La banca encara el fin de la batalla por superar el coste del capital
Las cuentas del primer trimestre en el sector reflejarán en toda su extensión los efectos de la subida de tipos y dejarán a las entidades sin excusa para activar el cambio de ciclo
24 abril, 2023 00:00El sector financiero enfila la recta final de una de las batallas que más le ha costado librar: ser capaz de ser lo suficientemente rentables para situar el retorno por encima del coste de capital. Un paso que marcará el inicio del cambio de ciclo en la banca, tras un inédito periodo de tipos negativos cuyo final ha sido más abrupto de lo esperado.
La primera evidencia ha llegado de la mano de los resultados trimestrales de Bankinter. Al margen del incremento del beneficio, que ha rozado el 20% respecto a 2022 pese al lastre del nuevo impuesto a la banca, ha llamado la atención el avance de la rentabilidad, cerca de cuatro puntos en apenas doce meses, hasta situarse en el 13,7% en términos de ROE (sobre recursos propios).
“Ha sido una evolución notable y creemos que nos puede acercar al 15% al final de año, claramente por encima del coste de capital”, admitió el director financiero de la entidad, Jacobo Díaz, durante la presentación de las cuentas a los medios de comunicación.
Otro de los saltos desproporcionados ha tenido como protagonista el margen de intereses, que se ha disparado más de un 63%, como consecuencia de las fuertes subidas de tipos de interés que el Banco Central Europeo (BCE) comenzó a aplicar en la segunda mitad del pasado año y que, por lo tanto, aún no habían llegado al cierre del primer trimestre, con el que comparan los números publicados por la entidad.
Impacto adelantado
Incluso sin la perspectiva con la que ahora cuenta el sector, mucho más despejada que hace doce meses, los bancos ya preveían que el efecto de las revisiones en el precio oficial del dinero se apreciaría con mayor claridad en 2023, conforme se fueran repreciando los diferentes préstamos.
Aunque por entonces ya había comenzado la guerra en Ucrania, lo que no se esperaba es que la respuesta de los bancos centrales tuviera que ser tan radical, debido a que la tensión en los mercados energéticos provocó las mayores subidas de precios en las últimas cuatro décadas.
Generar valor
Aun así, aunque los efectos llegaron por adelantado, los bancos cerraron el año con rentabilidades aun insuficientes para cubrir el coste del capital en la mayoría de los casos.
El coste de capital se define como la tasa de retorno mínima que deben tener los activos e inversiones de las entidades financieras para generar valor para el accionista. Aun con el espaldarazo que han recibido los valores del sector gracias a la subida de tipos, a los resultados positivos y, en la mayoría de los casos, al incremento de los dividendos, la cotización de los bancos se sitúa aún notablemente por debajo de su valor en libros.
Un hecho más que significativo si se tiene en cuenta las revalorizaciones bursátiles que acumulan las entidades en los últimos doce meses, próximas al 35% para BBVA y Banco Sabadell y por encima del 16% en Caixabank. Los avances de Santander superan el 11%. En cualquier caso, todos ellos por encima del Ibex 35, que se ha anotado en torno a un 8,5% en este periodo.
De hecho, fue uno de los argumentos más empleados por los primeros ejecutivos para matizar el sentido de unas cuentas que apuntaban, en algunos casos, a beneficios récord y a notables incrementos en relación con el ejercicio anterior.
Camino por recorrer
Frente a las voces críticas, algunas llegadas desde el mismísimo Gobierno, las entidades apuntaron de forma generalizada que los resultados no debían ocultar que aún les quedaba mucho camino que recorrer para retomar la normalidad tras seis largos años de tipos negativos.
Una respuesta que también sirvió como uno de los pilares para oponerse al tributo aprobado por el Ejecutivo para los dos próximos años, con la pretensión de gravar unos beneficios presuntamente extraordinarios, derivados de circunstancias externas a la gestión como las intensas subidas de los tipos de interés.
Tributo sin sentido
“Resulta absurdo aplicar un impuesto al sector cuando todavía no hemos podido superar el coste del capital”, afirmaba el consejero delegado de Banco Sabadell, César González-Bueno, en una de las últimas presentaciones de resultados, y añadía que el sector era el que mayor fiscalidad soportaba.
Un razonamiento que, además, ilustraba con un dato aparentemente demoledor. “El año pasado ganamos algo más de 500 millones de euros tras pagar más de 800 millones de impuestos. No tiene ningún sentido”.
Una de las incógnitas que debe despejar ahora el sector, una vez recuperado un coste de capital que algunas entidades sitúan cerca del 20%, es cuándo se producirá la vuelta de algunas prácticas comerciales que se realizaban antes del inicio de la era de tipos negativos, en especial la remuneración de los depósitos.