Hace no demasiado tiempo, la idea de que una compañía española liderara desde el punto de vista tecnológico un proyecto tan ambicioso como la armonización y coordinación del espacio aéreo europeo hubiera sido material de primera calidad para espectáculos de humor. Camino del ecuador de la tercera década del siglo XXI, es toda una realidad. Sin los desarrollos, sistemas y soluciones punteras de Indra no sería posible lo que se conoce como cielo único europeo; una idea que ha hecho posible, entre otras muchas cosas, que la guerra en Ucrania no haya convertido los grandes aeropuertos del Viejo Continente en un continuo caos.
En la actualidad, Indra, que cuenta con el Estado como primer accionista, es el socio tecnológico del proyecto que capta un mayor volumen de fondos de la Union Europea destinados al desarrollo del cielo único. Su participación en el soporte tecnológico que sustenta la invisible pero gigantesca infraestructura que permite la coordinación de decenas de miles de vuelos diarios abarca prácticamente todas las áreas.
Carta de presentación
Y eso que la división de ATM (gestión de tráfico aéreo, por sus siglas en inglés) es relativamente pequeña en la compañía de tecnología y sistemas de Defensa, a la que aporta aproximadamente un 10% de la facturación anual, algo más de 300 millones de euros.
"Sin embargo, en términos cualitativos es una unidad muy relevante para la compañía por lo que significa participar en infraestructuras críticas de muchos países; y es la mejor carta de presentación", apunta Ramón Tarrech, director de estrategia e innovación de la división de ATM de Indra.
Sistemas de comunicación
En mercados tan relevantes como Reino Unido, la unidad de gestión de tráfico aéreo es la referencia de la compañía. "Dedicarse a la parte más compleja y sofisticada de tecnologías bastante avanzadas habla de que estamos haciendo las cosas bien. Cuando los británicos conocen que somos responsables de los sistemas de control en el país, el resto de clientes pueden percibir que somos buenos", señala Tarrech, en conversación con Crónica Global.
El papel de Indra en el proyecto de cielo único europeo se centra en la parte tecnológica de la infraestructura. La empresa española provee sistemas para la adecuada comunicación entre el avión y la tierra, con el fin de que los pilotos dispongan de todos los datos necesarios para garantizar la seguridad del vuelo.
Renovar radares en Alemania
También se ocupa de los sistemas de vigilancia para detectar en cada momento la posición de las aeronaves, a través de lo más avanzado en radares. En este apartado, Indra logró un importante hito el pasado mes de noviembre al conseguir un contrato con DSF, el proveedor de servicios de navegación aérea de Alemania, para modernizar la red completa de radares del país con tecnología completamente vanguardista. Una adjudicación valorada en más de 100 millones de euros que ligará a Indra con la primera economía europea durante los próximos 13 años.
Para completar su despligue en la infraestructura del espacio aéreo europeo, la empresa que preside Marc Murtra también aporta la tecnología digital que integra los centros de control de los aeropuertos. "Nuestros sistemas permiten a los controladores disponer de toda la información sobre la localización de las aeronaves, sus destinos, cuál es el estado meteorológico en cada caso…", explica Tarrech.
Cada país tiene sus operadores del espacio aéreo (en el caso de España es Enaire, 100% de titularidad pública y propietaria, además del 51% de Aena). Cuando un vuelo atraviesa varios países también pasa por diferentes centros de control. "El propósito del cielo único es que se armonicen cada uno de estos bloques para que sea un proceso continuo y no escalonado".
Al margen de las complicaciones que surgen por disputas entre países, dentro y fuera de la Unión Europea, "lo importante en nuestro caso es que haya mejoras en la interoperabilidad y, en este punto, ningún segmento de transporte en Europa presenta un grado de avance como el aéreo. Si no hubiéramos desarrollado determinados proyectos, los niveles de congestión del tráfico serían ahora muy importantes".
Evitar el caos
Una situación que hubiera cobrado tintes dramáticos en el escenario de la guerra en Ucrania, que ha forzado a introducir numerosos cambios en los flujos de los diferentes corredores aéreos europeos.
El escenario bélico ha tensionado aun más corredores ya de por sí muy congestionados por su espacio muy limitado, como en la zona norte de la Europa continental. "De no ser por el cielo único y los avances en interoperabilidad, esto hubiera sido mucho peor", asegura del director de estrategia en ATM de Indra, que no duda en afirmar que se ha evitado una situación de colapso casi absoluto en buena parte de los grandes aeropuertos europeos.
En la actualidad, la fase de I+D es la que se desarrolla de forma plena, bajo el mando de Andreas Boschen, exComisión Europea y actual director ejecutivo de SESAR Joint Undertaking, plataforma de colaboración público-privada en la que Indra es uno de los principales exponentes.
Hace unos días, Boschen y su equipo visitaron uno de los laboratorios de innovación de Indra, en los que se desarrollan los sistemas que después se implementan en las soluciones citadas anteriormente.
Nada sería igual
La siguiente fase consiste en el desarrollo de estos sistemas, su implementación y sustitución por los anteriores sin que los centros de control dejen en ningún momento de operar. De este proceso se encarga SESAR Deploy Management, con Mariagrazia La Piscopia a los mandos, e Indra ha aportado soluciones como un sistema para evitar que los aviones deban estar demasiado tiempo en el aire a la espera de obtener el correspondiente permiso para aterrizar, en el caso de congestión aérea. La fase de mantenimiento culmina el proceso.
Es una realidad incuestionable que, hoy en día, sería imposible entender el desarrollo del cielo único europeo sin Indra. "Sabemos que nadie es imprescindible y todos son importantes pero sin la tecnología de Indra, el coche correría mucho menos", explica Tarrech de forma gráfica. "Somos tractores, contamos con clientes de primer nivel en Europa, somos muy relevantes…". Definitivamente, el cielo único no sería igual sin Indra.
A la conquista de EEUU
La prueba es que la compañía está apostando de forma decidida por la división de ATM, a cuyo liderazgo mundial, actualmente en manos de la francesa Thales, aspira tras la adquisición de la estadounidense Selex, que ha dado lugar a la creación de la filial Indra Air Traffic Inc. y la apertura de una sede en Kansas City.
"Estamos prácticamente en todo el mundo y la entrada en EEUU solventa el 'agujero negro' que teníamos en esta área". El espacio aéreo de EEUU prácticamente duplica al de toda Europa. "En este mercado es donde se juega el partido", sentencia Tarrech. Aunque se muestra prudente a la hora de hablar de cifras, no duda en que la división crecerá a doble dígito durante los próximos ejercicios. Años decisivos para que una empresa española asalte el control de los cielos. Y, en este caso, de forma literal.
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