El Colegio Italiano de Barcelona ha comenzado a prescindir de la Arcasa, su empresa de cátering, después de una rebelión de las familias de alumnos por la baja calidad de la comida. El prestigioso liceo ha roto a la firma que gestionaba el comedor escolar después de un motín de madres y padres que obligó a intervenir a la embajada en Madrid.
Según ha podido saber este medio, el Colegio Italiano ha fichado a la firma catalana Ecoarrels para su escuela infantil, expulsando a Arcasa del servicio. Ello cuando en el colegio de los alumnos mayores se ha detenido la licitación para hallar proveedor, como avanzó este medio.
"Máxima calidad"
Según una comunicación interna a la que ha accedido este medio, la institución educativa ha incorporado como proveedor del comedor a Ecoarrels, enseña del Maresme que ofrece menús ecológicos a los menores, con el fin de "ofrecer la máxima calidad".
Asimismo, se promete que "se cumplirán estrictamente las medidas higiénico-sanitarias", aunque se admite un ligero encarecimiento del servicio derivado de la inflación. Por ello, subirán las cuotas.
Arcasa, fuera, y en los mayores, concurso
Esta decisión significa que el holding catalán de colectividades pierde un importante cliente, a la espera del concurso para elegir proveedor en la escuela superior transalpina. Desde el sector se calcula que la facturación del Colegio Italiano reportaba unos ingresos de cerca de dos millones de euros en total a la firma.
Eso sí, desde la industria se recuerda que los cambios de contratista en escuelas de élite son "relativamente habituales". En el caso del grupo de los Arqués, no obstante, suma otra mácula a su reputación.
Insectos en la comida
Es así porque la resolución del contrato en la escuela infantil llega después de que se hallaran insectos y otros elementos en la comida, como detalló Crónica Global. El suceso provocó una rebelión de los padres, que pidieron explicaciones tras una caída de la calidad del servicio.
Asimismo, la Embajada italiana en Madrid tuvo que intervenir, pues el Colegio depende de las instituciones públicas del país transalpino.
Segunda polémica tras Vall d'Hebron
En cualquier caso, la controvertida salida de la firma de cátering sigue a su desvinculación del Hospital Vall d'Hebron, de donde salió por la puerta de atrás tras otro escándalo por el hallazgo de insectos en la comida de los trabajadores. El centro sanitario decidió expedientar al proveedor y, finalmente, fichó a la francesa Sodexo en la renovación del contrato.
Todo ello llegó tras los problemas financieros de Arcasa en pandemia. El holding de los Arqués tuvo que acudir al Ministerio de Industria para conseguir liquidez. Logró ocho millones de euros para sortear un periodo de fuerte contracción del negocio que puso en riesgo a la compañía y a sus cerca de 1.000 trabajadores.