valoración química desempeña un rol clave en la fabricación de bebidas. Compañías cerveceras españolas como Cruzcampo, Estrella Damm o Mahou utilizan la valoración para determinar la cantidad exacta de ciertos ingredientes en sus productos finales. De este modo pueden garantizar la proporción de ingredientes en sus cervezas, que resulta en el sabor característico de sus respectivos productos.
Sin esta maquinaria, es muy difícil comprobar que, efectivamente, cada cerveza tiene su sabor característico –más allá de lo que sugieran los catadores–. La experiencia de los catadores, además, es subjetiva, y el uso del personal para estas tareas no resulta útil de cara a escalar la producción. Los catadores son ideales para determinar cuál debe ser la proporción de los ingredientes, pero, una vez determinada, la valoración la verifica en los centros de producción.
Contar con la tecnología de vanguardia es clave
La uniformidad en los sabores de las cervezas y otras bebidas embotelladas –por ejemplo refrescos de cola o de naranja– es esencial para su éxito. Los clientes se habitúan a un sabor en específico, y es ese sabor el que los hace optar por una marca en particular. La inconsistencia en los sabores resulta muy peligrosa para la industria, porque puede conducir a una experiencia irregular en los clientes y, en consecuencia, a su pérdida.
Para garantizar que el sabor de la Coca-Cola sea prácticamente idéntico en cualquier país del mundo, los sistemas de valoración desempeñan un rol clave. Y no solo eso. Lo ideal es que cada fábrica de bebidas cuente con el mismo sistema de valoración, garantizando así que los resultados de cada medición sean lo más coherentes posible. Solo de este modo las empresas pueden verificar que, en efecto, sus productos son consistentes a nivel global.
Avanzando en una industria cada vez más competitiva
La escalabilidad en la fabricación de bebidas ya no responde solo a la ambición de cada compañía, sino que pasa a ser una cuestión de mera supervivencia. Las empresas de bebidas embotelladas o enlatadas que se conforman con operar en una única región pueden contar con un cierto ‘plus’ en forma de la confianza de sus consumidores, pero los costes de una empresa que solo opera localmente son inevitablemente superiores a los de una empresa global.
Cuanto mayor sea una compañía, más fácil le resulta reducir costes de producción. Los ingredientes pueden adquirirse a menor precio, se pueden centralizar ciertos trabajos –administración, contabilidad, marketing–, y se consigue ofrecer un producto de mayor calidad a menor precio. Por eso, el rol de la valoración química es esencial para el crecimiento de las empresas de bebidas, sobre todo a la hora de expandirse hacia nuevos mercados.