Cataluña sigue el nuevo concurso de ambulancias de la provincia de Málaga como ejemplo a evitar. La Junta de Andalucía ha lanzado en los últimos días la licitación de transporte sanitario del territorio por tercera vez: es de las pocas que restan antes de la adjudicación catalana, la mejor presupuestada y la más prestigiosa de todo el país.
Pero antes, se ha abierto el contrato de Málaga, con un presupuesto de 107 millones de euros. Fuentes del sector recuerdan que "es la tercera vez" que se inicia. La Junta exige un portafolio de 202 vehículos, y una subrogación del personal para los cinco años de encargo que subleva al sector, pues se advierte de que los salarios llegan en algunos casos a los 65.000 euros para un ayudante de camillero.
Herencia de la anterior
De hecho, la masa salarial y el montante económico necesario para cubrirla hizo descarrilar el concurso la última vez. De hecho, la adjudicataria hasta ahora, ASM, vinculada a Ambulancias Tenorio, ha abonado salarios a los hijos del fundador "por encima incluso del presidente regional", alertaron los sindicatos, disparando el capítulo uno.
Antes, también, la filial de Tenorio logró derribar la adjudicación utilizando a la abogada de la patronal de pequeñas y medianas empresas de ambulancias, Aetrans, como explicó este medio. Se trata de la misma estrategia seguida por la empresa con el concurso del 112 de Aragón, pese a que algunos asociados desconocían el uso de su letrada por parte de una firma asociada a otra organización empresarial mayor: ANEA.
¿Habrá externalización?
En cualquier caso, el concurso de ambulancias malagueño, y el catalán, cuyas plicas se publicarán antes de final de año, podrían marcar el camino a otras tres autonomías. Son Islas Baleares, La Rioja y Cantabria. En los dos primeros casos, desde la patronal Agetrans se ha pedido que se revierta la internalización del servicio al "dispararse el gasto del contrato".
En el último caso, en Cantabria, el ente empresarial pide al tribunal regional de contratos que falle sobre el recurso presentado por la única empresa excluida, la andaluza SSG. Es el colofón a otro azaroso procedimiento.
Obstáculo: las horas de presencia
En paralelo a ello, las administraciones observan con preocupación una nueva pieza de jurisprudencia. Es la sentencia del Tribunal Supremo sobre las horas de presencialidad de los técnicos de transporte sanitario en las bases. Hasta ahora, ese tiempo estaba excluido de las 1.800 horas anuales. Desde junio de 2022 y por sentencia del alto tribunal, ese horario es parte del cupo de horas.
La resolución, claro, significa una inflación en el capítulo uno de costes, el de personal. Y que los gobiernos tengan que dotar mejor los concursos so riesgo de inviabilidad de los contratos externos.
Cataluña en el horizonte
Sea como fuere, todos los concursos autonómicos de transporte de pacientes, también el de Málaga, son el preludio de la gran licitación catalana. El Govern da pasos para revalidar la tormentosa externalización de las ambulancias que llevó a cabo en 2014. Lo hará entre este año y el próximo y, en cualquier caso, antes de las elecciones autonómicas en Cataluña, previstas para 2025. Porque se prevé una dura batalla entre empresas, con recursos, denuncias cruzadas e impacto político, como en el procedimiento anterior.
Por el momento, el Sistema de Emergencias Médicas (SEM), que copilotará el tender junto al CatSalut, ha lanzado consultas de mercado destinadas a abrir la competencia y evitar la sombra de la interferencia, que planeó sobre el concurso de 2014.