
Oriol Junqueras (ERC) y Carles Puigdemont (Junts), en una imagen de archivo
El pacto por la lengua fractura al independentismo
El Govern sacará adelante sus medidas y partidas destinadas a aumentar el uso del catalán con el apoyo de ERC y el rechazo de Junts y la CUP; en cambio, entidades como Òmnium y Plataforma per la Llengua también se adhieren al acuerdo
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El Govern catalán firmará este martes, con el apoyo de ERC y Comuns Sumar, el llamado "Pacto Nacional por la Lengua", un acuerdo que, entre otras medidas, prevé destinar 255 millones de euros a lo largo del año para fomentar el uso del catalán.
Ese pacto lingüístico forma parte del compromiso sellado el pasado verano entre PSC y ERC a cambio de que los republicanos apoyaran la investidura de Salvador Illa como presidente de la Generalitat. Esos dos partidos, junto a los comuns, son sus únicos valedores parlamentarios, pues el resto de fuerzas de la Cámara, por motivos distintos, han rechazado apoyarlo.
No obstante, sí han mostrado su adhesión otras entidades de diversa índole, como los sindicatos CCOO y UGT de Cataluña, las patronales Foment y Pimec, y entidades ultranacionalistas como Òmnium o Plataforma per la Llengua. La rúbrica tendrá lugar hoy en Barcelona, en la sede del Institut d'Estudis Catalans.
Puigdemont se desmarca
El desmarque más llamativo ha sido el de Junts per Catalunya, cuyo líder, Carles Puigdemont, explicó ayer que, de momento, no lo firmará porque está a la espera de conocer dos cuestiones: una, el dictamen del Tribunal Constitucional (TC) acerca de las sentencias judiciales que obligan a impartir al menos un 25% de materias en castellano en el sistema educativo monolingüe obligatorio en catalán de la Generalitat; y dos, que el Gobierno español logre que el catalán sea declarado oficial de la Unión Europea (UE), donde hasta ahora se consideran como tales las lenguas de los Estados miembro.
Puigdemont aduce que Junts le pidió al Govern que esperara al fallo del Constitucional sobre la inmersión lingüística, y le ha afeado que "si tiene que haber un Pacto Nacional, tenemos que estar todos y, especialmente, el primer partido de la oposición".
El fugado, asimismo, insistió en la supuesta regresión que, en opinión de los nacionalistas, padece el catalán, y que en parte atribuye al Govern, al cual, pese a haberse constituido el pasado septiembre, le reprocha que "cuando debe usarla, no lo hace", según denuncia.
Apoyo entusiasta de ERC
Los recelos de Puigdemont, y de otras formaciones secesionistas como CUP y Aliança Catalana, contrastan con el apoyo de ERC, cuyo vicesecretario de comunicación, Isaac Albert, acusó ayer a Junts de hacer "politiqueo". "La lengua es demasiado importante para tener según qué actitudes", espetó.
El desencuentro entre los antaño socios de Govern -convergentes y republicanos- volvió a quedar, por tanto, en evidencia en esta materia. Y es que, a juicio de ERC, la posiblidad de que el Constitucional ratifique la ilegalidad de excluir el castellano como lengua también vehicular en las aulas de Cataluña "es un motivo para estar" en el Pacto.
"El país no entendería que, en momentos de amenaza del catalán, no vayamos todos a una", adujo el dirigente nacionalista, para quien este documento aporta "soluciones". Asimismo, destacó que se le pueden añadir "mejoras", y que cuenta con una "partida presupuestaria importante", así como un calendario claro de aplicación.
Rechazo de la CUP a pesar de sus aportaciones
La división del independentismo sobre esta cuestión también se ha hecho patente con el rechazo de la CUP. Su diputada en el Parlament, Laia Estrada, justificó su decisión de no firmarlo porque, según ella, se hace "de la mano del Estado", más que por estar en contra del pacto. Y es que, a su modo de ver, puede quedar "en papel mojado si no se está dispuesto a plantar cara" a España.
Y es que, para la dirigente ultranacionalista, el acuerdo "no contiene absolutamente nada" frente a lo que llema "ofensiva judicial del Estado español" contra el catalán.
Sin embargo, Estrada reconoció que varias de las medidas incluidas en el acuerdo "no sólo las compartimos, sino que las hemos formulado nosotros".
Apoyo de Òmnium y Plataforma per la Llengua
Dentro de la misma esfera secesionista, algunas de sus entidades más significativas y subvencionadas sí han expresado su apoyo al "Pacto Nacional" por el catalán. Es el caso de Òmnium Cultural y Plataforma per la Llengua.
Esta última se posicionó ayer apuntando que se trata de "un buen punto de partida" para impulsar políticas que, a su juicio, mejoren la situación del idioma autonómico.
Según la autodenominada "oenegé del catalán", célebre por sus campañas de delación y hostigamiento contra el uso del castellano, este acuerdo sitúa a la lengua como "cuestión central" de las políticas de Cataluña, aunque a su juicio no cuenta con suficiente financiación y "ambición". Dos cuestiones que le parecen susceptibles de "corregir".
Esta entidad privada secesionista ve correctos los objetivos marcados en ámbitos como los del trabajo y la empresa, deportes e infancia y juventud, entre otros; aunque, en su opinión, los presupuestos son "insuficientes". Y advierte de que "fiscalizará" su cumplimiento.
255 millones de euros de Presupuesto
El Pacto contempla que la Generalitat destine 255 millones de euros a la lengua catalana a lo largo del próximo año: más de 100 millones para reforzar su enseñanza en escuelas e institutos, 78 millones para potenciar las llamadas "aulas de acogida", y 73 millones para partidas de apoyo al audiovisual o la lectura en dicho idioma.
El "Pacto Nacional por la Lengua" lo impulsó el anterior Ejecutivo de Pere Aragonès (ERC) y pretende aumentar el uso del catalán con el horizonte fijado en 2030