Ignacio Gutiérrez-Orrantia ha rechazado la oferta de Naturgy para ser su consejero delegado y se quedará en Citi. La agencia Bloomberg apunta a que el actual responsable para Europa, Oriente Próximo y África de la banca de inversión ha decidido continuar en su cargo con las condiciones mejoradas.
El nombre de este ejecutivo fue el primero que trascendió tras el visto bueno de Criteria a los fondos de inversión con participaciones significativas en el grupo para recuperar la figura de CEO en la cúpula de la entidad. Actualmente, todos los poderes ejecutivos se concentran en la figura del presidente, Francisco Reynés, que cederá parte de sus funciones más vinculadas a la gestión del día a día al número dos.
Reunión del consejo de administración
La nueva gobernanza de la energética se abordará en la reunión del consejo de administración de este martes. Fuentes próximas al grupo señalan que, desde el primer momento, la única cuestión que está prevista analizar en el encuentro es la pertinencia de avanzar hacia una estructura directiva que se considera más enmarcada en los estándares europeos. Superada esta parte, se daría el mandato formal de iniciar la búsqueda de candidatos.
El proceso se puede prolongar a lo largo de todo el verano y tiene sus ritmos. Además de localizar a los perfiles ejecutivos que más encajan con las demandas de Natrugy, se debe validar primero por las distintas comisiones internas de la compañía y, después, en una junta de accionistas.
Ejecutar el ‘proyecto Géminis’
Gutiérrez-Orrantia estaba ben posicionado en este proceso al ser un ejecutivo próximo a Reynés y con un conocimiento privilegiado de la energética. Fue uno de los asesores de la dirección al definir el proyecto Géminis, la segregación del grupo en dos cotizadas con el mismo accionariado inicial por el core de actividad que el futuro CEO deberá poner en marcha. Además, ha trabajado en otras operaciones con el resto de accionistas de referencia de la energética.
Naturgy cuenta con un presidente ejecutivo desde 2018. Con anterioridad, las máximas funciones ejecutivas de la compañía se dividían entre el presidente, cargo que ocupó Isidro Fainé y Salvador Gabarró, y el consejero delegado, una función que desempeñó durante 14 años Rafael Villaseca.
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