Berta Barrero es ingeniera de Caminos con más de veinte años de experiencia profesional, vicepresidenta de Industria en la UITP y directora general de Movilidad del grupo Indra. La multinacional española que ofrece servicios globales de tecnología y consultoría con casi 57.000 empleados, presencia local en 46 países y operaciones comerciales en más de 140 países sobre transporte, defensa, energía y telecomunicaciones. Su labor en el sector de la movilidad es, principalmente, desarrollar todas las tecnologías y sistemas críticos que operan e intervienen en lo que, ahora, se llama movilidad sostenible.
En una conversación con Crónica Global, Barrero defiende el valor diferencial de Indra respecto a otros tecnológicos. “Ya no quedan empresas de tecnología españolas de nuestras dimensiones y con nuestra experiencia y referencia transversal en todos los sistemas”, expresa la ejecutiva, coincidiendo con la celebración del UITP Global Public Transport Summit. Un congreso de referencia que reúne del 4 al 7 de junio a los principales actores globales del sector en Barcelona.
- ¿Qué supone el UITP Global Public Transport Summit?
- El congreso es importantísimo para el reconocimiento del valor que tiene el transporte público para la ciudad de Barcelona y para Cataluña, pero también para España y para las empresas con las que colaboramos y trabajamos. Es un escaparate. Es el congreso de transporte público internacional más importante y que se celebra cada dos años junto a todos los que formamos parte de la Unión Internacional del Transporte Público (UITP), todos los que tenemos algo que decir, algo que hacer y algo que proponer al respecto del fomento y del impulso al transporte público en las ciudades sostenibles.
- ¿Es la sostenibilidad el principal objetivo?
- Ahora es el objetivo, conseguir ciudades y territorios sostenibles. Y eso no se consigue si no hay una movilidad sostenible en la ciudad. Y no se consigue una movilidad sostenible en una ciudad si no hay un transporte público que lo vertebra. Por tanto, lo que se trabaje en estos días en este congreso, precisamente, va a ir impulsado a demostrar, compartir y proponer experiencias, retos, desafíos y soluciones que ayuden a eso.
- ¿Qué simboliza que Barcelona acoja un congreso de estas características?
- Que se haya elegido Barcelona me produce una profunda satisfacción por doble motivo. Uno, porque como española que soy, es una satisfacción conseguir que una ciudad como Barcelona, que es exponente de transporte público, pueda mostrar esa capacidad y ese valor al mundo internacional. En segundo lugar, porque las tecnologías de Indra están muy presentes en el transporte público tanto de Barcelona como de Cataluña. Por tanto, es una oportunidad para que se reconozca el valor de nuestras tecnologías, la capacidad de nuestras soluciones y de nuestro talento para resolver los grandes retos del transporte en la ciudad. Que por muy complejos que sean, y más allá de desafíos y de dificultades, el sistema de transporte público de Barcelona es muy valioso y con un excelente nivel de calidad y servicio.
- ¿Cuáles son los retos y desafíos que hay, hoy por hoy, en Cataluña?
- Cataluña siempre ha ido un poco por delante en la ambición y la innovación de las políticas y en la gestión y las infraestructuras de transporte. Siempre ha tenido una concepción innovadora y ambiciosa de cómo proyectar esos desafíos y la consecución de esos retos. Y en ese sentido, la tecnología es un catalizador que ayuda y facilita esa consecución. En cambio, desde el ámbito del que puedo hablar, evidentemente, en la movilidad intervienen muchos factores, infraestructuras, energía, telecomunicaciones y tecnología, que al final cose por encima de todo ello.
- ¿Puede poner algún ejemplo?
- En el ámbito de los sistemas de transporte, Cataluña, con el proyecto de T-Mobilitat, que ha tenido cierta controversia en algunos momentos, tiene una base construida tecnológica que le permite escalar. Es decir, en los objetivos de movilidad sostenible lo primero que tienes que conseguir es una integración sostenible de todos los sistemas de transporte. Y a partir de ahí, construir y avanzar en conseguir otros retos. Cataluña tiene la primera plataforma de transporte público integrado. Tecnología y gobernanza integrada son dos piezas sobre las que pilotar toda escalación en la consecución de los desafíos de esa movilidad sostenible.
- ¿Hay algún otro proyecto encima de la mesa?
- Hay otro proyecto que supone avanzar en esa gobernanza integrada y tecnología integrada en el resto de Cataluña. De manera que con una única tarjeta de movilidad tú te puedas mover por toda la red de transporte público de la región, de todo el ámbito. Y yo creo que este es uno de los retos y desafíos, aunque en Cataluña ya se están dando pasos en esa línea. Y una vez que se tiene esa base tecnológica dispuesta, escalar y aplicar cualquier nueva política de gestión tarifaria, cualquier nuevo modelo o sistema de pago, es decir, los sistemas que ahora mismo ya están siendo una realidad, es mucho más fácil, es automático.
- Y en Barcelona, ¿qué retos tenemos por delante?
- Evidentemente, la integración completa entre todos los medios de transporte (públicos - compartidos) no la hay en ninguna otra ciudad, no solo en España, sino fuera, aun está por construir la verdadera plataforma MaaS que integre en una única tarjeta de movilidad toda la oferta tanto de transporte público como de movilidad compartida, bicicletas, patinetes, es decir, integrar todo el ecosistema completo en tiempo real y acceso y validación única.
- ¿A qué se refiere cuando dice que hay que integrar todo el ecosistema?
- El fin sería conseguir que todos los medios de movilidad en una ciudad, desde el patinete, el bus, el metro, incluso los vehículos compartidos, pudieran estar a disposición del usuario, de una manera accesible, sencilla y con una política tarifaria algo integrada. Y eso al final permitiría una mayor accesibilidad a los medios y, probablemente, una mejor ordenación, porque ese es el reto de todas las grandes ciudades. No podemos llenar más ciudades de manera drástica de bicicletas, patinetes, motos, autobuses... No, porque al final la ciudad es finita en espacios. Y si queremos devolver las ciudades a los peatones tenemos que conseguir que haya una multimodalidad equilibrada y acorde a las realidades y a las necesidades en cada momento. Y eso es trabajar en el reparto modal sostenible.
- Hablaba antes de una multimodalidad equilibrada. En Barcelona se han construido las llamadas superillas que no han agradado a todo el mundo… ¿Cómo han impactado en la movilidad?
- Yo creo que, como toda medida, si está pensada y responde a una necesidad y a resolver un problema, y se le dotan los medios, pues será buena. Pero tiene que haber pasado por toda la combinación de estados. Yo creo que efectivamente son soluciones que están imponiéndose en muchas ciudades europeas. También es cierto que las necesidades de movilidad de los ciudadanos han cambiado. Antes eran aspectos más centralistas, y ya no sólo hablando a nivel estatal, sino incluso en las ciudades. La gente iba al centro de la ciudad a todo y volvía, lo que llamábamos ciudades dormitorio. Toda esa planificación urbana tiene que cambiar porque las propias necesidades de los usuarios han cambiado.
- Entonces, en ese sentido, desde luego impacta cualquier medida de planificación urbana, tiene que ir acompañada de las necesarias modificaciones en la ordenación de los servicios de movilidad y transporte público, para poder verdaderamente satisfacer o responder al objeto por el que se crearon. Porque si sólo se hacen esos perímetros, pero no se conectan entre sí, al final solo tendremos una idea.
- Y en el área metropolitana o en la conocida como gran Barcelona, ¿se debe mejorar el transporte público?
- Yo creo que es fundamental. Como dicen los propios informes de la UITP, nos enfrentamos a una realidad, que es la superpoblación de las ciudades y la creación de las megaciudades. En 2050, más del 70% de la población mundial va a vivir en las megaciudades o en las ciudades y sus alrededores. Y esto es lo que le pasa al ámbito de Barcelona porque las necesidades de movilidad han cambiado, ya no nos desplazamos de las mismas maneras a nuestro puesto de trabajo y por los mismos objetivos. El teletrabajo ha hecho que cambien algunas necesidades de movilidad, los motivos de viaje son algo diferentes. Pero por otra parte, si nos vamos expandiendo, tenemos que generar también otras necesidades. Por eso, es fundamental la interconexión de todas ellas y tener gobernanzas, infraestructuras y tecnologías integradas. Esas son las tres piezas que van a permitir que la movilidad en esas megaciudades o conurbaciones sea eficiente.
- ¿Dónde queda el vehículo privado?
- Hay que hacer políticas integradas. Por mucho que se hable de transporte sostenible y una ciudad verde, si sacamos los vehículos de la ciudad, habrá que dotar de alternativas de acceso. O, por otra parte, si prohibimos la entrada a los vehículos, ¿cuál es la alternativa de movilidad en los desplazamientos? Lo que hay que hacer es integrar las infraestructuras y las políticas viarias con las infraestructuras y las políticas de transporte público. Hoy, en prácticamente todas las ciudades, la gestión del tráfico con la gestión del transporte todavía está separada. Por tanto, se necesita precisamente esa tecnología de Indra para combinar transporte público con tráfico rodado, con la gestión eficiente de todo ello en conjunto y con políticas sociales que equilibren esas respuestas y además las hagan sostenibles.
- Hablaba de la tecnología como una forma para superar muchos de estos retos. También está irrumpiendo con fuerza la inteligencia artificial…
- El papel que puede jugar la inteligencia artificial es importantísimo, es un disruptor clarísimo en el mundo de la movilidad. Es decir, a partir de la inteligencia artificial y las tecnologías de comunicaciones y satelitales, se van a habilitar y permitir la conducción autónoma, la operación autónoma, la seguridad... Es que te abren un plano absolutamente diferente de lo que hemos conocido hasta ahora. Pero, como todo en la vida, tiene un pro y un contra. Y el contra es que no tenemos las estructuras del sistema preparadas para asumir en el corto o medio plazo esa potencialidad que ofrece esa inteligencia artificial.
- En Cataluña, una de las últimas polémicas ha tenido que ver con las reiteradas averías de Rodalies. ¿Qué es lo que se debe mejorar?
- Yo creo que Cataluña sí tiene un reto y un desafío al mismo tiempo en su desarrollo de infraestructuras ferroviarias. Al final es una comunidad donde el ferrocarril es absolutamente longitudinal y además toda la máxima población está a lo largo de la costa. Y además tiene montaña, tiene túnel... El propio diseño de la red ferroviaria que tiene Cataluña, Madrid no lo tiene. ¿Por qué? Porque es central. Entonces es más fácil mallarla desde el punto de vista del diseño de infraestructura, pero aquí es una realidad con la que hay que convivir.
- Previamente ha comentado que han cambiado las necesidades de la movilidad. También hemos sufrido una pandemia. ¿Cómo ha influido?
- La pandemia ha sido un antes y un después en el sector de la movilidad. Ha supuesto darte de bruces con algo que jamás pensábamos que podía pasar en movilidad, y es que no hubiera viajeros. Había servicios esenciales porque había trabajadores esenciales que se movían, pero básicamente llegaron a indicadores del 5 o 10%. O sea, es una barbaridad. Lo que ha hecho la pandemia ha sido hacer un replanteamiento de cuán importante es que la movilidad sea un sistema resiliente. Es decir, que se tiene que preparar para que estas cosas, si vuelven a pasar, no tengan estos impactos.
- ¿Y ha cambiado algo?
- Lo que ha cambiado es que, evidentemente, esto introdujo el teletrabajo. El trabajo era uno de los principales indicadores en la demanda del transporte público, y antes tenía en torno al 70 u 80% del peso. Ahora bien, en las ciudades hay políticas urbanas diferentes y también es verdad que mucha gente se ha ido a vivir a las afueras. Antes quería vivir concentrada y pegada a su lugar de trabajo. Entonces, se están redistribuyendo los flujos de esa movilidad. Por eso es tan importante adaptar lo que hay a lo nuevo, porque no puedes convivir ni con infraestructuras ni tecnologías antiguas, ni con ordenación y planes pasados, ni con políticas que están pensadas para ese tipo de necesidades de movilidad.
- ¿Y en materia tecnológica?
- Desde luego la pandemia ha acelerado de manera sustancial la identificación de las necesidades para reducir los riesgos. Por ejemplo, en Indra implantábamos la tarjeta sin contacto para evitar la manipulación. Se han multiplicado los proyectos y soluciones vinculadas a reconocimientos biométricos para que, con la identificación y análisis de la imagen visual y facial, uno pueda controlar y acceder a determinadas situaciones en una terminal, en un aeropuerto, en una estación de tren. Se han multiplicado las necesidades y, por tanto, la capacidad de fondos y presupuestos para gestión integrada de transporte. Por tanto, sí que desde luego todos los fondos de recuperación y resiliencia están enfocados en renovar la tecnología en materia de transporte público y movilidad para conseguir el objetivo de más sostenibilidad y un transporte público más limpio y más seguro, tanto para la persona como en la circulación y en la operación.
- ¿Qué radiografía hace del resto de España?
- Afortunadamente somos un ejemplo en desarrollo de infraestructuras de transporte en todas las regiones, se ha invertido mucho a nivel estatal. No hay responsable público que no entienda el valor y la necesidad de tener unas infraestructuras públicas y unos servicios públicos vinculados al transporte de las más altas calidades y prestaciones. Si nos particularizamos, también es cierto que cuan más compleja y más grande es una ciudad, más exigente tienen que ser sus respuestas porque evidentemente las necesidades que pueda tener una ciudad de 300.000 habitantes o de un millón de habitantes no son las mismas que una ciudad como Madrid o Barcelona. Esas necesidades ni son las mismas ni las respuestas pueden y deben ser las mismas y, por tanto, siempre están absolutamente presionadas para mejorar.
- Por último, ¿qué proyectos tienen a nivel internacional?
- Ahora mismo tenemos proyectos que hemos entregado con absoluto éxito en Irlanda, en Europa, principalmente en el Reino Unido, enRiad, en Lituania y en Estados Unidos. Hay muchas oportunidades por llegar en sistemas de transporte integrado, en nuevos sistemas de señalización, en nuevos sistemas de seguridad, en nuevos sistemas de información al viajero en los que, desde luego, desde Indra apostamos con mucha ilusión y seguridad.
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