Caixabank mejora su objetivo de riesgo, seducido por la marcha de la economía

“Buenas noticias; mejorar las guías para el ejercicio siempre lo son”. El comentario de Edward O'Loghlen, director de relaciones con inversores de Caixabank, sirvió de corolario a la exposición ante los analistas de los resultados del primer trimestre de la entidad, que se cerraba con una mejora de algunas de las estimaciones del banco para 2023. No obstante, más allá de las cifras, lo más positivo era el argumento que servía como base. 

Éste no es ni más ni menos que una trayectoria de la economía española que está dejando atrás las estimaciones, por otra parte y por lo general siempre prudentes, del servicio de estudios de la entidad que dirige su consejero delegado, Gonzalo Gortázar. Poco antes de que el director financiero, Javier Pano, anunciara la buena nueva de esas revisiones, el ejecutivo adelantaba que las señales no podían ser mejores, hasta el punto de hacer que el banco pasara de las palabras a los hechos. 

Datos sorprendentes

“Hace una semana vimos el dato del PIB del primer trimestre y apenas hace unas horas hemos conocido unos datos de empleo muy positivos, claramente por encima de neutras expectativas”, explicaba Gortázar a los miembros de las firmas de análisis y de la banca de inversión que siguen al valor. 

Tal es el optimismo que Gortázar les adelantó que el servicio de estudios de Caixabank publicaría en breve una actualización de sus estimaciones para 2023 que presentarían una mejora en relación con las que dijo a conocer en los primeros días de febrero, con motivo de la presentación de las cuentas del pasado ejercicio. 

Mucho se ha hablado y escrito acerca de los datos de empleo, la manera de contabilizar las personas en situación de fijos discontinuos y la armonización de las estadísticas con épocas pasadas y con el resto de socios europeos. Pero en los números de Caixabank no intervienen políticas ni ideologías. Y éstos no parecen arrojar muchas dudas.

“No hemos apreciado cambios en el comportamiento de los consumidores en los meses de marzo y abril, pese al clima de incertidumbre que se ha respirado en el sector y a algunas noticias inquietantes”, indicó el consejero delegado de Caixabank. “Bien podríamos decir que estamos en una situación de ‘business as usual’”.

El síntoma de la morosidad

Con todo, no es extrañar que la entidad haya decidido mejorar sus perspectivas en un elemento que no aparece en la primera línea de la cuenta de resultados pero que en el actual escenario cobra una más que sobrada importancia. Se trata del coste del riesgo, que Caixabank había elevado hasta el 0,4% a comienzos de año para 2023 y que ahora sitúa por debajo del 0,3% para final de año. 

Otra cifra en la que el banco ha hecho hincapié es la de la morosidad, que prosigue en zona de mínimos históricos, en torno al 2,7% que, además, supone una de las más reducidas del sector; un indicador que también apunta a que la recuperación tras el frenazo motivados por factores como la guerra en Ucrania, la desbocada inflación y la derivada de las alzas de los tipos de interés, marcha por una senda que sólo los más optimistas podrían prever. 

Ese accionista llamado Estado

“La economía española está mostrando una capacidad de resiliencia más que notable”, ha expresado con satisfacción Gortázar, sabedor de que este escenario es especialmente beneficioso para la entidad que, no en balde, ocupa el primer lugar del sector en lo que se refiere al mercado interno, tras la fusión con Bankia. 

Se da la circunstancia de que Caixabank, precisamente como consecuencia de esta operación, es la entidad financiera privada que cuenta con el Estado como accionista de referencia; a través del FROB, es el segundo socio del banco, tras la Fundación Bancaria La Caixa, con una participación del 17,3%. 

Lejos del idilio

No obstante, la relación ha pasado por varias fases pero, al menos hasta el momento, ninguna de ellas ha sido idílica. Cabe recordar que el FROB emitió un voto en contra de las remuneraciones del consejo de administración en los primeros tiempos de la entidad tras la integración, tras semanas de aceradas críticas a los emolumentos de los altos ejecutivos del sector financiero desde el Consejo de Ministros. 

Tampoco conviene perder de vista que Caixabank es una de las entidades que, al margen de la actuación de las patronales, ha recurrido a título individual el polémico impuesto a la banca, contra el que también se ha pronunciado públicamente en repetidas ocasiones; sin ir más lejos, la última de ellas este viernes. 

"No es razonable"

“La carga impositiva total en este primer trimestre supera los 1.000 millones de euros, por encima de nuestro resultado. No nos parece razonable”, aseguró Gortázar, en este caso ante los medios de comunicación.

No da la sensación, a la vista de los acontecimientos, de que las alabanzas a la situación económica por parte de la entidad formen parte de una impostura.