Las principales bolsas europeas se han contagiado del pesimismo que llega en las últimas horas como consecuencia de la rebaja de la calificación crediticia de Estados Unidos por parte de la agencia Fitch, que ha hecho perder la triple A a la primera economía del mundo. El efecto se ha hecho más agudo en compañías con una notable exposición al mercado estadounidense, que han arrastrado descensos superiores al 2% en la sesión.
Entre las más golpeadas por esta circunstancia se encuentra Grifols. El productor de hemoderivados ha registrado descensos del 2,77% durante la jornada, dado que EEUU es su principal mercado en el exterior, donde cuenta con varias plantas de producción.
Cotizada en Wall Street
La vinculación de Grifols con el mercado estadounidense llega a tal punto que las acciones de la compañía cotizan en el Nasdaq, el mercado tecnológico de Wall Street.
Penalizada de forma notable en los últimos meses por su excesivo apalancamiento, la compañía trata de remontar el vuelo en el parqué, apoyada en sus planes de ahorro de costes y en eventuales operaciones de venta de activos, como la que prepara en China.
De hecho, en lo que va de año, las acciones de Grifols acumulan una revalorización próxima al 19%, aunque el balance a medio plazo aún arroja retrocesos de casi el 50% en los últimos tres años.
Junto al grupo farmacéutico, Santander también ha sido uno de los valores que han sido señalados por los inversores dada su exposición al mercado estadounidense, en el que opera desde hace casi una década. El banco se dejó un 2% en la sesión.
Elevada deuda pública
El negocio de EEUU ha aportado en torno a un 25% de los resultados en la primera mitad de 2023, de acuerdo con las cuentas semestrales presentadas la pasada semana por la entidad que preside Ana Botín, que apuesta firmemente por esta plaza, especialmente en lo que se refiere a los negocios de crédito al consumo y gestión de pagos.
La rebaja crediticia de Fitch, fuertemente contestada por el Gobierno de EEUU, se basa precisamente en el elevado endeudamiento público, agravado por el retraso y las dificultades de un acuerdo para la fijación del techo de gasto, que incluso han puesto en duda la viabilidad económica del país si no acomete una serie de ajustes.
Otro de los títulos que sufrieron el efecto negativo de la rebaja de calificación de la deuda estadounidense fue Inditex, que cerró la jornada con retrocesos del 2,5%. Tras la obligada retirada del mercado ruso como consecuencia de la invasión de Ucrania, el mercado de EEUU se ha convertido en una de las grandes apuestas del imperio textil en el exterior.
Con cerca de un centenar de establecimientos, Inditex ha manifestado públicamente su intención de lanzarse a la conquista de este mercado que, hasta no hace mucho, era prácticamente uno más dentro del amplísimo grupo de mercados en los que está presente la compañía que preside Marta Ortega.
Iberdrola y las redes
Algo más de un 2% también se ha dejado Iberdrola, que tiene en EEUU uno de sus mercados estratégicos junto con España, Reino Unido, Brasil y México. Su filial norteamericana, Avangrid, es ya uno de los referentes del país y se convertirá en una de las tres de mayor tamaño cuando se concrete la compra de PNM Resources, a la que absorberá.
La parte principal del negocio de Iberdrola en EEUU es el negocio regulado, fruto de sus inversiones en redes, pero sus notables avances en el sector de renovables, en especial en eólica marina, hacen que su exposición a este mercado crezca de forma considerable.
Las concesiones de Ferrovial
También sintieron los efectos de la medida adoptada por Fitch compañías como Ferrovial, con múltiples concesiones de infraestructuras en EEUU e importantes contratos de construcción como el de la nueva terminal del aeropuerto JFK de Nueva York, e IAG, por un posible impacto negativo que afectaría a las múltiples rutas con EEUU, sobre todo de British Airways.
La sacudida en torno a la revisión a la baja de la nota sobre la deuda de EEUU afectó a todos los grandes mercados europeos. El Ibex 35 perdió algo más del 1,8%, también impactado por el severo revés que sufrió Telefónica (-7%) tras anunciarse la alianza de 1&1, su socio en Alemania, con Vodafone para el negocio del 5G en el mercado germano.